<
>

Saludos desde Perú

PERÚ -- Hola, estimados amigos.
A partir de este momento comenzaré a escribir y a contarles mis vivencias a través de ESPNdeportes.com, lo cual hago con mucho gusto.

Como sabrán, he logrado salir adelante en este fútbol y tengo la fortuna de seguir teniendo continuidad en mi equipo, donde me encuentro muy contento.

Ahora estoy un poco cansado, ya que la exigencia de partidos en el Torneo Apertura y en la Libertadores, donde todavía tenemos esperanzas de seguir con vida, ha sido muy fuerte.
Sabrán que a mediados de la semana pasada tuvimos nuestro juego ante Cienciano, que nos ganó por 1-0 en el Cuzco.

La verdad es que ese partido fue muy demandante, pues sabrán que jugamos a tres mil 400 metros de altura sobre el nivel del mar, lo cual no es fácil para un deportista y mucho menos para nuestro equipo, que no está acostumbrado a eso.

En verdad es terrible el peligro al que uno se expone jugando en estas condiciones; sin embargo, jugamos con muchas ganas y tratando de imponer nuestro futbol, aunque al final la altura nos afectó mucho y no alcanzó para la victoria.

Juan Reynoso, nuestro entrenador, obviamente esperaba un triunfo, al igual que nosotros, pero al terminar el juego nos felicitó por el esfuerzo que hicimos.

Después de eso enfrentamos en el torneo local al Universitario, en Tacna, y obtuvimos un punto que pudo haber sido más.

Ahora abriremos la octava jornada ante uno de los punteros del Apertura, el San Martín; jugaremos en su cancha, pero esperamos sacar un resultado que nos ayude a ponernos encima en la tabla.
Ahora estoy compartiendo mi estancia en el futbol peruano con otros dos mexicanos, ambos de reciente ingreso en este balompié: Alexandro Álvarez y Adrián Cortés. Los tres andamos de un lado para otro con el equipo, por el hecho de tener que disputar partidos en las dos competencias.

A veces pasamos tres días en Lima (conseguimos una casa donde vivimos bien, aunque modestamente), y otros cuatro en Tacna, donde vivimos en un hotel de tres estrellas.

La capital de Perú es una ciudad bonita y la gente es muy amable. En la calle ya me reconocen y me saludan, lo cual me causa mucha satisfacción, pues quiere decir que les agrada mi trabajo.

Yo seguiré haciendo mi esfuerzo, pues quiero obtener más satisfacciones y buscar otro campeonato.

Por ahora es todo lo que puedo contarles y no me despido sin antes enviarles un fuerte abrazo, esperando que me acompañen en mi aventura en Perú.

Su amigo Miguel Ostersen.