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El Mundial de Vito, día #26

BUENOS AIRES -- Esto ya se está poniendo repetitivo y, por eso, aburrido. El martes, día 26 del Mundial de Sudáfrica 2010, se celebró la clasificación de Holanda como primer finalista, al vencer por 3 a 2 a Uruguay, que por su parte deberá jugar la "finalita" por la tercera plaza.

Esta noticia, normalmente, me hubiera llenado de felicidad: soy un gran admirador de Holanda y considero que el fútbol tiene una deuda histórica con los Naranjas, que dos veces jugaron la final y la perdieron por la mínima diferencia, en ambos casos jugando contra el país anfitrión.

Un gran equipo, que mereció con creces el título pero tuvo que conformerse con dos subcampeonatos. Pero, como dijo muy bien un amigo de Twitter, Carlos Díaz de Venezuela, nunca otro subcampeón fue tan recordado y tomado a ejemplo como esa famosa Naranja Mecánica.

Sin embargo, me econtró aquí muy enojado y bien lejos de estar feliz. Holanda jugó su partido y lo hizo bastante bien, pero Uruguay fue clamorosamente perjudicado por un arbitraje que cobró siempre en una misma direccción toda las jugadas dudosas. Uruguay jugó un gran partido, a pesar de sufrir un poco las importantes ausencias que tuvo. En especial Cáceres tardó un buen rato en tomar la medida a su puesto, externo defensivo izquierdo, y se extrañó la seguridad de Fucile, máxime ante un cliente del nivel de Robben.

Pero un desafío que se presentaba como muy lindo, nobilitado por los dos golazos en la primera etapa que fijaron el empate transitorio con el que los equipos se fueron al descanso, fue funestado por un arbitraje no a la altura de las circunstancias.

Vamos a comenzar de ahí, pero prometan no engañar: ¿cuantos de ustedes saben así, sin controlar en un buscador o en un atlante, dónde se encuentra geográficamente Uzbekistan? ¿Cuántos podrían decir el nombre de su capital? ¿Cuántos de ustedes saben siquiera como se escribe exactamente el nombre de ese país asiático?

Entonces, estamos en la máxima excelencia mundial, semifinales de un torneo que esperamos todos por cuatro larguísimo años, que ya es un triunfo llegar al cabo de eliminatorias durísimas, y vos me mandás uno de Uzbekistan? Ojo, acá no hablamos del país, hablamo del fútbol, más vale aclararlo porque alguien enfermo nunca falta. Sólo de fútbol: ¿cuánto partidos y con qué jugadores habrá dirigido esa terna arbitral? ¿Cuántas situaciones como el off side de Van Persie no cobrado, que era, o los dos cobrados a Cavani, que no eran y cortaron mano a mano con el arquero, habrán tenido en sus carreras?

La misma FIFA que no quiere la tecnología, luego en una semifinal me manda un referí que, por ser el fútbol de su nación absolutamente no competitivo, no puede tener el roce necesario, el sentido del juego, la capacidad de soportar la presión de una platea universal, en suma un montón de cosas que, en cambio, yo considero indispensables en el referí de una maldita semifinal de Mundial, la misma que todos esperamos cuatro años.

Miren, si alguno afirma que Holanda iba a ganar igual, hasta podría decirme de acuerdo. Pero el maravilloso esfuerzo hecho por Uruguay se merecía, por lo menos, el placer de irse sin razones para recriminar y sin esta horrible sensación de injusticia, de la misma manera en la que, como decía, eso de alguna manera le quita injustamente brillo al importantísimo logro de Holanda.

Curioso que la FIFA pierda tanto la línea cuando se estrena un continente. La última vez que habíamos asistido a escándalos tan evidentes como en este edición, fue en 2002, con los casos clamorosos que beneficiaron a Corea ante Italia en octavos y ante España en cuartos.

En esta edición, sin embargo, ni siquiera podría decirse que los errores favorecieron a alguien en especial, como por ejemplo al local. No, realmente el nivel técnico de las designaciones me pareció pésimo, y el ejemplo más acabado es sin dudas el partido del martes.

Bueno, fijense, ya se fueron un montón de palabras y aún casi ni hablamos de fútbol: si esa es la manera en la que la FIFA pretende lanzar nuestro deporte en los lugares donde aún no lo está, no creo que tendrá mucho éxito, así como no lo tuvo en USA, una nación tan grande y poblada que vale cuanto un continente.

Bueno, decíamos del partido: Uruguay lo jugó bien, presionando arriba, manteniendo un control muy estricto por los laterales, anulando casi por completo el aporte de Robben y Kuyt, y tratando de aprovechar los espacios de contra con un Cavani muy inspirado.

