Cayó la noche en la fecha límite de cambios y J.P. Ricciardi repitió su refrán. "Estamos hablando", dijo Ricciardi, "sobre Roy Halladay, y estamos hablando del mejor lanzador en el béisbol".
Ahora, algunos de ustedes fanáticos de Dan Haren y Tim Lincecum y Felix Hernandez y Johan Santana pueden debatir eso, pero encuesten a los jugadores y ellos estrían de acuerdo. El caballo de 32 años con marca de 142-70 y deseo de llevar a su equipo hasta el octavo episodio salida tras salida lo ha hecho el lanzador más respetado en el deporte.
"Especialmente", dijo Ricciardi, "cuando usted considera que él lanza en el Este de la Liga Americana".
Esta temporada, por ejemplo, Halladay ha hecho 8 aperturas en la división más ofensiva del béisbol, perdiendo en dos ocasiones ante Tampa Bay y registrando marca de 3-2 y efectividad total de 2.76, promediando 7 2-3 entradas en cada salida.
Cuando los Azulejos abrieron el piso al remate de su lanzador principal. Ricciardi dijo que tenía que ser "impresionado". Bueno, por más que trataron los Medias Rojas, Vigilantes, Filis, Dodgers y otros, nunca impresionaron lo suficiente a Toronto para forzar un intercambio. "Lo mejor es que lo tenemos para la próxima temporada", dijo Ricciardi, "y si estamos saludables podríamos ser contendores".
La vida en la división de los poderes de Uberdólares Nueva York y Boston, significa el vivir por períodos limitados de tiempo cuando pueden ser contendores.
Mire hacia delante al año final de Halladay, 2010. Ricky Romero tendrá sobre sus hombros un año estelar como novato. Bret Cecil habrá llegado. Tendrán a Shaun Marcum y Jesse Listch y a Scott Richmond para trabajar alrededor de las 200 y tantas entradas de Halladay.
Los Azulejos han hecho claro que los Medias Rojoas o los Yankees tendrían que sobre pagar. La economía de Toronto puede estar agobiada, la asistencia ha bajado, y la realidad del 2009 es que tenían que reducir la nómina en $200 millones, opuesto a los años de campeonato de 2002 y 2003, cuando tenían la nómina más alta en la Liga Americana, que nunca llegó a los $50 millones.
Así que ahora están de vuelta a la esperanza luego de tener suspendido en el aire a Halladay y cambiar a Scott Rolen por Edwin Encarnación, mientras esperan firmar nuevamente a Marco Scutaro.
"Aaron Hill (.287, 24 HR) es una estrella", dijo Ricciardi. "Adam Lind (OPS .906) está camino a convertirse en una, Travis Snider puede serlo, J.P. Arenciba va a ser un gran receptor de las ligas mayores".
"Y no hay duda en mi mente", asegura el gerente general, que como Halladay estará entrando en el último año de su contrato, "que Vernon Wells y Alex Ríos son mucho mejor jugadores de los que han ejecutado esta temporada".
Wells (.256, 10 HR, OPS .706) y Ríos (.265, .745), han tenido campañas flojas y tienen contratos que les hace difícil el mudarse, pero Wells es además un bateador de .281/.803 OPS, mientras Ríos promedia .281 y .803 OPS por vida.
"Si nos mantenemos saludables, con Cito (Gaston), podemos intentar una temporada de 90 victorias", dijo Ricciardi. "Tener a Doc a la cabeza de nuestro cuerpo de lanzadores nos hace pensar de esa manera".