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Ganaron Manny y los Dodgers

Sabemos lo que Manny Ramírez significa para los Dodgers, más allá de la media carrera por partido que sumaron a su ofensiva después de que él creara su propia opción para dar de baja su contrato y partiese hacia Boston la temporada pasada. Conocemos bien los enojos de Manny. Sabemos que el propietario de los Dodgers, Frank McCourt, heredó un contacto televisivo mediocre y depende de las entradas, de las ganancias del estacionamiento, de las concesiones y demás en el Dodger Stadium.

Al final, mientras que McCourt, Ramírez, el gerente general Ned Colletti, el mánager, Joe Torre, y el agente de Ramírez Scott Boras, vieron como salía el sol en la casa de Malibu, Calif. de McCourt, esta saga que duró cuatro meses terminó muy cerca de dónde terminó: en los $45 millones por dos años.

Ramírez está feliz porque le encanta jugar en Los Ángeles. Los demás jugadores de los Dodgers están contentos porque Ramírez hace que ellos eleven su nivel de juego y les da más chances de poder ganar… Y por consiguiente de ganar más dinero. McCourt está feliz porque Ramírez es su gallina de los huevos de oro.

Cuando Ramírez se fue de Boston, les dijo a sus compañeros de equipo que iba a conseguir cuatro años y $100 millones o seis años por $150 millones de dólares. Y en noviembre, Boras dijo que creía que iban a ser cuatro años. McCourt no se arriesgó con ningún comentario.

Él y Colletti reconocieron algunas cosas. Hubo errores con algunas informaciones a los medios que avergonzaron al equipo, pero todos siguieron adelante. Boras y Ramírez concedieron retrasos en el contrato.

La oferta de noviembre incluía la opción del equipo para un tercer año, y si los Dodgers la rechazaban y le ofrecían una indemnización, el contrato hubiese tenido un valor anual promedio de $20 millones, que era lo que Ramírez tenía en Boston. El acuerdo contiene una opción para el jugador, algo que significa que Ramírez podrá jugar en 2009 por $24.3 millones, y después -- si tiene una buena temporada y la situación económica lo permite -- podría apostar al mercado de libre agencia o amenazar con hacerlo para conseguir otro contrato por múltiples años. El acuerdo de noviembre no incluyó una cláusula que prohibía su intercambio, este sí y eso le dará más peso a Ramírez.

La nómina de sueldos de los Dodgers en este momento es de $99 millones, cifra que es de $20 millones menos que la temporada pasada. Debido a que Colletti pudo conseguir contratos para Rafael Furcal, Casey Blake, Orlando Hudson y Randy Wolf a bajo precio y con pagos diferidos, es probable que los Dodgers no sólo sean los favoritos en el Oeste de la Liga Nacional sino que también contarán con una nómina menor a los $100 millones y podrían incorporar a un lanzador veterano que venga de equipos que necesiten hacer recortes.

No te preocupes por McCourt, no terminará en la miseria. En 2008, los Dodgers entregaron prospectos que permitieron que Colletti pudiese incorporar a Ramírez, Blake y Greg Maddux. Y los Medias Rojas, los Indios y los Padres, respectivamente, pagaron lo que quedaba de los sueldos de los tres jugadores, algo que le permitió a McCourt tener una ganancia entre los $200 y los $300 millones de dólares la temporada pasada.

Y tampoco te preocupes por el hecho de si Ramírez estará listo para arrancar la temporada. Trabajó muy duro en la temporada baja en la Performance de los Atléticos -- esta vez en Pensacola, Fla. -- y es probable que necesite un poco más que tres horas en el campo de entrenamiento de primavera para volver al ruedo en su carrera hacia Cooperstown.