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James Rodríguez, entre Zinedine Zidane y Florentino Pérez

James Rodríguez se mantiene erguido entre dos fuegos. Florentino Pérez, presidente de Real Madrid, desea sostenerle en el club. Zinedine Zidane, entrenador del equipo, no está por la labor.

De este face to face se habla en la capital de España, aunque sotto voce. Vicente del Bosque, exentrenador del club blanco y hasta hace poco seleccionador español, suele decir que "las victorias tapan todo". Y es que haber conquistado su undécima Liga de Campeones de Europa, no sólo le posibilitó a Real Madrid cerrar con éxito una temporada cuya raíz estaba podrida. También le dio la chance de maquillar entuertos.

A Zidane le hacen responsable de un gran deseo. Traer al internacional belga Eden Hazard, jugador de Chelsea. Anhelo que se ha visto reforzado tras la retirada del Real Madrid de la negociación con Juventus para incorporar al francés Paul Pogba.

Subrayan en la prensa española que 'Zizou' no vio a James consustanciado con las necesidades del equipo en los momentos en que debía mostrarse comprometido, a pesar de la aparente sintonía que había entre ambos apenas el astro francés reemplazó a Rafa Benítez al frente del equipo. Por eso insiste con el cambio.

¿Por qué se opone Florentino Pérez a incluir a James en alguna transacción? En España aseguran que JR10 es uno de los jugadores que más camisetas vende en todo el mundo, y que al mandamás, siempre pendiente de los ingresos que brindan las actividades extradeportivas, las grandes marcas se lo disputan para diversas campañas de publicidad.

Nadie, y cuando uno dice nadie, es nadie, puede discutir las cualidades de James Rodríguez como jugador. Sus virtudes anuncian que se trata de un crack en ciernes. Lo que se discute en España es su nivel de implicación cuando no las tiene todas consigo. ¿Está bien asesorado? ¿Ha tomado real dimensión del efecto que provocan algunos de sus movimientos fuera del terreno de juego?

El fútbol es cambiante. 17 goles marcó James en su primera temporada, y disputó el 66,4% de los minutos de competición. Su valoración creció de la mano de Carlo Ancelotti. Sin embargo, en su segundo curso firmó 8 goles y su foja de servicios revela una participación del 39,8% sobre todos los minutos de competición.

Notable desnivel. Evidentemente, semejante descenso en la consideración del cuadro técnico madridista debe explicarse mucho más allá de un mero capricho.

El 25 de julio James Rodríguez debe unirse a sus compañeros en la fase de la pretemporada que Real Madrid desarrollará en los Estados Unidos. El 28 de julio el Campeón de Europa debe enfrentar a Paris Saint-Germain. Dos días más tarde, al Chelsea. Y el 4 de agosto, al Bayern de Múnich. Da la sensación de que, por el escaso tiempo que llevará JR10 con el equipo, la lógica indica que no tendrá minutos.

Lo importante sería que su reaparición se dé en el marco de un contexto idóneo. Habiendo seguido con esmero las recomendaciones del club durante el receso, y presentándose con un talante más propio del James que fue presentado en el Santiago Bernabéu el 22 de julio de 2014, después de dejar el Mónaco.

Seguramente, momentos como el que vivió en Cali la noche del 14 de julio acompañando a Magali González Sierra, la adolescente enferma de progeria, mal genético que afecta a una persona de cada 8 millones, quien pidió como regalo su presencia para celebrar sus 15 años, contribuyen, aunque ese no sea el objetivo, a reconstruir la imagen del jugador en España, donde en los últimos meses recibió fuertes críticas por cuestiones que no tenían que ver con el fútbol.

Todo indica ahora que, por lo menos, James Rodríguez disfrutará de una temporada más en Chamartín. Sólo exigirse y responder puntualmente en la medida que se espera de él, acallará a sus detractores. Su fortuna es que tiene en sus pies la posibilidad de tomarse revancha. En la cancha.