BUENOS AIRES -- Los diez barrabravas que fueron enviados de regreso a Argentina no fueron admitidos porque las autoridades migratorias sudafricanas consideraron que su presencia "no es acorde con la fiesta del Mundial" de fútbol, afirmó el cónsul en Johannesburgo, Carlos Rubio Reyna.
Además, dijo que el grupo de violentos emprendió el retorno en un vuelo de la empresa TAAG de las 15.30 hora sudafricana (10.30 argentina) hacia Luanda, Angola, y luego hace otras dos escalas, entre ellas en Río de Janeiro unas 27 horas después.
"Supongo que las autoridades sudafricanas habrán considerado que la presencia de barras argentinos no es acorde con la fiesta del Mundial", consideró Rubio Reyna en declaraciones al Canal C5N.
Las autoridades migratorias de Sudáfrica impidieron el domingo el ingreso de diez barrabravas argentinos, entre ellos Andrés "Pillín" Bracamonte y Pablo "Bebote" Álvarez, jefes de las barras de Rosario Central e Independiente, respectivamente.
Rubio Reyna indicó que el capitán del vuelo que trasladó a los barras hacia Johannesburgo se negó a traerlos de regreso "porque estaban en estado de ánimo exaltado y no quería mezclarlos con ciudadanos comunes".
En tanto, el embajador argentino en Sudáfrica, Carlos Sersale di Cerisano, acotó al canal Todo Noticias (TN) que "el comandante de a bordo no los quiso llevar de vuelta por su comportamiento en el vuelo de llegada, por lo tanto quedaron demorados hasta que un vuelo de la misma compañía los regrese".
La policía sudafricana emitió un comunicado diciendo que los hombres, todos ciudadanos argentinos y conocidos hinchas violentos, fueron detenidos el domingo tras arribar al aeropuerto internacional de Johannesburgo en un vuelo procedente de Angola. Y precisó que los diez deportados figuraban, por sus antecedentes violentos, en la lista negra del Mundial.
"Los informes de inteligencia señalaban que estas personas cometerían actos de desorden público, actos de violencia y provocarían conflictos con ciertos hinchas de equipos rivales y otros grupos de Argentina durante el Mundial", señalaron las autoridades en un comunicado.
La Policía indicó que uno de los detenidos está en libertad bajo fianza y acusado por asesinato. Al menos dos son figuras conocidas entre el liderazgo de las barras bravas.
"Por eso fueron inmediatamente interceptados y se les ha negado la entrada al país", añade.
"Las conductas violentas no van a ser toleradas en el primer Mundial africano", asegura la Policía, que ha recibido información policial de todo el mundo relativa a hinchas peligrosos, lo que le permitió también interceptar a un grupo de "hooligans" ingleses que pretendía entrar en Sudáfrica vía Dubai.
Los barras que viajaron con destino a Buenos Aires pertenecen a las hinchadas de Independiente, Rosario Central, Huracán, San Martín de Tucumán y Lanús. Los retenidos son Pablo Alejandro 'Bebote' Álvarez, Adrián 'Pillín' Bracamonte, Diego Gómez, Mariano González, Luis Tucchi, Juan Duarte, Pablo De Respinis, Julio Navarro (discípulo de Bracamonte), Sergio Roldán y Emiliano Tagliarino.
Los más conocidos de este grupo son 'Bebote' Alvarez y 'Pillín' Bracamonte, los líderes de las barras de Independiente y Rosario Central, respectivamente.
El fiscal que dictaminó a favor del permiso para que Bracamonte, el capo de la barra de Rosario Central, viaje a Sudáfrica, dijo estar convencido de que actuó correctamente.
Bracamonte fue uno de los diez deportados de Sudáfrica al no serles permitido el ingreso al país ni bien llegaron el domingo a Johannesburgo. El fiscal Esteban Franicevich negó sentir temor a que pueda ser sometido a un juicio político por haberle otorgado la habilitación para dejar el país.
"Estoy seguro de lo que hago y convencido de lo que hice. Procesalmente no había elementos para impedir el viaje", sostuvo Franicevich por LT 8, quien emitió dictamen favorable ante la jueza Mónica Lamperti, quien autorizó finalmente que Pillín pueda salir del país.
Bracamonte, impedido de ingresar a Sudáfrica cuando llegó a Johannesburgo y hoy deportado junto a otros nueve barras, estaba encausado en un hecho por lanzar bombas de estruendo en el partido entre Argentina y Brasil que se jugó en Rosario por las eliminatorias.
Franicevic, al momento de confirmar su dictamen favorable para el pedido de Pillín, había dicho que el barra es "para nada violento" e inclusive lo calificó de "león herbívoro", como el general Juan Domingo Perón se había autodefinido en sus últimos días de exilio madrileño.
Los diez barrabravas pasaron la noche en una sala del aeropuerto de Johannesburgo, sin tener acceso a las zonas públicas del aeropuerto. Fuentes policiales le contaron a Télam que cuando se le impidió a los barras salir del aeropuerto hubo escenas de violencia, pero aclararon que esto tenía que ver con los hinchas "estaban pasados de alcohol".
Cuando los barras se dieron cuenta que no había marcha atrás, gritaron e insultaron a los policías sudafricanos.
En Pretoria, barras de Rosario Central pasaron por la embajada y uno de ellos comentó que estaban preocupados porque no tenían donde dormir.
OPINA EL DEFENSOR DEL BARRA ROLDÁN
El abogado defensor de Sergio "Flay" Roldán, el barra brava de San Martín de Tucumán deportado por las autoridades sudafricanas y que será detenido ni bien pise territorio argentino, aseguró que ni el hincha ni su representación legal fueron notificados por la Justicia sobre un impedimento para dejar el país.
El letrado José Leonardo Coria se quedó de que la Sala 2 de la Cámara tucumana haya dejado sin efecto el beneficio de la libertad condicional que gozaba Roldán y aseguró que ni bien se produzca la detención pedirá a los camaristas que "expongan la disposición por la cual se le quita la libertad y qué normas violó".
Al hablar por la señal de cable TN, Coria se abstuvo de responder sobre quién le rubricó el pasaporte a Roldán habida cuenta de que se encuentra en libertad condicional.
En cuanto a la prohibición de salir del país, dijo que "ni el señor Roldán ni su representación fuimos notificados" y aseguró que "no había peligro de fuga", habida cuenta que "hasta los pasajes fueron presentados en el pedido de permiso".
Así las cosas, Roldán viajó pese a no haber tenido respuesta de la Justicia en cuanto al pedido de habilitación para el viaje.
Según el abogado Roldán fue condenado a ocho años por "homicidio en grado de tentativa" y "no por homicidio", tal cual señaló momentos antes la camarista María del Pilar Prieto.
"Hay puntos oscuros de las declaraciones de la señora camarista. En primer lugar no fue condenado, sino al contrario, absuelto por el homicidio del joven (Luis Gerardo) Caro y sí fue condenado por homicidio en grado de tentativa contra el joven (Carlos) Algañaraz. Eso ocurrió el 15 de setiembre de 2001 al término de un clásico entre San Martín y Atlético Tucumán.
Caro quedó herido y según la jueza Prieto, murió porque "nadie se atrevía a levantarlo", en tanto que Argañaraz salvó su vida porque un hermano lo asistió y lo llevó a un hospital.