Tantos años de superclásicos dejaron partidos para el recuerdo, inolvidables. A continuación repasamos algunos de esos encuentros, tanto por torneos locales como por internacionales.
LA GRAN GOLEADA
Fue un 19 de octubre de 1941: ese día, River venció por 5-1 a Boca en el Monumental y logró el resultado más abultado ante su clásico rival. El gran Ángel Labruna abrió la cuenta y lo siguieron Moreno, Deambrosi (por dos) y Adolfo Pedernera, mientras que Mario Boyé descontó para el Xeneize.
LA GALLINITA DE TEVEZ
Por la Libertadores de 2004, esta vez en semifinales, se vivió otro duelo recordado. En la ida ganó Boca 1 a 0 con gol de Schiavi, en el día del "arañazo" de Gallardo, hoy DT de River, al Pato Abbondanzieri. En la vuelta, en el Monumental, Boca perdía pero lo empató con gol de Tevez, que fue expulsado por festejar haciendo los movimientos de una gallina. Nasuti sobre la hora llevó el match a la definición desde los 12 pasos. Y allí, el Pato Abbondanzieri se vistió de héroe: le atajó el último penal a Maxi López, para que luego Javier Villarreal pusiera al Xeneize en otra final copera.
LA ATAJADA DE BAROVERO
Por la semifinales de la Copa Sudamericana 2014, el River de Gallardo se enfrentaba al Boca de Arruabarrena. En la ida, en cancha del Xeneize, empataron 0 a 0 en un partido con pocas emociones. En la revancha, Boca tuvo una opción inmejorable para asegurar la serie: un penal a los 15 segundos de juego. Lo pateó Gigilotti y Barovero fue la gran figura, atajando el remate del delantero azul y oro. Después, Pisculichi clavó un golazo para el 1 a 0 que le dio a River el pasaje a la final. Luego, el Millonario sería campeón. Fue el primer título de Gallardo como técnico.
OTRO PENAL PARA FESTEJAR
La tapada de Barovero fue clave para ese gran triunfo millonario, pero un año más tarde, otro penal, en este caso ejecutado por River, fue fundamental: lo marcó Carlos Sánchez por los octavos de final de ida de la Copa Libertadores 2015. Esa ventaja les permitió a los de Gallardo llegar a La Bombonera con más tranquilidad, para tras el bochorno del gas pimienta, pasar a cuartos de final y luego ser campeones.
UN PARTIDO INOLVIDABLE
Por la última fecha del Nacional ’69, River recibía a Boca en el Monumental. El Xeneize llegaba mejor parado, ya que el empate le alcanzaba para ser campeón. Boca arrancó ganando con dos goles de Madurga, aunque River descontó y lo igualó más tarde. Pero no le alcanzó. Y la visita dio la primera vuelta olímpica de su historia en River, en la jornada que quedó marcada por la celebración en medio de los grifos abiertos por los empleados del club local. El ejemplo lo dieron en las tribunas: la hinchada de River aplaudió al campeón. Sí, de no creer en estos tiempos de tanta intolerancia y fanatismo.
EL CLASICO DE MARADONA Y RIQUELME
El 25 de octubre de 1997 marcó la despedida de Diego Armando Maradona. Y la llegada de otro gran ídolo: Juan Román Riquelme. El Diego no salió a jugar el segundo tiempo en el Monumental y fue reemplazado justamente por Román, quien ya venía mostrando pinceladas de su talento. Así, daba los primeros pasos uno de los máximos ídolos del club de la Ribera. El partido terminó con victoria de Boca, por 2 a 1.