<
>

Una noche especial

MÉXICO -- Fue simplemente una noche mágica.

A pesar de no haber alcanzado el objetivo del oro, la recuerdo como una noche especial; sí, también había desconcierto por no subir al podio en el primer lugar, pero pronto fue borrado por el sentimiento de colgarte la medalla de plata, la emoción de saberte triunfadora, el momento especial de ser premiada en Juegos Olímpicos.

Venía de una lesión; quizás podría haber resultado mejor. Pero al paso de los minutos me di cuenta de que era una noche especial al quedar en segundo lugar. Sentí en ese momento que no dejaba nada pendiente, logré lo que soñaba; simplemente una noche que me dejó marcada para siempre.

Ver un estadio que me apoyaba; la conjugación de esa medalla con el resentimiento de no lograr el oro; la emoción de pasar a la historia, no obstante venir de un trabajo físico muy complicado, de trabajar intensamente para reponerme en lo físico.

Todo eso jamás se olvida. Pero seguiré siendo Ana, aún hoy en otras facetas de mi carrera, donde también encuentro el apoyo, el cariño de la gente, las expresiones desinteresadas de aliento. Desde ahí también siento como si me colgaran una medalla.

Ahora que la delegación mexicana fue abanderada por el Presidente Felipe Calderón, a pocos días de iniciar los Juegos Olímpicos de Beijing, deseo de corazón que muchos de nuestros deportistas tengan su noche mágica. Sé que es complicado, que competimos contra los mejores del mundo, pero también debemos confiar en nuestras capacidades.

Por lo pronto desde aquí les digo: Sueñen con su noche especial, tengan confianza en lo que han trabajado, anhelen trascender y subir al podio.

Simplemente cumplan su noche mágica. Suerte.

Les mando un saludo
¡Ana!