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La llama del Rafa

MAR DEL PLATA -- El espíritu de Rafael Nadal se dio una vuelta por el estadio Islas Malvinas de Mar del Plata. ¿Cómo? Ya lo verán.

Pido que no me juzguen mal. Que no digan que estoy loca. Pero no puedo dejar de pensar que, impotente y furioso por no poder jugar la final de la Copa Davis, Rafa se convirtió en bola de fuego y se hizo presente en el estadio como una llamarada, justamente mientras se entrenaba el equipo argentino.

Resulta que Acasuso peloteaba con Del Potro mientras unos 15 periodistas observábamos su trabajo desde las tribunas. Foto iba, comentario venía, el periodisimo se entretenía hasta que de pronto un hombre levantó su dedo índice apuntando al techo. Y casi aburrido, gritó: "Cuidado, fuego".

Ahí estaba, cual un superhéroe de historiera, el espíritu de Rafa. Una llamarada salía de un foco ubicado justo encima de las plateas y llamaba la atención de todos, aunque sin convertirse en amenaza. Era Rafa. Seguro. Nadie me lo saca de la cabeza. Era Rafa acorralado por sus lesiones.

Algunos tratamos de fotografiar a SuperRafa. Pero esa fantasmagórica aparición empezó a consumirse, mientras la gente de seguridad nos obligaba a evacuar el estadio.

El entrenamiento siguió normalmente pero los periodistas nos tuvimos que ir sin más.Detrás nuestro se cerraron las puertas de estadio, y ya no se pudo volver a entrar por un rato largo.

En la carpa de prensa la noticia del incendio fluyó con más intensidad que la propia llamita: ¿Quién? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? Y las hipótesis empezaron a multiplicarse. Claro que nadie advirtió que, en realidad, no había explicaciones eléctricas sino esotéricas.

¿Quién dijo que Rafa no iba a Mar del Plata?