<
>

España-Holanda: la final perfecta

Sneijder y Villa van por el Balón de Oro, por el Botín de Oro y por la Copa del Mundo ESPNdeportes.com

JOHANNESBURGO (enviado especial) -- Si las finales existen para que jueguen los mejores, entonces el Mundial 2010 tendrá una definición perfecta: España y Holanda, en estricto orden alfabético, son sin lugar a dudas las selecciones con mejor presente y pasado reciente y han hecho todos los merecimientos para estar en Soccer City el domingo por la noche.

Atrás quedaron todos los otros candidatos: Francia e Italia decepcionando en primera ronda, Inglaterra humillada en octavos, Argentina y Brasil detenidos de golpe en cuartos y Alemania sin atenuantes en semifinales. Quienes quedaron de pie son los dos que hicieron mejor las cosas, no sólo en este mes exacto que se cumple hoy en Sudáfrica, sino también a lo largo de los últimos dos años.

Un viaje rápido al pasado nos lleva a junio de 2008, Eurocopa en Austria y Suiza. Allí comenzó el proceso de gestación de los dos equipos que buscan hoy, por primera vez en su historia, levantar la Copa del Mundo.

España fue campeón y eso es historia conocida. Pero a la vez, ese título significó la partida de Luis Aragonés y la llegada de Vicente del Bosque, quien consolidó el proyecto de su antecesor y redobló la apuesta por el fútbol de toque y posesión, con marca registrada por el Barcelona, que todavía no ha encontrado techo ni rival que consiga detenerlo.

Holanda arrolló a Italia, Francia y Rumania en la primera fase para luego ser sorprendida por Rusia en cuartos de final. Marco van Basten dio un paso al costado y llegó Bert van Marwijk para mantener la línea de fútbol ofensivo que siempre caracterizó al seleccionado naranja, pero le agregó una cuota de practicidad y realismo que lo hacen un equipo muy difícil de batir.

Los dos entonces llegan en su mejor momento y con números impresionantes, tanto en eliminatorias como en lo que va del Mundial.

España continuó con el paso arrasador de la Euro y ganó sus 10 encuentros en el grupo de eliminatorias. Su marcha apenas sufrió un tropezón al empezar el Mundial con la caída 1-0 ante Suiza, pero luego hilvanó cinco victorias seguidas, sin necesitar llegar a tiempo extra.

Holanda hizo lo propio en eliminatorias, con ocho triunfos sobre otras tantas presentaciones. Y no bajó el ritmo en el Mundial, en el que ganó sus seis encuentros, sin necesitar tampoco ni de suplementario ni de penales. Son 14 entonces las victorias consecutivas, y una más les daría una campaña mundialista perfecta, algo que sólo logró el Brasil campeón del mundo en 1970. Y nada más que otro Brasil, el de 2002, consiguió el título con siete victorias.

Pero las campañas de ambos muestran una tendencia que, de mantenerse, harán de la final del domingo un partido cerradísimo, al menos en el marcador. Cinco de las seis victorias de Holanda y cuatro de las cinco de España fueron por la mínima diferencia. Curiosamente, ambos consiguieron su primera victoria por margen de dos goles (Holanda a Dinamarca, España a Honduras), pero luego no pudieron marcar mayor diferencia.

Eso no quiere decir que los triunfos no hayan sido merecidos. Todo lo contrario: cada uno con su estilo, marcaron superioridad frente a sus rivales ocasionales. Y en el choque entre esos dos estilos contrapuestos se decidirá la suerte de la final.

Hay algo que los une: España y Holanda son dos equipos ofensivos. Y hay algo que los separa: cada uno concibe de manera muy distinta cómo llegar a la meta.

España basa su fútbol en la posesión y la circulación: tener la pelota la mayor cantidad de tiempo, haciéndola correr hasta el cansancio para encontrar el flanco débil del rival y la posición de gol. Y en caso de perder la pelota, el equipo entero se convierte en una máquina de presionar para recuperar. Con Xavi y Andrés Iniesta marcando el ritmo del equipo, hay dos delanteros en campo (David Villa y Fernando Torres o, más probablemente, Pedro), pero todos sus hombres atacan y todos defienden.

Holanda no tiene ese apetito por el dominio del balón, pero eso no significa que no tenga instinto de gol. Con Mark van Bommel y Nigel de Jong, tiene un doble tándem en el medio que mete miedo. Y una vez que la pelota queda en poder holandés, el camino hacia el arco rival es en línea recta y con hombres peligrosísimos como Wesley Sneijder, Arjen Robben, Dirk Kuyt o Robin van Persie.

Así está planteado el duelo, de manera bastante obvia: España querrá tener la pelota y Holanda quitársela. Quien gane esa batalla tendrá la mitad del partido ganado. Lo anticipó Xavi: "La posesión será una de las claves".

Pero no alcanza con eso: la otra mitad pasará por lo que haga cada uno con ese tiempo de posesión. Que España tenga la pelota más tiempo no quiere decir que la use mejor, o por lo menos, de manera más eficiente. Los mismos españoles saben que no pueden seguir fracasando en transformar posesión en goles.

"Deberemos jugar mejor todavía si queremos ganar la Copa del Mundo", se sinceró Iniesta. "Lo que hicimos en la semifinal no alcanzará esta vez".

Holanda sabe también que probablemente tenga menos la pelota que España. Pero si consigue aguantar el asedio español sin refugiarse alrededor de su arco, y a la vez ser eficaz al máximo cuando sea su turno, puede poner en problemas a un equipo español con deficiencias en la finalización.

Un dato clave: España sólo estuvo una vez en desventaja y perdió (ante Suiza). Y todavía no recibió goles en el primer tiempo. Si Holanda consigue marcar esa diferencia, habrá que ver si el toque y la circulación alcanzan para dar vuelta la historia.

En definitiva, dos equipos en su mejor momento, con paridad histórica absoluta: cuatro triunfos para cada uno y un empate. Ambos están urgidos por su primer título grande para así convertirse en el octavo miembro de una lista bien selecta. Y los dos agregarían a su currículum el hecho de que serían el primer equipo europeo en ganar la Copa fuera de su continente.

Fútbol horizontal vs. fútbol vertical, pero los dos con espíritu ofensivo y llevados a su máxima expresión. Iniesta, Xavi y Villa contra Sneijder y Robben: cinco de los diez jugadores en carrera por ser el Balón de Oro del Mundial, y dos de ellos (Sneijder y Villa) buscando también el Botín de Oro para el máximo goleador. Y un árbitro que tuvo a su cargo la última final de la UEFA Champions League y que es en estos momentos de los mejores, sino el mejor del mundo: el británico Howard Webb.

Está todo preparado para que sea un partido histórico. Sólo queda sentarse a disfrutar.