JOHANNESBURGO -- Un joven burló la fuerte seguridad en el estadio, se metió en la cancha y estuvo a centímetros de agarra la Copa FIFA que minutos antes Fabio Cannavaro, capitán de Italia, campeón saliente, dejó en una tarima tras pasearla a la vista de todos.
El intruso cruzó en diagonal sin que pudieran alcanzarlo tres efectivos de seguridad, pero cuando estuvo a centímetros de la Copa fue tacleado por un grupo de policías que lo levantaron como un papel y se lo llevaron detenido.
Un sonido emergió de las tribunas como de una multitud sorprendida al ver al joven cruzando con destino a la Copa, a la que no llegó a abrazar.
Cannavaro había llegado en un helicóptero trayendo la copa en una caja Louis Vuitton y tras la ceremonia inaugural la abrió y surgió la luciente copa de oro.
El incidente se produjo un par de minutos antes de que el presidente sudafricano, Jacob Zuma, y el titular de FIFA, Joseph Blatter, entraran a saludar a los jugadores de los equipos finalistas.