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Aaron Rodgers se lesiona el tendón de Aquiles: ¿Qué le depara el futuro a los Jets?

Las consecuencias de la lesión de Aaron Rodgers repercutirán en toda la NFL, por lo que naturalmente surgen varias preguntas. Empecemos con las más importantes.

Las esperanzas te matan.

Los mismos aficionados de los New York Jets que rugieron para darle la bienvenida a Aaron Rodgers mientras saltaba al terreno en la noche del lunes quedaron silentes luego de un gran total de cuatro saques. Rodgers se lesionó el tendón de Aquiles en la victoria de su nuevo equipo sobre los Buffalo Bills en Monday Night Football, poniendo fin a su temporada.

La gélida mirada del entrenador de los Jets Robert Saleh ante la idea de ver a Zach Wilson asumiendo nuevamente el puesto de mariscal de campo lo dijo todo: seis meses de alegrías y emociones disipados en cuestión de segundos. Aparentemente, Rodgers se dio cuenta en el terreno de que había sufrido la ruptura, haciendo gestos de negación con la cabeza dirigidos a la línea de banda y se sentó antes que lo ayudaran a ir al vestuario.

Con la noticia de su lesión, naturalmente surgen varias preguntas que deben ser respondidas. Ninguna será especialmente sencilla para la afición de los Jets, pero las consecuencias de la dolencia de Rodgers repercutirán en toda la NFL. Despeguemos la curita y empecemos con la cuestión más dolorosa:

¿La lesión de Rodgers deja a los Jets fuera de la pelea por el campeonato en 2023?

Sí, siendo realistas. Vimos cómo una versión de este equipo con Wilson y una gran defensiva no logró acercarse a competir por un cupo en los playoffs durante la temporada pasada, cuando necesitaba de cinco triunfos sobre equipos con quarterbacks suplentes para terminar con récord 7-10. Salvo un desempeño excepcional por parte de Wilson en el transcurso de la temporada (distinto a lo que vimos en la noche del lunes), o la llegada de una solución totalmente inesperada, los Jets no pueden mantener las expectativas de competir con los Bills, Bengals, Chiefs y otros equipos de primer nivel en la AFC durante toda una campaña y hacia la postemporada.

Recordemos: Todas las preocupaciones que algunos de nosotros teníamos sobre este equipo con la presencia de Rodgers siguen vigentes con Wilson. A pesar del nivel mostrado por la defensiva en el torneo anterior, fue la unidad con mejor salud de todo el fútbol americano y es poco probable que eso se repita. (Los Jets ya perdieron al profundo titular Chuck Clark para toda la campaña, y no contó con su ala defensiva Carl Lawson para el encuentro contra los Bills).

La línea ofensiva sigue siendo una gran incógnita, al igual que su coordinador ofensivo Nathaniel Hackett. Los Jets juegan un calendario brutal de inicio de temporada y se enfrentan a la cuarta programación más complicada de la NFL, según el Football Power Index de ESPN. Estas incógnitas no se resolverán en el futuro cercano.


¿Podrán los Jets seguir siendo un equipo con opciones para los playoffs 2023?

¡Sí! Aún les falta mucho por jugar, con 16 partidos pendientes en el calendario. Wilson no ostentó el mejor nivel el año pasado y no proyecta mejorar mucho esta temporada, pero al menos los Jets tienen una fórmula de la que pueden depender para mantener sus aspiraciones de ganar partidos por el resto del torneo. Vimos esa fórmula en pleno desarrollo durante el Monday Night Football.

Todo comienza con su defensiva, que mantiene proyecciones de nivel estelar, incluso con menor suerte con las lesiones para 2023. Si bien es cierto que el grupo liderado por Saleh fue uno de los mejores de la NFL hace una temporada, hubo algo que brilló por su ausencia: forzar al rival a perder balones. Los Jets forzaron 16 pérdidas de balón el año pasado, ubicándose en el puesto 29 de la categoría, lo que parecía totalmente fuera de línea con sus logros del torneo. Vimos cómo forzaron a Josh Allen a perder cuatro balones en el juego contra Buffalo, y probablemente necesitarán que su defensiva alcance el Top 10 de la categoría si desean clasificar a la postemporada en la AFC. La ofensiva necesitará que otras partes de su roster generen anotaciones, tal como lo hicieron los Jets en la Semana 1 cuando Xavier Gipson tomó una devolución en tiempo extra para sellar el dramático triunfo.

