BARCELONA -- La imagen de Benzema recorrió las entrañas del Camp Nou. El 2-0 del Real Madrid ante el Valencia subió al marcador del Bernabéu entre las risas de la hinchada del Barcelona... Hasta el final.
Derrotado el Atlético de Simeone por el Levante, el Real de Zidane sufrió hasta el último suspiro para llevarse el triunfo por 3-2 ante el equipo che, que además acabó el choque en inferioridad por una expulsión cuestionable de Rodrigo.
Y cuando acabó la jornada, las risas alrededor del Camp Nou ya tenían menos motivos de gracia porque a nadie escapaba que el empate merengue habría sentenciado la Liga, contra toda la lógica que se adivinaba al comienzo de la jornada.
El Barça no precisó fijarse en nada más que su excelente partido coral. Ni el gol mal anulado a Rakitic ni el penalti no señalado a Messi en la primera mitad tuvieron incidencia alguna en un derbi que el campeón sentenció en la segunda mitad con mucha facilidad.
Para entonces la atención ya se dividía entre el campo del Levante, donde el Atlético no conseguía ganar a un rival descendido, y el Bernabéu, donde a la hora de partido Cristiano Ronaldo marcó el 3-1 que rebajaba la tensión por la jugada de Benzema.
SUFRIMIENTO Y DENUNCIA
Pero esa jugada de la primera mitad regresó al plano en cuanto André Gomes, a nueve minutos del final, anotó el 3-2 para el Valencia y cuando en los últimos instantes de la tarde llegó el 2-1 de Rossi que provocaba la derrota del Atlético.
El equipo del Cholo Simeone se despidió de todas sus opciones en un campo maldito, donde el entrenador argentino nunca ha sido capaz de ganar (en una situación parecida a la del Barcelona con Anoeta) y que dejó al Atlético fuera de la lucha por el título liguero.
Y a la vez, con una expulsión de Rodrigo que no se entendió en el Camp Nou, el Real Madrid comenzó a pedir el final de su partido ante los intentos del Valencia por empatar, lo que habría provocado que se acabara la Liga con la conquista por parte del Barça.
El campeón deberá sufrir hasta el último día. "Ha sido un muy buen partido", proclamó Luis Enrique en la sala de prensa a la vez que en los alrededores del estadio crecía una pregunta: "¿Cómo no anularon ese gol a Benzema?", y se instalaba una sentencia: "Han empujado al Madrid porque la Liga tenía que haberse acabado hoy".
"Iremos a Granada a ganar la Liga", resumió el entrenador del Barcelona. A fin de cuentas ya fue, ya es, lo único que cuenta a estas alturas.