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Oficiales de NFL bajo escrutinio por castigos no marcados

Los réferis que no marcaron la interferencia de pase a la defensiva contra los Packers ante Chiefs, también fallaron en una jugada en Atlanta


El cuerpo de oficiales que no marcó un flagrante y posiblemente decisivo castigo de interferencia de pase durante el partido del domingo por la noche pasado entre los Kansas City Chiefs y Green Bay Packers tampoco marcó una jugada similar una semana antes en Atlanta, en una jugada que recuerda a uno de los castigos no marcados más polémicos en la historia de la NFL.

Con Kansas City intentando una serie para empatar el partido en el último minuto en el Lambeau Field, el quarterback de los Chiefs, Patrick Mahomes, lanzó un pase profundo al receptor abierto Marquez Valdes-Scantling, sin embargo, el esquinero de los Packers, Carrington Valentine, pareció montarse en la espalda de Valdes-Scantling antes de que llegara el balón.

La banca de los Chiefs pedía a gritos un castigo por interferencia de pase, mientras Valdes-Scantling levantaba los brazos en busca de que cayera un pañuelo que nunca lanzaron. Los Packers terminaron ganando 27-19.

Los oficiales son evaluados en cada jugada de cada partido. El cuerpo de oficiales de la liga analiza el desempeño de cada réferi, tanto por los castigos que marcan como por los que no. Esa revisión da como resultado una calificación que juega un papel importante al momento de determinar cómo ayudar a los oficiales a mejorar su desempeño, así como decidir qué oficiales llegarán a los playoffs. También hay evaluaciones en fin de año para cada oficial.

El ex vicepresidente de oficiales de la NFL, Dean Blandino, dijo esta semana que el castigo no marcado sobre Valdes-Scantling fue el castigo no marcado más evidente que ha visto desde el Juego por el Campeonato de la NFC del 2018 entre Los Angeles Rams y New Orleans Saints.

El cuerpo de oficiales que dirigió el partido entre Packers y Chiefs, encabezado por Brad Allen, también estuvo a cargo del juego entre Saints y Falcons el 26 de noviembre en Atlanta, donde hubo otra polémica interferencia de pase no marcada.

Con 4:07 por jugar en el segundo cuarto, en segunda y 9 desde la yarda 23 de los Falcons, el quarterback de los Saints, Derek Carr, lanzó un pase al corredor Alvin Kamara, quien estaba siendo defendido por el apoyador Kaden Elliss. El pase cayó incompleto en una jugada en la cual Ellis nunca volteó para defender el balón, sin embargo, el equipo de Brad Allen no marcó la interferencia de pase.

El Superdome y la organización de los Saints estaban furiosos porque no se marcó la interferencia de pase en la jugada, lo que obligó a los Saints a patear un gol de campo y recortar su desventaja a 14-9 con 3:54 por jugar en la primera mitad. Los Saints (5-7) terminaron perdiendo el partido 24-15 y están detrás de los Falcons (6-6) en la NFC Sur.

Las interferencias de pase no marcadas no son algo nuevo para los Saints, quienes experimentaron una interferencia de pase no marcada en el Juego por el Campeonato de la NFC contra los Rams en la temporada del 2018, cuando el back defensivo de Los Angeles, Nickell Robey-Coleman, no fue sancionado por una interferencia de pase flagrante cerca del final del tiempo reglamentario. Si el cuerpo de oficiales dirigido por Bill Vinovich hubiese marcado el castigo, New Orleans probablemente habría llegado al Super Bown en lugar de Los Angeles.

El equipo de Brad Allen estará bajo mayor escrutinio en el partido de este domingo entre los Houston Texans y New York Jets en el MetLife Stadium. Muchos, incluyendo la NFL, estarán atentos para ver si hay otra decisión que provoque la ira de los equipos como ocurrió en las últimas dos semanas.