En lo que respecta a la ofensiva, hubo algo que le salió bien a los Jets en Monday Night Football y que podría hacer la diferencia a su favor. Breece Hall fue el hombre más destacado de la noche: el prometedor corredor (que juega su segundo año en la liga) volvió de su lesión de ligamentos en la rodilla izquierda y mostró pocas señales de desgaste. Hall empezó el partido con una corrida de 26 yardas, agregó un acarreo de 83 yardas en el segundo cuarto y terminó con 10 acarreos y 127 yardas en total. Sólo jugó 17 saques a la ofensiva, pero su actuación debe ser considerada como señal auspiciosa de su nivel tras la dolencia.

Hall se perdió la mayor parte de la temporada pasada; por ello, es de esperar que su presencia pueda ayudar a los Jets si hacen la transición para convertirse en un equipo fundamentalmente basado en las corridas. Dalvin Cook tuvo una jornada discreta en su debut con los neoyorquinos, pero tener dos corredores de primer nivel podría ser una bendición disimulada. Ahora todo depende de Hackett, que llegó a los Jets luego de una temporada desastrosa en Denver, como parte del intento del equipo conocido como "Gang Green" para persuadir a Dodgers, para que éste construya ese juego de corridas y un ataque complementario de pases que sea viable.


¿Hay mariscales de campo disponibles en el mercado que puedan competir con Wilson?

Como probablemente entiendan, no hay muchos mariscales de campo de primer nivel disponibles en el mercado de agentes libres o escondidos en las bancas de sus equipos. Una cosa es requerir un quarterback en la fecha límite de cambios, cuando los equipos han quedado fuera del panorama de los playoffs y pueden empezar a pensar en el 2024. Estamos en la Semana 2 del torneo. Todos los equipos se mantienen en la pelea por los playoffs. Nadie querrá negociar a su mariscal titular o a un veterano con experiencia.

Con la posibilidad de que Rodgers vuelva en 2024, los Jets no canjearán futuros puestos de selección en primera ronda del draft con la intención de hacerse con un mariscal de campo para la temporada 2023. El sitio lógico para buscar primero es el mercado de agentes libres, donde podrían hacerse con los servicios de un veterano para presionar a Wilson. El otro mariscal de campo presente en el roster es el pasador del equipo de prácticas Tim Boyle, que tiene rating de por vida de 54.5 en 106 intentos de pase.

Un agente libre lógico por considerar sería Joe Flacco, que pasó entre 2020 y 2022 en el roster de New York. La ofensiva cambió con la llegada de Hackett en sustitución de Mike LaFleur, por lo que Flacco no podría asumir el puesto de inmediato, pero al menos estaría familiarizado con los rostros presentes. Chris Streveler, que fue el cuarto mariscal de campo del roster y jugó brevemente durante la derrota ante los Jaguars del año pasado, también está en el mercado.

Varios titulares del 2022 (o de años anteriores) están fuera del fútbol americano. No serían exactamente incorporaciones al nivel de Rodgers, pero podrían representar una mejoría con respecto a Wilson, especialmente si el juego de carreras y la defensiva juegan a alto nivel.

El candidato más obvio sería el de Carson Wentz, que no ha firmado ni ha sido objeto de gran interés (al menos en público) tras su puesta en libertad de los Commanders en febrero pasado. Ha jugado con tres equipos en tres años sin dejar muchos simpatizantes en Filadelfia, Indianapolis o Washington, pero mantiene su brazo con calibre de NFL y está a dos años de distancia de merecer altas exigencias de selecciones del draft en algunas negociaciones. El QBR de Wentz (34.4) está a cuatro puntos por debajo de la marca de Wilson de hace un año; sin embargo, Wentz generó 60.6 QBR en su complicado paso por los Colts de hace dos años.

Matt Ryan sustituyó a Wentz la temporada pasada y perdió rápidamente el puesto en Indianápolis; sin embargo, alguna parte interesada podría atribuir parte de la culpa a una porosa línea ofensiva e interferencias de los dueños del equipo en la toma de decisiones. Actualmente, Ryan labora para la cadena CBS, pero llama la atención que no presentó documentos de retiro ante la NFL. Puede que no haya entregado dicha documentación estrictamente para cobrar los $12 millones garantizados por los Colts en 2023, pero los Jets tendrían dificultades para conseguir a otro jugador con experiencia similar.

