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El Barcelona necesita hacer muchos recortes para actuar en el mercado de verano

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Ilkay Gundogan ya es jugador del Barcelona (1:07)

Llega al club azulgrana tras acabar su contrato con el Manchester City. Firmará por dos temporadas, con opción a una tercera, y tendrá una cláusula de rescisión de 400 millones de euros. (1:07)

BARCELONA -- El Barcelona anunció el lunes por la mañana la contratación de Ilkay Gündogan y pocas horas después, casi consecutivamente, informó de la salida del club del entrenador de basquetbol, Sarunas Jasikevicius (cuyo futuro se especula estaría en el cuerpo técnico de Memphis Grizzlies), y del portero del Barcelona Atlètic Arnau Tenas, quien acaba contrato y no será renovado.

Mientras la dirección deportiva intenta dar forma al nuevo proyecto de la primera plantilla, tan centrada, según reconoció una fuente de la entidad a ESPN Digital, en las posibles incorporaciones como en las necesarias salidas, el resto del club se enfrenta en las próximas semanas a decisiones que, se sospecha, provocarán polémica a todos los niveles.

En época de recortes indiscriminados y a tres días del cierre definitivo del canal de televisión del club coincidiendo con el fin de la temporada oficial, la directiva y ejecutivos de Joan Laporta destacan en sus decisiones por una frialdad difícilmente sospechada cuando se hicieron cargo del club, en marzo de 2021, y que comenzaron a utilizar al comprobar hasta qué punto era delicada la situación financiera de una entidad que cerca de dos años y medio después sigue navegando en una tormenta que amenaza con el naufragio.

El presidente mantiene un tono optimista, en opinión de algunos desmesurado, al anunciar que el Barcelona, más allá de la llegada del centrocampista alemán, reforzará el vestuario de Xavi Hernández con los jugadores que el entrenador considere necesarios pero para hacer realidad esas intenciones, o pretender, se sabe necesario, y con urgencia, seguir recortando la masa salarial para adecuarse al fair-play financiero exigido por LaLiga y rebajar gastos (en cualquier departamento) para hacer frente tanto a las obras del Camp Nou como a la caída de ingresos que se avecina por el traslado al Estadio Olímpico de Montjuïc.

SIN BOLETO DE VUELTA
Una de las metas marcadas en rojo por parte de la junta es rebajar el coste salarial hasta los 528 millones de euros, siendo ahora por encima de los 650. De esos más de 120 millones casi 51 corresponden a cinco futbolistas que esta temporada han jugado cedidos y que no entran en los planes del club.

Se trata de Samuel Umtiti, Clément Lenglet, Sergiño Dest, Alex Collado y Gustavo Maia. Encontrarles salida se entiende indispensable, más por ahorrar sus salarios que por lo que teóricamente pudiera ingresarse de una venta, aunque en el caso de Lenglet existe la confianza en un traspaso que rondando los 10 millones de euros, tuviera ese doble efecto positivo, atendiendo a que, además, se sumaría un ahorro de casi 16 millones en sueldo.

Umtiti, bajo contrato hasta 2026, es el caso de mayor cuantía puesto que tendría un coste salarial cercano a los 20 millones el próximo curso y, ante ello, lograr colocarle con la carta de libertad ya sería visto como un éxito.

Menos optimismo, y salida, se encuentra con Dest, que tiene asegurada una ficha superior a los 9 millones (y dos temporadas más de contrato) y con quien se busca una nueva cesión a un club que se haga cargo, al menos, de la mitad. Siendo hoy por hoy una opción remota en el club no se descarta que en último caso pudiera acabar formando parte de la plantilla en caso de no encontrar una mejor solución.

Los 6 millones restantes se dividen entre el canterano Collado y el brasileño Maia, uno de esos fichajes inexplicables por quien se pagaron 4.5 millones de euros en el verano de 2020 y que tras pasar sin ningún protagonismo por el filial fue cedido sin provecho alguno a Inter de Porto Alegre y Mestalla, manteniendo contrato con el Barça hasta 2025.

CON BOLETO DE SALIDA
Tan o más difícil se aventura aligerar la plantilla. Dándose por hecho el regreso, al menos hasta la gira por Estados Unidos, de Abde Ezzalzouli y quedando en el aire las decisiones con Nico González y Julián Araujo, al margen de los canteranos que probará Xavi durante la pretemporada, la intención del Barça sigue siendo encontrar una salida al menos a dos o tres jugadores del actual vestuario.

Y de todos ellos, con reservas, el único que se sabe dispuesto a aceptar es Franck Kessié. Con reservas, siempre, puesto que quiere, se reconoce en el club, elegir su destino si debe marchar. Ni Eric García recibió de buen grado la insinuación ni menos aún lo ha hecho Ansu Fati, que mantienen su determinación a continuar en el club, tal como Ferran Torres. "Para que haya entradas deberán haber salidas”, se sigue trasladando desde el Barça, a la espera de hacer oficial el fichaje de Iñigo Martínez y continuando con el plan de incorporar a ese mediocentro que Xavi considera imprescindible.