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Daniel Cataño pasó del infierno al cielo en 363 días

Cataño celebra el título junto a Leo Castro. EFE

Se terminó. La final histórica entre Nacional y Millonarios llegó a su final dejando al Embajador como el nuevo campeón del FPC tras imponerse desde los doce pasos. El cuadro bogotano logró un campeonato que revalidó el proceso de Gamero, alivió presiones a un plantel que buscaba el título hace años y que también funcionó como revancha personal para el futbolista Daniel Cataño, quien hace casi un año tuvo una noche para el olvido en otra final del FPC.

Era el 26 de junio de 2022. Deportes Tolima recibió a Nacional en la segunda final del primer semestre. El Verde viajó a Ibagué con una ventaja de 3-1, llegaba con confianza pero con la seguridad de que el equipo de Hernán Torres no iba a darse por vencido. Y así fue.

El Pijao consiguió dos goles de ventaja en casa. Olivera en contra y Juan Fernando Caicedo alimentaron la ilusión de la remontada. Una jugada en el minuto 53 cambió el destino de la final: Tolima contó con un penal a favor y Daniel Cataño tuvo la responsabilidad de rematar. Tomó el balón y enfrentó al portero que hoy estuvo defendiendo el arco de Nacional, Kevin Mier.

Cataño remató, optó por un disparo hacia la izquierda de Mier y el arquero tapó. En el intento de capturar el rebote, el futbolista fue con vehemencia sobre el '1' y terminó yéndose expulsado. Finalmente, Nacional encontró un gol de Barrera sobre la hora y se consagró con la estrella 17.

Lo que vendría después para Cataño sería una pesadilla, en propias palabras del futbolista. "Ha sido duro para mi familia por los insultos, las amenazas. Nos toca quedarnos en casa en el día libre porque sabemos que los ánimos no están calmados del todo", comentaba el actual '10' del cuadro bogotano por aquel entonces. Y se descargaba: "Lo único que puedo decir es que no lo hice de mala fe, cobré el penal hacia el lado donde más seguro me sentía. Son cosas que pasan, no me vendí, solamente quiero seguir jugando al fútbol".

Su futuro tras ese penal estuvo alejado del Vinotinto y Oro. Con deseos de cambiar de aires, Cataño analizó opciones y terminó aterrizando en Bogotá para sumarse al elenco de Alberto Gamero, que aún en ese entonces seguía en busca de la ansiada estrella.

La irrupción de Cataño fue más que positiva para el Embajador. Se convirtió en pieza fundamental y motor futbolístico junto a Mackalister Silva. Convirtió goles y repartió asistencias. Se ganó la '10' y el cariño del público. Su rendimiento fue tan bueno que la directiva optó por renovar su vínculo con la institución. En este 2023 mejoró su nivel y coronó con la estrella 16 del Azul siendo titular y uno de los jugadores destacados.

363 días despúes, un 24 de junio, Cataño pasó de la tristeza a la alegría, de la decepción a la fiesta del camerino. El propio jugador analizó lo que le tocó vivir y, en charla con Win Sports, agregó: "Hace un año estaba llorando a esta misma hora en el camerino, en mi habitacion. Recibi miles de amenazas y hoy todo cambió. Si tocaba patear, pateaba pero todos sabían lo que habia pasado. El grupo me resplada, desde que llegué me ayudaron, me arroparon y sabía que ibamos a ganar".

Hoy cataño es feliz, celebrará toda la noche en Bogotá con sus compañeros y podrá decir que finalmente es campeón de la Liga de Colombia.