Ryan y Wentz son los dos jugadores que fueron titulares en 2022 actualmente disponibles en el mercado de agentes libres. Asimismo, los Jets también podrían considerar jugadores de segunda o tercera categoría de hace un año, un grupo que incluye a Nick Foles, Colt McCoy, Chase Daniel y Mike Glennon. Al igual que Wentz, Foles formó parte de la organización de los Eagles durante el paso por Filadelfia del actual gerente general de los Jets Joe Douglas, aunque Douglas no estuvo presente cuando Foles fue originalmente tomado en el draft por el entrenador Andy Reid en 2012.

Es probable que ninguno de ellos llegue, por diversas razones. Tom Brady ya no tiene contrato de NFL tras la anulación de su pacto con los Buccaneers, pero el legendario mariscal de campo ha insistido en que su segundo retiro es el definitivo. Asimismo, Brady ha intentado convertirse en accionista minoritario de los Raiders, y si esa transacción ya se ha consumado es difícil imaginar que la NFL permita que el dueño de un equipo de la liga juegue para otro. También es probable que Brady no le agrade la idea de jugar con una franquicia de la misma división de los Patriots, que acaban de anunciar la exaltación del quarterback de 46 años a su Salón de la Fama para el próximo año.

El nombre de Philip Rivers ha sonado reiteradamente cuando surge una vacante en los equipos de la NFL desde el año pasado. Surgieron informaciones que indicaban que los 49ers lo tenían considerado como plan de contingencia si necesitaban de un mariscal de campo titular para el Super Bowl hace un año; sin embargo, cuesta pensar que el jugador de 41 años sería una opción de primer nivel luego de pasar más de dos temporadas alejado de la actividad del fútbol americano.

La mayoría de los quarterbacks del pasado de Hackett ya se han retirado del fútbol americano o están dentro de un roster. Una excepción es la de Brett Rypien, suplente de Russell Wilson en Denver el año pasado y ahora forma parte del equipo de prácticas de los Rams. PJ Walker, John Wolford y David Blough juegan con diversos equipos de prácticas en la NFL y podrían adquirirse a precio módico si los Jets así lo desean.

Es cierto que la mayoría de los equipos no tienen un mariscal de campo de sobra que pudiera ser adquirido por los Jets mediante un canje. Suplentes de la talla de Jameis Winston y Sam Darnold son necesarios para los Saints y 49ers, respectivamente, para mantener su profundidad. Una posibilidad realista podría ser la de Case Keenum, que esencialmente labora como jugador-entrenador de los Texans. Podría preferir mantenerse en Houston (y los Texans valorarían su presencia para ayudar a formar a C.J. Stroud, segundo elegido del draft), pero la oportunidad de jugar encuentros importantes con un contendor a los playoffs por última vez podría serle atractiva al quarterback de 35 años.

Todas estas especulaciones podrían ser inútiles. Si hay alguien que mantenga la fe en Wilson, probablemente son Douglas y Saleh, que lo tomaron en el segundo puesto del draft de 2021. Si bien es cierto que se han disipado las esperanzas de que se convertirá en el mariscal de campo del futuro de este equipo, es notable que los Jets no hicieron una inclusión más significativa para suplir a Rodgers esta temporada baja. En la rueda de prensa pospartido de este lunes, Saleh indicó que Wilson será el nuevo primer mariscal de campo desde ahora. Saleh no siempre ha sido totalmente fidedigno a la hora de referirse a Wilson, pero sospecho que los Jets están dispuestos a convencerse de que Wilson es mejor que cualquier otra opción realista disponible.


¿Qué equipo aumenta sus probabilidades de clasificar a los playoffs con el debilitamiento de los Jets?

Nadie desea ver a un jugador sufriendo una lesión que ponga fin a su temporada, pero algunos equipos mejoran su situación ahora que los Jets no tienen en su roster el mismo calibre de mariscal de campo. Una AFC aguerrida, con 14 equipos con aspiraciones de jugar en playoffs, se sentirá mejor sobre sus posibilidades colectivas de imponerse a los Jets, incluso si la defensiva de los neoyorquinos juega a un gran nivel.

