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Listos para el salto: Cachorros de Chicago

Hace un año atrás, los Cachorros de Chicago protagonizaron el capítulo de Listos para el Salto correspondiente a la división central de la Liga Nacional.

¡Y lo dieron! Con un equipo plagado de jóvenes promesas lograron entrar a los playoffs de la mano del manager Joe Maddon por primera vez desde el 2008.

Pero una vez más se quedaron a las puertas de la Serie Mundial, al ser barridos por los Mets de Nueva York en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional.

Esta vez, los Cachorros parecen listos para el salto, que en su caso tiene un significado histórico extraordinario.

Ese salto, para Chicago, no puede ser otra cosa que llegar al clásico de octubre y romper la maldición de la cabra, que les ha impedido ir a series mundiales desde 1945.

La tarea es titánica, sobre todo por la carga emocional, psicológica, que implica. Tantas veces los Cachorros estuvieron tan cerca y al final los nervios traicionaron a sus jugadores, que uno llega a preguntarse si alguna vez lograrán superar esa barrera.

Pero con el grupo actual de jugadores, mezcla de jóvenes talentosísimos y experimentados veteranos, si no es ahora, no será nunca tal vez.

Pitcheo

No hubo en todo el 2015 un mejor lanzador que el derecho Jake Arrieta. Con 30 años cuando comience la temporada, el equipo espera que Arrieta se acerque a los números de la pasada campaña, cuando ganó 22 juegos en 33 aperturas, devoró 229 innings y tuvo una efectividad de 1.77.

El derecho de raíces puertorriqueñas será la cabeza más visible de una rotación que volverá a tener al zurdo Jon Lester como número dos y al recién incorporado John Lackey en tercer lugar.

Lester y Lackey acumulan experiencia por toneladas, con dos anillos de Series Mundiales incluidos, entre ellos el que ambos ganaron en el 2013 con los Medias Rojas de Boston.

Lester había ganado antes en el 2007 también con Boston, mientras que Lackey lo hizo en su año de novato, en el 2002, con los Angelinos de Los Angeles.

Los otros dos puestos de abridores, a menos que haya un imprevisto desafortunado, lo ocuparán Kyle Hendricks y Jason Hammel, aunque Adam Warren, adquirido en el canje que envió a los New York Yankees a Starlin Castro, podría disputar una plaza en la rotación.

No es la rotación de los Mets o la de los Nacionales de Washington, pero tienen profundidad suficiente para soñar en grande, siempre y cuando la salud les acompañe.

El bullpen, con el venezolano Héctor Rondón como cerrador, cuenta con brazos poderosos, como los del dominicano Pedro Strop, los también derechos Travis Wood y Trevor Cahil y el veterano zurdo Clayton Richard.

Receptores

Para conducir a ese cuerpo de serpentineros, el manager Joe Maddon cuenta con el experimentado venezolano Miguel Montero, un hombre que en su primer año con los Cachorros, en el 2015, no se sintió plenamente a gusto, pues sintió que su tiempo de juego fue recortado, en comparación con su estancia en los Diamondbacks de Arizona.

Montero compartirá funciones con el veterano David Ross, quien ya anunció su retiro para el final de la campaña.

Otra opción mucho más ofensiva es la de Kyle Schwarber, también utilizado en los jardines, pero con evidentes problemas defensivos.

Pero en el béisbol lo más difícil es batear y Schwarber mostró que puede hacerlo. Ya Maddon le buscará un hueco presumiblemente en el jardín izquierdo a un hombre que en su año de novato despachó 16 bambinazos en apenas 69 partidos.

Jardineros

Las otras dos praderas tienen dueños, con el cubano Jorge Soler en el derecho y Jason Heyward en el central.

Este podría ser el año en que Soler explote al nivel que de él espera el equipo, tal como hizo en la postemporada pasada, en la que escaló a un nivel superior.

Y Heyward es paradójicamente, una de las mayores incógnitas del conjunto, a pesar de haber firmado el pacto más abultado de toda la plantilla: 184 millones de dólares.

Demasiado dinero para un jugador promedio, a juzgar por sus números ofensivos y que si bien ha ganado tres Guantes de Oro como defensor del jardín derecho, este año se moverá a la pradera central, donde deberá adaptarse a las exigencias de su nueva posición.

Cuadro interior

En el cuadro interior, los Cachorros cuentan con los poderosos Anthony Rizzo y Kris Bryant en las esquinas, un dúo que debe proveer alrededor de 70 bambinazos al equipo.

El jovencito Addison Russell complatará su transición al campocorto, que ya inició con éxito el pasado año, mientras que la intermedia será ocupada por el veterano Ben Zobrist, un jugador utilísimo que sin llegar a la categoría de super estrella, es un obrero del béisbol que cada día sale a aportar su grano de arena.

Además, Chicago cuenta con una banca de lujo, con el prometedor puertorriqueño Javier Báez, Tommy La Stella, el dominicano Arismendy Alcántara y Chris Coghlan, con capacidad para jugar como titulares en varios otros equipos.

A primera vista, los Cachorros lucen como un equipo compacto, sin grietas, al que sólo una mala racha de lesiones podría descarrilarlo de sus aspiraciones.

Hay que ver si este es finalmente el año en que se rompe la maldición o si nuevamente Murphy, la cabra del viejo inmigrante griego Bill Sianis, no le hace otro guiño de burla a los sufridos fanáticos de Chicago.