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El odiado retiro

Juan Manuel Márquez dio un nuevo impulso a su carrera luego de la espectacular victoria sobre Juan Díaz. Muchas cosas se conjuntaron para que esa victoria tuviera más valor. Primero lo ayudo Nate Campbell cuando perdió sus cinturones contra la báscula. No es lo mismo vencer a Díaz por una eliminatoria que agenciarse dos cinturones de una sola vez. También porque noqueó a un hombre diez años más joven y que nunca había perdido por esa vía.

Al final de cuentas, es bueno que estas cosas le ocurran a JuanMa, un gran campeón alguna vez opacado por la luz de otros campeones (Marco A. Barrera y Erik Morales) o por decisiones erradas de quienes han guiado su carrera (errores reconocidos por su propio entrenador).

Pero esa victoria tuvo aún mucho más valor, por el momento en que ocurre. El preciso instante en que Márquez inicia el trecho final de su carrera. Y ese tramo final o preludio del adiós, no tiene duración estimada. Puede ocurrir dentro de cinco años o pudo ocurrir en Houston, si durante los tres primeros asaltos, Díaz hubiera acertado alguna de sus furiosas combinaciones. El propio Beristain reconoció que pese a ser un boxeador muy limitado, Díaz en los primeros capítulos lo complicó seriamente a Márquez. Al final llegó el KO y el grito de guerra. 'Aquí estoy y quiero a Manny Pacquiao o a Floyd Mayweather".

Todo o nada puede pasar, es verdad. Pero lo que si será inevitable, más allá o más acá, es la victoria del odiado retiro.

Y para un hombre de treinta y cinco años el final de su carrera boxística ya llegó. Extender ese final ya no dependerá solamente de la preparación y las condiciones naturales de su físico. Dependerá también de sus rivales. Juan Manuel Márquez es inteligente y lo sabe, como también lo sabe su entrenador. Por ello dejaron bien en claro a quien desean enfrentar.

"Vamos a la búsqueda de una pelea grande con Pacquiao, por el que no estamos obsesionados. Puede ser Ricky Hatton o algún otro, pero de ninguna manera aceptaremos esa eliminatoria con peleadores de peso ligero que andan buscando alguna oportunidad. Nosotros estamos buscando más arriba", dijo su entrenador Ignacio Beristáin.

Su frase tiene fácil lectura: el final está a la vuelta de la esquina. Como le llegó a Oscar De La Hoya cuando enfrentó a Pacquiao. Como le hubiera ocurrido a Shane Mosley si hubiera sido noqueado por Antonio Margarito. Por ello, no debemos ni podemos cuestionar a Márquez por elegir su próximo rival pensando exclusivamente en el negocio. El único problema es que Mayweather esta retirado, para Pacquiao hay una larga lista de aspirantes y el primer lugar en esa lista lo tiene Miguel Angel Cotto. El peligro entonces para el campeón ligero OMB-AMB será que, ese odiado retiro, le llegue antes de que el demonio filipino le de otra oportunidad.