No es una empresa fácil la que le aguarda a Javier Aguirre, nuevo técnico de la selección mexicana de fútbol. No son estas las mismas circunstancias de su anterior pasaje por la dirección del TRI.
Heredar el bastón de mando en pleno hexagonal final, significa asumir problemas que no fueron resueltos por el técnico anterior, Sven Goran Eriksson y no existen garantías que Aguirre los pueda resolver.
Es verdad que es el coach que todos anhelaban, es verdad que conoce el medio, es verdad que el español es su idioma natural y es verdad que ha cosechado experiencia europea, lo que para muchos es esencial.
Sin embargo habrá que preguntarse si este Vasco que regresa, es el mismo que un día emigró al fútbol europeo. Y esa pregunta parte de un componente obvio, el fútbol mexicano no ha cambiado. Los mismos vicios de antes, los mismos problemas fuera de la cancha y ahora sumada la presión por el bajo nivel mostrado con el anterior técnico.
Con sus nuevos métodos de trabajo (la experiencia europea) ¿Javier Aguirre podrá mudar ese panorama?. Quizás el Vasco ya dejó de ser un técnico del fútbol mexicano y se convirtió en un técnico del fútbol europeo. Exactamente igual que Sven Goran Eriksson. Pienso que a ese simple detalle estará amarrada toda la suerte mexicana en este hexagonal final donde, quizás como nunca, está en serio peligro la clasificación al Mundial de Sudáfrica 2010.