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Sofocado el mercado de cambios

Luego del cumpleaños de George Steinbrenner parece ser un buen momento para recordar que la división de ingresos de Bud Selig ha nivelado el mundo del béisbol, con o sin tope salarial. En este siglo, ocho equipos diferentes han ganado nueve Series Mundiales, en comparación con siete equipos diferentes de la NFL que han ganando 10 Super Bowls, y cinco equipos de NBA que han ganando 10 campeonatos.

Pregúntale a Hal Steinbrenner y a John Henry cómo ellos están financiando la delicada balanza de poder. Pregúntale a Fred Wilpon, y te dirá que al 4 de julio los Marlins de Florida eran compradores y creían poder ganar la División Este de la Liga Nacional.

Víctor Martínez

Martínez

Pittsburgh está apenas 6.5 juegos atrás en la carrera por el comodín, pero no hay manera de que los Piratas consigan el comodín. Arizona, San Diego, Washington, Oakland, Cleveland, Kansas City y Baltimore están afuera. Toronto está a cinco juegos del comodín y dentro de la burbuja. Por lo demás, entre los tres grandes del Este de la Americana los contendientes están a cinco juegos entre sí; los Medias Blancas han alcanzado el tope de la salvaje carrera de la División Central de la Liga Americana, con tres equipos separados por cuatro juegos; Texas y L.A. están empatados en el Oeste de la Liga Americana; cuatro equipos están a dos juegos en el Este de la Nacional; cinco equipos están a cuatro juegos en la División Central de la Nacional; y mientras que los Dodgers están en la "Isla Mannygan" dentro del Oeste de la Nacional, los Gigantes y los Rockies están primeros y segundos tras el comodín.

Así es como funcionan las cosas con la división de ingresos y sin tope salarial. Las últimas 25 Series Mundiales han sido ganadas por 18 franquicias diferentes; los Yankees ganaron cuatro, y los otros equipos con campeonatos múltiples son los Mellizos, los Azulejos, los Medias Rojas y los Marlins.

Esto significa que probablemente no haya intercambios frenéticos en estas últimas cuatro semanas antes de la fecha límite.

A menos que se produzca una baja económica imprevista que obligue a los propietarios a recortar costos, los Indios no canjearán a Cliff Lee, y probablemente no moverán a Víctor Martínez. Para canjear a Lee, tendrían que recibir dos prospectos de pitcheo de primera y un excelente prospecto de bateo. El único club que podría ofrecer eso sería Boston, y Theo Epstein no entregará a Clay Buchholz, Junichi Tazawa, Casey Kelly o Josh Reddick. Si en Boston van a pagar un alto precio por un bateador en este momento, quieren a alguien joven, y sobre todo con posibilidades de reemplazar a Jason Bay en la campaña 2010. Kerry Wood podría encajar perfectamente en Tampa Bay, pero los Rays no pueden pagar su contrato.

Kansas City intentará canjear lanzadores y a Mark Teahen, pero Gil Meche tiene una cláusula que excluye la posibilidad de intercambio en su contrato, y Dayton Moore está orientado hacia obtener más pitcheo. Billy Beane ha explorado sus opciones con Matt Holliday, y aunque algo podría cambiar, Beane quiere el equivalente de dos selecciones No. 1 del sorteo; los Mets no estaban dispuestos a negociar sobre Fernando Martínez, de modo que Holliday no irá al Citi Field. Baltimore eventualmente moverá piezas del bullpen, pero con Jake Arrieta, Brian Matusz y Chris Tillman cerca de las mayores, los Orioles están al borde de volver a sus días de gloria.

Arizona no va a mover a Dan Haren. Con un sólido núcleo, de 26 años de edad o menos, los Diamondbacks explorarán el mercado con Jon Rauch, Chad Qualls, Felipe López, Doug Davis y Jon Garland. San Diego, con $28 millones en jugadores ingresados en la lista de lesionados y $18 millones en el roster activo, no puede mover a Jake Peavy, probablemente no pueda mover a Brian Giles, y tendrán que ver qué es lo que pueden conseguir a cambio de Scott Hairston y brazos secundarios como Kevin Correia, quien tiene a los Vigilantes interesados. Washington canjeará a Nick Johnson, Adam Dunn y prácticamente todos o cualquiera de sus jugadores de posición excepto Ryan Zimmerman, en tanto intentan modificar la constitución y el atletismo del equipo. Los Piratas están intentando reabastecerse sobre la marcha, lo que significa que Matt Capps, Freddy Sánchez, John Grabow y Adam LaRoche están sobre la mesa de discusión.

Es difícil para los Marineros canjear a Erik Bedard y a Jarrond Washburn estando en plena carrera por el Oeste de la Americana. Drayton McLane no va a permitir que los Astros echen todo por la borda, y con una rotación de agosto compuesta por Roy Oswalt, Felipe Paulino, Wandy Rodríguez y Bud Norris, pueden vender esperanza. Toronto está en la burbuja, y estará en plan de venta dentro de tres semanas. El enigmático Armando Ríos sería una figura interesante en el mercado.

La descarga contractual podrá generar fascinantes discusiones de cambios y ayudar a algunas franquicias a balancear sus finanzas, pero no necesariamente es positiva para la industria. Lo bueno para la industria es que, llegado el fin de semana del punto medio de la temporada, 22 de los 30 equipos tienen esperanzas -- dos de tres equipos por debajo de los .400 (Arizona y Cleveland) tienen peloteros jóvenes extraordinarios -- y los Marlins son compradores en su intento, no sólo de ganar el Este de la Nacional, sino de terminar con una quinta marca ganadora en las últimas siete temporadas.