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F1: Liam Lawson sigue perdido con el Red Bull

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Liam Lawson y los dos Alpine, afuera en Q1 para el sprint (3:29)

El neozelandés no encuentra ritmo con Red Bull y quedó último en el primer segmento de clasificación. Jack Doohan fue 16º y Pierre Gasly, 17º. Lewis Hamilton, el más rápido. (3:29)

El neozelandés no logró avanzar de Q1 en la clasificación para el sprint del GP de China. Después de la carrera de Australia necesitaba una mejora para convencer a los popes del equipo. Por ahora, en deuda.

Muchas notas, posteos, comentarios y publicaciones apuntaron a la presión que vive Jack Doohan dentro de Alpine. Hasta el director del equipo francés lo reconoció. Pero si hay alguien en el mudo de la Fórmula 1 que es capaz de oprimir al máximo a sus pilotos es Helmut Marko, el asesor de Red Bull y hombre que no tiene problema en bajarle el pulgar a cuanto corredor se le ocurra. Precisamente el austríaco es la espada de Damocles que tiene hoy Liam Lawson, el compañero de Max Verstappen.

El neozelandés desembarcó en Red Bull con apenas 11 Grandes Premios en su mochila, todos disputados en el segundo equipo de las bebidas energizantes (cinco con Alpha Tauri en 2023 y seis en Racing Bulls en 2024). Lawson se mostró aguerrido, rápido y firme para pelear posiciones, motivo que llevó a los popes de la escudería a promocionarlo directo a la butaca de la escudería de Milton Keyenes en reemplazo del despedido Checo Pérez. El mexicano tenía contrato firmado para 2025, pero ni llegó a estrenarlo: su rendimiento llevó a Marko y Chrstian Horner, el director, a bajarlo.

El test de postemporada de Abu Dhabi 2024 fue el momento que Red Bull le dio a Yuki Tsunoda (también piloto de la estructura austríaca) para probarse sobre el RB20, pero no convenció. Ya antes del ensayo la decisión estaba tomada. La esperanza estaba depositada en Lawson. Pero la historia comenzó torcida.

En Australia, el joven de 23 años estuvo muy lejos todo el fin de semana. Si bien un problema técnico en el RB21 lo dejó sin girar en el tercer entrenamiento, no logró avanzar de Q1 (fue 18º) en la clasificación. En carrera, con la lluvia y en una pista en la que jamás había corrido, todo terminó en despiste en la vuelta 44, pero nunca fue competitivo. De hecho, lo mejor que había logrado en esos giros fue tener detrás únicamente a los débiles Haas.

Con el alma herida y la necesidad de recuperarse, llegó a China. Pero no pasó. Sufrió un leve despiste en el arranque del único entrenamiento de la segunda fecha del año. Ya en la clasificación para el sprint, cometió yerros en casa giro lanzado y fue último. Trazar una comparación con su compañero de equipo en este caso sería una injusticia para el neozelandés, porque Verstappen está en otro planeta y destruyó a cada uno que se le sentó al lado. Pero, claramente, el Red Bull, por muy indócil que sea, no es un auto para no pasar de Q1. Habrá que ver cuánto tiempo más le da Marko antes de meter mano. Los antecedentes de cambios están, se le puede preguntar a Daniil Kvyat, Alex Albon, Daniel Ricciardo, Nyck de Vries, Pierre Gasly y Checo Pérez.