MADRID -- El estadio Vicente Calderón se convirtió en una caldera de manifestaciones políticas, en la Final de la Copa del Rey en la que se impuso el Barcelona 2-0 al Sevilla, en tiempo extra.
Todo estaba listo para que iniciara el encuentro, entre catalanes y sevillistas, y en las tribunas del Vicente Calderón también había partido.
Primero sonó el himno de España y el Rey Felipe VI aguantó impávido la sonora silbatina por parte de la afición del Barcelona.
Los seguidores del club blaugrana hondeaban orgullosos las esteladas, banderas independentistas catalanas que el Gobierno español intentó prohibir en la semana previa del partido.
Y los del Sevilla contestaron desplegando banderas españolas durante la sonora silbatina y gritaron: “¡Que viva España!” y “¡Yo soy español, español, español!”.
También llegaron personajes de la política española, como Carles Puigdemont, jefe del Gobierno de Cataluña, quien expresó a su llegada al estadio: “Si no hubieran cambiado las cosas, no hubiera asistido a un partido donde no hay libertad de expresión”.
Puigdemont y la alcalde de Barcelona, Ada Colau, decidieron acudir a la Final después de que la justicia española revocó el veto a las banderas esteladas. Lo mismo hizo la alcalde de Madrid, Manuela Carmena, quien había anunciado que no asistiría en solidaridad con su homóloga de Barcelona, pero al final llegó al Vicente Calderón.
Sin embargo, la directiva del club catalán seguía molesta por el veto inicial. “Estamos indignadísimos”, expresó su presidente, Josep María Bartomeu.
La polémica prohibición de las banderas esteladas por parte del Gobierno en Madrid calentó los días previos al partido. Dos días después del veto, un juez revocó la decisión. “No incitan a la violencia”, argumentó la autoridad.
Desde que se jugó en 2009 la Final entre Athletic de Bilbao contra el Barcelona han existido manifestaciones políticas, con abucheos y silbidos al himno de España, en partidos que se disputa la Copa del Rey con al menos un equipo con afición separatista. Este domingo, el Rey Felipe VI vivió su segunda silbatina desde que fue elegido en 2014.