Lamentablemente, en ese segmento llegaron los dos primeros errores graves: en primer lugar, Cavani fue parado dos veces, en clamorosos "mano a mano" con el arquero por off side que no fueron por cuestión de metros, no de centímetros.

Luego, hubo un golpe en la cara a Cavani en el área: el delantero no se tiró ni nada, pero el golpe existió. Nadie vio nada. Bueno, tampoco vieron que la jugada del espectacular gol del capitán Van Bronckhorst nació con una falta de van Bommel no cobrada, que por encima era de amarilla (tremendo planchazo).

Uruguay equilibró el partido en el medio, buscó timidamente arriba con una par de cosas de Forlán, nada de trascendental, pero jugó en la mitad de la cancha rival y encontró el premio del empate con un remate de Forlán que se coló con la colaboración del arquero holandés y de la "querida" Jabilani.

En la segunda etapa, el partido era sumamente equilibrado. Un buen espectáculo, realmente. Dos estilos diferentes, ambos bien ejecutados. Van Marwijk demostró quererlo ganar, con un cambio muy audaz (Van der Vaart por De Zeeuw) que dejó al equipo parado con un 4-1-4-1 en el que había 5 para defender y otros tantos para atacar. Tabarez también buscó el triunfo, levantando unos 15 metros la línea de presión y mandando a Gárgano en posición de diez, para entorpecer a Van Bommel.

Las dos cosas funcionaron bastante bien y el partido se puso muy atractivo, ambos jugaban bien los suyos y estaba para cualquiera. Una linda jugada de Holanda acabó con un remate de Sneijder sin pretensiones, más bien pareció un pase para Van Persie. El delantero, en posición adelantada, en este caso apenas por centímetros, trató de pegarle pero no lo logró, y con eso probablemente lo engañó a Muslera quien demostró esa fracción de segundo para tirarse y ya no pudo llegar a tapar.

En suma, el clásico error arbitral decisivo, que Holanda por encima capitalizó de manera magistral, aprovechando el temblor que el gol provocó en el rival, con un golazo de Robben, cabezazo perfecto a lado del palo, al cabo de una jugada realmente espectacular, que pareció sentenciar el partido por la autoridad con la que había llegado.

Sin embargo, nunca desestimen el coraje uruguayo. Los orientales se lanzaron hacia adelante, un embiste furioso, de bronca, de corazón, de nervios. Lamentablemente, el descuento llegó en tiempo de descuento, dejenme pasar el lamentable jueguito de palabras, y si bien los últimos tres minutos fueron un verdadero "asalto a Fort Apache", no produjeron ese gol que le hubiera permitido a Uruguay hacer lo que merecía, es decir seguir jugando media hora más, para establecer quien realmente era el más fuerte esta tarde.

Fue un partidazo, como dije funestado por la incompetencia de quienes, en cambio, deberían garantizar que haya justicia en el juego. De cualquier manera, será lindo ver como Holanda aprovechará su tercera posibilidad, en un país en el que viven muchos descendientes de los "Países Bajos".

Uruguay, por su parte, se va con la cabeza bien alta, pero en serio. Sin Suárez (que le había sido quitado por otro error arbitral: antes de su falta de mano había un off side doble que no fue cobrado), sin Fucile, sin Lugano, con el joven Lodeiro lesionado (no jugó ni un minuto Nacho González, quizás el único pequeño desliz del Maestro Tabárez, que por el resto planteó un partido realmente perfecto), los Celestes hicieron un encuentro casi heróico y se ganaron el orgullo de su gente, que hoy reflejó muy bien en la mesa de Hablemos de Fútbol Internacional el colega y amigo Carlos Muñóz.

El miércoles, día 27 del Mundial, el programa nos regala la segunda semifinal, Alemania vs. España: miren el nivel que tiene, fue la final de la Eurocopa hace dos años, en Viena. Por la crónica, en ese entonces ganó España con gol de Fernando Torres.

Tiene toda la pinta de que va a ser un partidazo, algunos hasta hablan de final anticipada. La semifinal entre Italia y Alemania, en el anterior Mundial, fue un partido apasionante y bien jugado. Ojalá pueda serlo este también.

¿Saben quién es el referí? Víctor Kassai, de Hungría. Yo de fútbol europeo sé bastante, pero honestamente no lo tengo registrado. Fijense que en la Euro 2008 no dirigió, era cuarto hombre.

Espero que haya aprendido rápidamente en estos dos años, pero mucha ocasión no tuvo: el partido más difícil que le tocó dirigir fue el desempate para clasificarse al Mundial entre Nueva Zelanda y Behrain. De ahí, a una semifinal que vale como una final: son cosas de locos. Ojo, capaz que hace un gran partido y ni lo notamos: ese es nuestro principal deseo esta noche. Si los dejan jugar en paz, Alemania y España nos van a regalar un partidazo.