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Layún y Moreno del Tri, la bestia dormida

GLENDALE -- Es cuestión de semántica. Juan Carlos Osorio usa un término de la psicología deportiva: inhibición, para explicar cuando México bajó la guardia y el voltaje tras el 1-0 a Uruguay y la expulsión de Vecino.

Miguel Layún y Héctor Moreno disienten del término inhibición, pero no de la explicación conceptual del fenómeno.

De hecho coinciden con Osorio. Es decir, más allá del entorno idiomático, llegan al mismo destino, y coinciden con la afirmación del técnico colombiano: "nadie les pidió que se echaran atrás".

Y el triángulo dialéctico entre Osorio. Layún y Moreno, se enriquece porque cada quien lo mira con el propio cristal de su verdad.

EL 1-1 LOS ESTREMECE…

Miguel Layún habla de cómo el equipo pasó del dominio a la amnesia sobre sus obligaciones, y de ahí, a la angustia del empate y la igualdad numérica tras la expulsión de Andrés Guardado.

Un acto de contrición valiente y oportuno. Para Layún, es el reflejo de la capacidad de la selección mexicana para revocar sus propios errores, pero, también para asimilar sus propios aprendizajes.

"Perdimos el control por momentos cuando tuvimos un hombre de más y la ventaja en el marcador. Ya no tuvimos la conexión que buscábamos y Uruguay nos presionó muy bien. Caímos en desaciertos que les permiten a ellos ponerse en el 1-1", comentó Layún.

"Y ese gol del empate fue un baldazo de agua helada. Entonces supimos reaccionar ante ese momento anímico por el que atravesaba Uruguay y tomar el control un poco mejor del partido en el momento oportuno", añade.

Se le explica que Juan Carlos Osorio habla de inhibición cuando tuvieron esa doble ventaja en el marcador y numérica.

"No creo que nos inhibiéramos. Creo que más bien me iría por el lado de que teníamos una ventaja ante un rival importante, de jerarquía, y tal vez quisimos asegurar demasiado ese 1-0, quisimos protegerlo demasiado, y dejamos de jugar a lo que teníamos en mente, dejamos de jugar a lo que habíamos trabajado, y cuando cae el gol, otra vez te pones en igualdad de circunstancias y sabes que tienes que ir por el segundo gol para revertir eso", comenta Layún.

"Entendíamos que una victoria era para nosotros era fundamental. Esto nos da un envión importante. Arrancar la Copa América de esta manera nos ayudará a muchas cosas", puntualiza Miguel Layún.

Sin embargo, el jugador del Porto toca las campanas de la mesura, para invocar a la paciencia.

"No estamos pensando ahora en el título. Estamos con un objetivo definido en cada juego. Vamos paso a paso. Nosotros tenemos que trabajar en los entrenamientos y en los partidos, sin preocuparnos por si esta victoria sobre Uruguay nos genera más respeto", indicó.

EL PROTAGONISMO…

A su vez, Héctor Moreno tampoco se cuelga la etiqueta de inhibición, aunque su ruta de análisis le lleva al mismo punto concluyente de su entrenador.

"Nos faltó ese pasito hacia adelante. Porque con diez hombres, Uruguay apretó fuertemente, porque al final les daba igual perder por uno o por dos, y tuvimos que enfrentar mano a mano, y no tuvimos la frescura, la idea de buscar nuestros hombres al frente para provocar el mano a mano y darle ventaja a nuestros jugadores al frente", comenta Héctor Moreno.

--Dice Osorio que México está obligado a tomar el protagonismo en todos los partidos, ¿lo ven ustedes así?

"Me gusta esa mentalidad. Que la mentalidad mexicana no sea solamente ir a ver qué pasa en los torneos, sino de competir por todo y ser protagonista como lo dice el Profe, y debemos empezar desde ahprita, porque el ambiente es favorable para nosotros, para hacerlo, y espero que lo consigamos", agregó el zaguero mexicano.

--Cuando empató Uruguay y expulsan a Guardado, se les vino a la mente el Síndrome Holanda del Mundial 2014…

"Ja, ja, ja, ja. No estuve ahí esa vez, estaba fracturado, pero no sé qué habrán sentido mis compañeros. Pero no lo creo porque el equipo siguió luchando, siguió atacando, siguió yendo al frente, en busca de los goles y consiguió esos dos que nos dieron la victoria sobre Uruguay (3-1)", explicó Héctor Moreno.