El candidato obvio al puesto de equipo mejor ubicado para impulsar sus probabilidades tras la lesión de Rodgers es, precisamente, el rival de los Jets en Monday Night Football. Los Bills presenciaron la derrota de los Chiefs este jueves y los Bengals cayeron apaleados por los Browns el domingo. Los Ravens triunfaron, pero perdieron algunos titulares en el proceso. Los Chargers perdieron. Cuando Rodgers se lesionó para poner fin a su temporada, todo parecía indicar que los Bills asumían el puesto de piloto de la AFC.

Por el contrario, Buffalo perdió cuatro balones en una actuación llena de baches y perdieron ante los Jets liderados por Wilson por segunda temporada consecutiva. Ahora, el equipo que parece haberse beneficiado más de los resultados de la Semana 1 son los Dolphins, que tuvieron una brillante actuación ofensiva en su victoria sobre los Chargers, junto con la derrota de prácticamente todos los contendores significativos en la AFC. Las probabilidades de que Miami clasifique a la postemporada, considerando su victoria tempranera y la ausencia de Rodgers en la AFC Este, deben haber aumentado dramáticamente en comparación a su situación previa a la primera semana de la temporada.


¿Los Jets debían mantener cautela ante la posibilidad de que Rodgers sufriera una lesión importante?

La verdad, no. Una ruptura del tendón de Aquiles es un acontecimiento absolutamente extraño. La lesión se produjo sobre una grama mojada como consecuencia de un torrencial aguacero que cayó sobre el área metropolitana de Nueva York antes del partido. Las lesiones del tendón de Aquiles se han producido más frecuentemente sobre grama artificial en vez de césped natural, pero no creo que hubiera alguien capaz de pronosticar que Rodgers sufriría una lesión que pondría fin a su temporada antes de concluir su primer cuarto vistiendo el uniforme de los Jets.

Al mismo tiempo, es realista la idea de que Rodgers es más susceptible a las lesiones siendo un mariscal de campo cercano a cumplir 40 años. Brady pudo mantenerse sano, pero es la excepción a todas las reglas. Peyton Manning se lesionó el cuádriceps derecho en 2014 y la fascia plantar de su pie izquierdo en 2015, jugando con 38 y 39 años respectivamente. Drew Brees se lesionó el pulgar derecho chocando con el casco de Aaron Donald a los 40 años y se enfrentó a dolencias de manguito rotador, costillas, colapso de pulmón y molestias de fascia plantar. Hasta Brett Favre, legendario por su durabilidad, se desgarró el bíceps derecho jugando a los 39 años con los Jets, antes de lidiar con serias molestias de tobillos y hombros a los 41 años vistiendo el uniforme de los Vikings.

Quizás era imposible predecir que Rodgers se perdería toda la temporada, aunque también podría ser ingenuo creer que el escenario más probable era que Rodgers jugara 17 partidos de una temporada con plena salud. Mientras los Jets planifican su 2024, no pueden contar con un Rodgers cercano al 100 por ciento durante toda una campaña.


¿La línea ofensiva de los Jets puso en riesgo a Rodgers?

Previo a esta temporada, la línea ofensiva de los Jets era teóricamente su mayor debilidad. Si bien vimos jugar a Rodgers detrás de dicha línea con cuatro saques, todo parece indicar que esos temores eran válidos. Rodgers fue impactado en sus tres dropbacks, incluyendo la captura que produjo su lesión en el tendón de Aquiles. ¿Esos impactos fueron responsabilidad de su línea ofensiva, especialmente de los tackles Duane Brown y Mekhi Becton?

Nuevamente, no del todo. Los problemas afectaban más a todo el ataque, en vez de atribuirse al juego de la línea en sí. Y cuando un jugador de la línea ofensiva tuvo la culpa, no fue aquel a que esperaban culpar los seguidores de los Jets.

En el primer dropback de Rodgers, Brown y Becton intentaron cortar a las alas defensivas de Buffalo. Ninguno hizo un trabajo espectacular, pero son bloqueos diseñados y utilizados por los equipos como parte de sus conceptos de juego rápido para ayudar a crear carriles de lanzamiento. Rodgers quería lanzar el ovoide a su excompañero Allen Lazard, pero estaba cubierto y no había otro receptor disponible. Rodgers retuvo el balón antes de esquivar a Greg Rousseau y lanzarla fuera del terreno.

