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Bendita regla

La regla que protege a los corredores con el mismo tiempo del ganador cuando hay una caída en los últimos tres kilómetros le dio a Alberto Contador el beneficio de mantenerse vestido de amarillo al cerrar la segunda etapa de la París-Niza, aún cuando el líder del Astana se vio afectado por una montonera cuando faltaban unos 1,800 metros para llegar a La Chapelle Saint Ursin.

Contador cerró prácticamente la llegada del lote mayoritario con 120 ciclistas que registraron el tiempo del día de 4 horas, 45 minutos y un segundo. Alberto se había tratado de mantener a salvo en la parte delantera del pelotón en el recorrido de poco menos de 200 kilómetros y lo había conseguido hasta ese momento, porque una caída dentro de los últimos 40 kilómetros había partido al grupo mayoritario que iba detrás de la fuga del día.

Esa caída provocó un corte que retrasó a varios como Cadel Evans (Silence Lotto) y David Moncoutié (Cofidis) y que provocó tremendo desgaste para muchos que tuvieron que pelear por hacer otra vez contacto.

Adelante los equipos Columbia y el Cervélo quisieron tomar ventaja de que el grupo estaba fraccionado y metieron velocidad para eliminar enemigos porque ambas escuadras buscaban ganar en el sprint. Poco después el pelotón volvió a ser compacto y la fuga que tenía incluido al veterano Christophe Laurent (Agritubel) perdió la esperanza de ganar al ser recuperados.

En esta edición de la "carrera del Sol" no están los grandes protagonistas del embalaje, así que la organización para llevar a un sprinter hasta la línea no es la de costumbre. Columbia trató de hacer su mejor esfuerzo para poner en posición al australiano Mark Renshaw mientras que el alemán Heinrich Haussler era la carta de Cervélo. El germano ya había estrenado su palmarés en la Volta ao Algarve en Portugal con dos etapas así como la clasificación por puntos en la Vuelta a Qatar, aunque ahí no ganó etapa. Haussler, por cierto nacido en Australia pero de nacionalidad alemana, fue uno de los afortunados ciclistas del extinto Gerolsteiner que pudo encontrar rápido acomodo en otra escuadra, aunque sabemos que el Cervélo este año no es equipo Pro Tour. El equipo Katusha que gasto una buena cantidad en traerse al "Búfalo" Gert Steegmans se quedó con las manos vacías porque el belga nunca se acomodó y terminó 18º.

En lo últimos 500 metros, Haussler salto a la punta y nadie puedo hacerle sombra al poderoso sprinter de la cabellera "punk". El rubio se impuso a Renshaw y al italiano Mirco Lorenzetto del Lampre. El brasileño Murilo Fischer del Liquigas termino quinto. El costarricense Andrey Amador (Caisse d'Epargne) había terminado ayer con una decente posición 52º en la general a 42" del tiempo de Contador y hoy finalizó dentro del lote mayoritario para mantenerse en la misma casilla de la clasificación.

Sprinters de puro músculo como Haussler tienen su oportunidad de ganar clásicas si es que llegan en su mejor momento y están bien ubicados como lo suele hacer Tom Boonen. El sueño de Heinrich este año es formar parte del podio del Tour de Flanders o de la París-Roubaix. Por lo menos en el segundo día de la París-Niza el sueño marcha por buen camino

Goga :)