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No esperen la final del 98

Son dos clubes de élite en el fútbol mundial pero sus palmarés europeos ponen un abismo entre ellos. Si la Juventus y el Real Madrid celebraron el mes pasado su título de liga número 33, sus glorias continentales no son comparables.

La Juventus ha conquistado la Copa de Europa (Liga de Campeones desde 1992) en dos ocasiones y tan solo después de su último título en 1996, el Real Madrid ha ganado el mismo trofeo en cinco ocasiones para totalizar once en su historia. Entre esos cinco se incluye el que le ganaron precisamente a la Juve en Amsterdam y que revivió el pedigrí europeo de los blancos al tiempo que frenó el ascenso de una Juve que aspiraba a su segundo título en su tercera final consecutiva.

La final de Cardiff, por duro que suene, enfrentará de nuevo al club más ganador y al más perdedor en la historia del torneo. Nadie, salvo la Juventus, ha perdido 6 finales de Champions y nadie, salvo el Madrid, ha levantado el máximo trofeo más de 7 veces. El Real Madrid tiene la mitad de derrotas en finales (3) que la Juve (6) en casi el doble de finales disputadas (14 vs 8). Claro que todo eso forma parte de la historia, una que no necesariamente afectará el futuro.

La de 1998 era una final con favoritismo para la Juve que tenía en sus filas a un Zidane ya considerado uno de los mejores del mundo (tres años después el Madrid lo convirtió en el más costoso), a Alessandro Del Piero, el mejor jugador italiano de su época y en la delantera a Filippo Inzaghi, uno de los tres mejores goleadores en la historia de las competencias de UEFA antes de que Messi y Cristiano llevaran esa lucha a otro nivel.

El Madrid era también un equipo poderoso pero sin el éxito de la Juve en las temporadas anteriores. Fue eliminado por la propia escuadra bianconera en cuartos de final dos ediciones antes y ni siquiera participó en cuatro ediciones del torneo entre 1992 y 1997. En el camino a aquella final en Amsterdam en 1998, la Juve ganó su vigésimo quinto Scudetto mientras que el Madrid apenas terminó cuarto en una liga que ganó el Barcelona con 11 puntos más que los merengues. Aun así las individualidades merengues avisaban que la final de esa Champions sería una batalla aparte: Raúl, Morientes, Mijatovic (el héroe goleador), Redondo, Seedorf y Roberto Carlos entre otros.

Adelantemos 19 años. La Juventus y el Real Madrid de este 2017 son equipos con muy pocas debilidades. Elegir un favorito no resulta sencillo. Si para hacerlo nos guiamos exclusivamente por el andar de cada club en el torneo, la Juve levanta la mano.

Hasta el gol de Mbappé en la vuelta de semifinales frente al Mónaco, la Signora sumaba 663 minutos sin permitir anotación y en todo el torneo permitió solo 3 goles en 12 partidos. Paulo Dybala llegó a su punto de maduración en el momento ideal y la ventaja en el campeonato local permitió a Allegri administrar a sus titulares en el último mes de torneo.

El Madrid cuenta con Cristiano y aunque su aporte en las últimas dos finales jugadas por los blancos no haya sido extraordinario, es el goleador histórico de la competencia y cerró la fase de eliminación directa con 8 goles en los últimos cuatro partidos. Luego están los famosos intangibles del fútbol. El peso de la historia, de la camiseta, el ADN ganador y cuanto cliché usted haya escuchado en este deporte. Pero por algo esas frases perduran en el tiempo y por algo el fútbol es uno de los pocos deportes difíciles de explicar más allá de los números. La cabeza dice que la Juve se lo lleva y quizás esta vez "el peso de la historia" se convierta en el "cambio de la historia".