La segunda jugada fue una presión verdadera, pero fue producto de un bull rush de Rousseau contra el jugador que suele ser considerado como el mejor miembro de la línea de los Jets: el guardia Alijah Vera-Tucker, que juega su tercer año en la NFL. Rousseau derribó a Rodgers, pero los Jets fueron objeto de un castigo por incursionar contra el apoyador Terrel Bernard.

Su tercer y último dropback fue otro intento de corte de Brown, que no consiguió mucho de Leonard Floyd. Una vez más, el bloqueo implica que el balón debe salir rápidamente, pero aparentemente a Rodgers no le agradó la idea de lanzar el ovoide en ese lado a Garrett Wilson. Retuvo el balón por casi cuatro segundos antes de que Floyd llegara a la meta, y Rodgers se lesionó mientras intentaba escapar del derribo.

Se puede debatir la decisión de tener a un tackle de 38 años que acaba de recuperarse de una lesión de hombros replegarse y cortar dos veces en tres jugadas como parte de tu libreto táctico (y no creo que Brown pueda poner esos intentos en el resumen de jugadas más destacadas de su carrera), pero lo que intentaban hacer los Jets es evidente. Querían intentar desacelerar la presión al pasador de Buffalo para darle a Rodgers pases completos y rápidos contra una presión temible, a la vez que protegían sus tackles para evitar que aguantaran demasiado tiempo en la protección. A partir de allí, lo que ocurrió se debe en parte a bloqueos deficientes, en parte a la óptima defensiva de los Bills y en parte, por lo hecho por el propio Rodgers. Más que nada, esas presiones que redundaron en un talón de Aquiles desgarrado son un caso de pésima suerte.


¿Cómo repercute la lesión en los términos del canje con los Packers?

Si hay algún aspecto positivo tras la pérdida de Rodgers, es que los Jets podrían consolarse con mantener su puesto de selección en primera ronda del draft 2024. Los términos del canje con los Packers para hacerse con los servicios de Rodgers hacían sumamente factible que la selección de los Jets en primera ronda fuera transferida a Green Bay, considerando que Rodgers debía jugar el 65% de los saques ofensivos de los Jets para invocar el cambio. Eso implica que Rodgers debía jugar poco más de 11 encuentros, lo que ahora es imposible tras la lesión.

Por el contrario, los Jets enviarán su selección de segunda ronda del draft 2024 a los Packers. No será tan dramático como podría parecer para Green Bay, ya que un Rodgers sano probablemente generaría una selección en la mitad posterior de la primero ronda, mientras que unos Jets con Wilson como mariscal de campo podría redundar en el envío de una selección en la primera mitad de la segunda ronda. Los Jets podrían utilizar esa selección de primera ronda para agregar ayuda en la línea ofensiva para Rodgers en la próxima temporada baja.


¿Podrán Rodgers y los Jets ser un equipo con posibilidades de disputar el campeonato en 2024?

Muchos elementos que alentaron el optimismo por los Jets en 2023 volverán la próxima temporada. Tienen algunos agentes libres notables esta temporada baja como Cook, Lawson, Brown y el profundo Jordan Whitehead; pero el núcleo de jugadores que esperaban competir por un título de la mano de Rodgers debería volver casi en su totalidad. La línea ofensiva necesitará mayor atención, pero la mayoría de la defensiva se mantendrá en su sitio actual.

¿Seguirá siendo Rodgers un mariscal de campo con calibre de campeonato para entonces? Es imposible decirlo. No tuvo su mejor nivel jugando el año pasado con los Packers con 38 años a cuestas, en parte porque jugó con una lesión en su pulgar derecho. Ahora se lesiona el tendón de Aquiles a los 39.

No existe un historial óptimo de mariscales de campo sanos que hayan jugado a nivel de Super Bowl mientras se acercaban a los 40 años, y mucho menos después de haber sufrido lesiones serias. Dan Marino pudo volver tras desgarrarse el tendón de Aquiles en 1993 y mantener su nivel acostumbrado, pero lo hizo a los 34. Rodgers aprovechará los próximos 12 meses para rehabilitarse y volver a un nivel óptimo para jugar fútbol americano de la NFL en la temporada 2024. Sin embargo, su forma reciente, los efectos de la lesión y la típica curva de envejecimiento que sufren hasta los mejores mariscales de campo sugieren que se acercará más al Rodgers del 2022 que a aquel jugador que alzó dos premios consecutivos al Más Valioso en 2020 y 2021.