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Julen Agirrezabala, las manos de la Copa del Rey

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Athletic Bilbao se coronó en la Copa del Rey tras vencer en penales al Mallorca (6:04)

Luego de empatar 1-1 ante Mallorca, el Athletic Bilbao rompió su sequia de 40 años con el triunfo por 4 a 2 en la definición por penales y alzó el trofeo por vigésima cuarta vez. (6:04)

Agirrezabala no es portero titular del Athletic pero Ernesto Valverde le dio el puesto en la Copa y pasará a la historia como el gran protagonista de este triunfo en Sevilla.


A JULEN AGIRREZABALA, donostiarra de nacimiento, no le echó el ojo la Real Sociedad cuando era juvenil y sí lo hizo el Athletic para llevárselo a su cantera en 2018. No es el titular en un puesto de portero que tiene en Unai Simón al dueño indiscutible pero Ernesto Valverde le dio el puesto en la Copa y pasará a la historia como el gran protagonista de este triunfo en Sevilla.

Fue Nico Williams el elegido como mejor jugador de la final, pero si los leones celebraron su primera Copa desde 1984 fue gracias a las manos de un Agirrezabala que en la tanda de penalties rechazó el lanzamiento de Morlanes y que antes, durante el partido, tuvo dos intervenciones milagrosas y vitales para que su equipo se mantuviera en pie.

Apenas comenzar la segunda parte, ganando el Mallorca 0-1, despejó un remate ajustado de Cyle Larin que habría dejado al Athletic contra las cuerdas. Y ya en la segunda parte de la prórroga voló de manera soberbia para alcanzar el remate de Muriqi y evitar el que habría sido un 1-2 probablemente definitivo.

Agirrezabala, probablemente, regrese al banquillo a la sombra de Unai Simón, pero la Copa de 2024 quedará por siempre ligada a su nombre.

NICO WILLIAMS El pequeño de los hermanos Williams fue el mayor de los responsables para que el desdibujado Athletic que se vio en la primera parte de la final emergiera tras el descanso.

Se convirtió en una pesadilla para la defensa del Mallorca con jugadas excelentes en que combinó velocidad, técnica, electricidad y combinación. Asistió a Sancet en el empate y le quedó energía para mantener el ritmo hasta el último suspiro.