<
>

Messi, Barcelona: ¿Quién miente?

Si tengo que creerle a alguien ese es al futbolista todopoderoso de las canchas que, además, jamás abrió un espacio de duda sobre su profesionalismo y amor por los colores del club que representaba. Pero estoy seguro de que no se ha dicho toda la verdad en el tema, de que hay algo más escondido por ahí que quizá nunca sabremos. Pero, existen, por otra parte, otras realidades, estas inobjetables: la caída del Barcelona, “el tocar fondo”, como ha dicho Piqué, el 2 - 8 ante el Bayern Munich y el final de una era futbolística gloriosa...

SAN DIEGO, California .- ¿Y si las cosas fueran al revés? ¿Si en realidad el Barcelona es el que desea desprenderse de Messi para así “salvar” algo de lo económico que finalmente no tendrá dentro de un año? ¿Y si lo viéramos desde el punto de vista de que Messi esté haciéndole “un favor” al Barcelona al irse ahora, mediante una negociación, que podría significarle al club un muy importante ingreso de 200 o 250 millones de euros?

No lo sé, pero tengo el presentimiento de que no todo lo que vemos en el tema es una realidad tajante. Hay muchas cosas que no se han dicho, que se guardan para el sigilo de un gran misterio donde uno o varios mienten y nadie encara la responsabilidad. Ni el club, afirmando que la relación se terminó y que es mejor finiquitarla hoy cuando puede salvar alguna remuneración económica, ni Messi, que está cansado, que lo hartaron y que no quiere saber nada del Barcelona. Hay un comportamiento cínico de ambas partes: De Messi, que a través de un “burofax” le da las gracias a una organización a la que le debe mucho) ¿se imagina usted como se sentirá el recalcitrante aficionado culé por ello? (y del Barcelona que se da el lujo de responder: “Queremos que cumplas tu contrato”.

Creo que hay una sola situación que no tiene vuelta: Messi no volverá jugar en el Barcelona. Y está bien, a menos de que seas un aficionado del Barcelona, para el resto, da lo mismo, que Messi juegue donde él quiera, siempre y cuando nos queden dos o tres años de su excelsa brillantez como futbolista.

Espero, también, que el futbolista y el Barcelona no entren en una disputa de tribunales que lo único que hará es desgastar y estropear una relación de casi 20 años que ha sido maravillosa para ambos. Para el club, que creyó, invirtió y apoyó al jugador y para el propio futbolista que cimentó la fama del barcelonismo y lo llevó a niveles extraordinarios.

Messi tiene el derecho de irse cuando quiera de donde quiera, pero no parece la forma, justo cuando el equipo atraviesa por una desesperada situación deportiva y quizá también por un apurado estado económico. Y la postura del Barcelona, la de su presidente Joseph Bartomeu, ha rayado en los sinvergüenzas, ha sido la de estropear, poco a poco, a un club que alcanzó un nivel extraordinario en la última época. Lo han hecho a través de decisiones malas y otras absurdas, de jugadores que no han terminado de rendirle al club lo que se pagó por ellos y de entrenadores que llevaron a la entidad hasta el grado de la ignominia y la humillación. Como lo ha dicho uno de los capitanes del equipo, Piqué, el día en que cayeron ante el Bayern de Múnich por 8 goles a 2: “Hemos tocado fondo”.

No creo que todos los “actores” de este entramado estén diciendo la verdad, pero si tengo que creerle a alguien, ese es a Messi, el futbolista todopoderoso de la cancha y que jamás esparció duda sobre su profesionalismo, entrega y cariño por la camiseta que dignamente representó. Si tengo que creerle a alguien, es a Messi...

@Faitelson_ESPN