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Messi conquistó con su talento a Estados Unidos

HOUSTON -- Después del debacle de México ante Chile, la selección estadounidense quedó como única representante de la CONCACAF en la Copa América Centenario. En Houston, en un estadio abarrotado, Estados Unidos recibió la visita de Lionel Messi y la albiceleste. La mitad del estadio apoyaba al país de las barras y las estrellas o a Argentina, y la otra mitad vino por él, por el 10 del Barça y de Argentina. Al final de todo, el marcador fue un 0-4 a favor del equipo de Messi.

A Lionel no le preocupó el estado de la cancha, el cual mostraba no estar a la altura a lo que él está acostumbrado en Barcelona. Cada paso que daba, derrochaba simplicidad. Pocas patadas del contrario recibió. Los defensas estadounidenses se congelaban al ver enfrente de ellos al jugador que está marcando una época grandiosa, en el deporte rey.

En el fútbol, el soccer, manda Messi y este sentimiento se trasladó al resto de sus compañeros en el combinado argentino, que por gran parte del primer tiempo parecía estar disputando una cascarita.

Estados Unidos recibió el primer gol de la noche en el minuto tres tras un pase sutil de Messi a la cabeza de Ezequiel Lavezzi. El arquero del U.S. men’s national team, Brad Guzan, titubeó y Argentina abrió la brecha.

Los disparos al arco de Sergio “Chiquito” Romero fueron nulas en los primeros 45 minutos. Gyasi Zardes, compañero de Giovani dos Santos en el Los Ángeles Galaxy, brilló más en labores defensivas que ofensivas. Mientras los líderes del equipo como Michael Bradley y Clint Dempsey, quienes participaron en aquel partido de la Copa Confederaciones donde Estados Unidos eliminó a España en las semifinales, brillaron por su ausencia.

El hombre de la noche fue Messi, pero atrás de él, estuvo un Javier Mascherano imperial. Ganó casi todos los balones y su distribución rozó la perfección. El balón tenía que pasar por Mascherano para que llegara a los pies del 10. Después del primer tiempo, Argentina completó 323 pases. El representativo de la CONCACAF sólo 83.

A pesar de las lesiones de Lavezzi y Augusto Fernández, Messi continuó en lo suyo. La serenidad que mostró en el gol de tiro libre que le dio una ventaja de dos goles a la albiceleste, y le dio a él el título como máximo goleador de la selección, fue recurrente durante todo el partido. El segundo tiempo fue pasajero. Estados Unidos no quería sufrir una goleada como el que recibió la selección mexicana, y Argentina quería embarcarse en el vuelo a Nuevo York, para preparar la final ante el ganador de Colombia y Chile.

Un gol majestuoso de Messi dejó satisfechos a los 70,858 aficionados que se dieron cita en el NRG Stadium. Argentina mostró superioridad desde el silbatazo inicial, mientras Estados Unidos mostró su peor imagen en la Copa América Centenario, en una noche que se podría haber marcado un antes y un después en el soccer.

El paseo que Argentina se dio ante Estados Unidos demostró que el estratega alemán, Jürgen Klinsmann, aún no está ni remotamente cerca de llevar el futbol estadounidense a estancias lejanas en una Copa del Mundo. Ante la albiceleste, el USMNT no tuvo un sólo tiro a puerta.

Messi y compañía parten hacía a la capital del mundo para conquistar otro título después de 23 años de sequía. Messi está listo, siendo el más máximo de máximos.