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Xavi Hernández: De alumno de Guardiola a copia de Koeman

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Barcelona perdió ante Rayo Vallecano y sumó un nuevo golpe en el Camp Nou (4:04)

El equipo de Xavi fue ampliamente superior a su rival, pero cayó 1-0 en su casa por el golazo de Álvaro García. Los visitantes aprovecharon su momento y se llevaron tres puntos de oro. El arquero Dimitrievski sacó todo y se erigió como la figura. (4:04)

Barcelona pasó del carnaval al Apocalipsis. Luego de una gran racha invicto que incluyó el 0-4 en el Bernabéu al Real Madrid, con un futbol reconocible y que encantaba a la vista, en un abrir y cerrar de ojos la magia se acabó.

Este Barça que por primera vez en su historia ha perdido tres partidos consecutivos como local en una misma temporada, es lo más similar que se puede encontrar a la versión que dirigió Ronald Koeman.

Eintracht Frankfurt, Cádiz y Rayo Vallecano tienen en común que son equipos acostumbrados a lidiar con la medianía. El conjunto alemán ronda la media tabla de la Bundesliga, mientras que los españoles tienen como objetivo primordial mantener la categoría.

Más allá de los tres tropiezos que supusieron la eliminación de la Europa League —único título que asomaba al alcance para los culés esta temporada—, y entregarle LaLiga al Real Madrid, lo más preocupante de esta nueva crisis azulgrana es que el equipo de nuevo extravió las formas, la filosofía, los recursos y hasta la dignidad.

El Barça de Koeman y el de Xavi tienen en común varios síntomas: la carencia de variantes ofensivas y la ineficacia para definir; la añeja fragilidad defensiva que tanto daño les hace; la nula o tardía reacción efectiva ante la adversidad; y la aferración del entrenador por utilizar a futbolistas que han demostrado una y otra vez que no están a la altura de lo que demanda un equipo como el Barcelona.

Se entiende poco —o nada— que Xavi siga dándole oportunidades a jugadores como Sergiño Dest o Clément Lenglet, quienes, no solo ahora, de tiempo atrás han condenado al equipo en distintos partidos.

La marca de Dest para el gol del Rayo Vallecano es indigna de un profesional, y ni qué decir del penalti que cometió Lenglet hace algunas semanas ante el Levante, el cual de milagro no le costó puntos a los catalanes.

En otra lista aparecen futbolistas a los que Hernández les ha colocado la etiqueta de “intocables” y su desempeño a la baja no parece importar, porque el técnico los mantiene siempre en sus alineaciones.

Ferran Torres, cuya efectividad de cara al arco es pobrísima; Frenkie de Jong, que da un buen partido por tres malos, pero se le perdona todo porque tres años después se sigue esperando que sea el del Ajax; Jordi Alba, quien sencillamente no tiene relevo y debe jugar siempre pese a marcados altibajos…

Hoy en día en el club solo hay dos jugadores a los que no se les puede cuestionar prácticamente nada: Sergio Busquets y Pedri, este segundo lesionado y fuera lo que queda de la temporada.

Un caso particular es el de Gavi, extraordinario prospecto, una joya, pero con una tarea para la que aún no está preparado: parece que ante la baja de Pedri y la marcha de Messi le hicieron creer que debe fungir de ambos y solo tiene 17 años.

Cada que toma el balón juega a máxima velocidad y parece que quiere ganar solo los partidos. Lo deben encauzar, tiene que aprender y sobre todo es fundamental que nadie crea, empezando por él, que hoy está obligado a ser una solución ante el mal momento del club.

Por otra parte, Xavi se refirió a recuperar al equipo sobre todo en el aspecto anímico, pues considera que a partir de la eliminación de la Europa League no ha logrado recuperarse y por ello la debacle en LaLiga al grado de servirle la mesa al Real Madrid para que se corone con gran anticipación.

Algo o mucho de cierto hay en las palabras de la leyenda azulgrana; sin embargo, no se puede obviar la pobreza en funcionamiento del equipo, que ‘a lo Koeman’ ha terminado los partidos tirando centros con Ronald Araújo, Luuk de Jong, Aubameyang y compañía buscando el gol por medio de un cabezazo.

También dijo Hernández que están en un proceso de reconstrucción que duele y dolerá, lo cual era previsible, pero parece el momento de que el técnico deje de lado favoritismos, amistades y hasta injusticias con algunos jugadores a los que no ha volteado ni a ver, y ponga a los mejores.

Pero sobre todo, que que siga empecinado en buscar la victoria a través del ADN Barça, porque con Koeman ya se perdió mucho y hubo un atraso de años. Hoy es solo para adelante.