<
>

Cuba sufre para obtener su boleto

MEXICO -- . Aficionados y Fanáticos al "Rey de los Deportes": tuvieron que transcurrir siete entradas y fracción para que Cuba finalmente hiciera valederos los pronósticos y se impusiera a Australia en un encuentro que les costó sangre a los antillanos, marcados como claros favoritos ante unos rivales que demostraron que su victoria por paliza ante México no fue obra de la casualidad.

El encuentro del martes por la noche en el Foro Sol confirmó que la frase del manager John Deeble no fue solamente una sentencia lanzada para salir del compromiso, sino la verdadera filosofía de su equipo: "hace tres años, llegaron al Clásico a poner el nombre de Australia en el mapa beisbolero; hoy, han venido a ganar".

La poderosa artillería cubana había sido detenida , maniatada a solamente tres carreras gracias a la extraordinaria labor del abridor Travis Blackley y del relevo de Damian Moss y se necesitó de una genialidad del manager Higinio Vélez, quien sacó de la banca a Yosbany Peraza, para que éste le conectara el cuadrangular de la voltereta a Richard Thompson.

Peraza encontró a Yuliesky Gourriel en la inicial y desde que salió de la banca traía en mente sólo una cosa: poner la pelota en órbita. Con dos outs en la pizarra y perdiendo por marcador de 4-3, Vélez fue muy claro en sus instrucciones hacia su bateador emergente, y aunque Peraza llegó a dos strikes con un swing inmenso, nunca desistió de su idea, siguió buscando la barda y finalmente lo consiguió, haciendo estallar a una afición que desde una hora antes del inicio del encuentro estuvo poniendo el ambiente en la tribuna con su música y sus bailes.

La otra genialidad de Vélez llegó al encontrar al relevo perfecto, luego de que sus lanzadores habían lucido titubeantes. El abridor Aroldis Chapman, fue víctima de los nervios y su juventud le traicionó. En cuatro entradas admitió tres hits y los relevos de Norberto González, el histórico Pedro Luis Lazo y de Danny Betancourt estuvieron batallando constantemente para retirar a la ofensiva australiana. Pero llegó Ismel Jiménez con solo un out y situación comprometida en el séptimo rollo y, a pesar de llenar las almohadillas con pelotazo a Ben Risinger, pudo dominar al emergente Brett Roneberg, quien fue muy ansioso al irse por el primer lanzamiento, para apagar el ataque. Jiménez procedió a retirar sin daño la octava y la novena entradas para apuntarse la victoria, con un gran relevo de 2.2 innings sin hits ni carreras.

Valía la pena celebrar. El triunfo sufrido le da a Cuba el boleto para San Diego en la segunda ronda, apenas algunas horas después de que uno de los grandes favoritos, la República Dominicana, había quedado eliminado a manos de los Países Bajos.

Por su parte, los australianos tendrán que lidiar la batalla decisiva éste miércoles ante México. Un duelo sin mañana, en donde quien gane va a la segunda ronda y el que pierda se dirige a su casa. Para Australia, el no haber podido embasar a Trent Oeltjen, su primero en el orden, resultó clave en la derrota frente a los antillanos y saben que esa situación tiene que cambiar ante los locales.

Los aztecas, por su parte, enviaron a un contingente de scouteo al Foro Sol y de acuerdo a sus declaraciones al final del encuentro, tienen perfectamente identificados los puntos débiles del equipo australiano, situación que puede cambiar de forma drástica la tónica del juego de éste miércoles, sobre todo, tomando en cuenta que en su duelo anterior, los de Oceanía les propinaron una tremenda humillación.

Las esperanzas mexicanas estarán en el brazo derecho del tijuanense Jorge Campillo, que pertenece a la organización de los Bravos de Atlanta, y que conoce muy bien cómo lanzar en el Foro Sol, al ser producto de la organización de los Tigres de México en la Liga Mexicana. Con él, no hay fuego, no veremos lanzamientos de 90 millas por hora. Simplemente inteligencia, cambios de velocidad y mucha "moña" mientras se mantenga sobre la loma.

Una vez que Campillo abandone el centro del diamante, será la hora de Rodrigo López. El manager Vinny Castilla espera que entre sus dos serpentineros, puedan llevar al juego hasta territorios de Luis Ignacio Ayala y Joakim Soria, aunque hay que señalar que es muy fácil hacer planes, pero muy difícil cumplirlos ante un equipo que nunca se quita como Australia.

Cuba tiene ya su boleto en la mano, acompañará a Japón y Corea en el grupo de San Diego durante la segunda fase, pero el último invitado lo conoceremos la noche del miércoles con esa gran batalla entre México y Australia.