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No existirá revolución, habrá evolución: Julen Lopetegui

MADRID -- Julen Lopetegui toma la estafeta como director técnico de la selección española que peleará por un boleto para el Mundial 2018 con una consigna: conseguir una "evolución" más que una "revolución" en el futbol español y dejar el glorioso pasado en el lugar que le corresponde.

"Con Vicente (del Bosque) no he tenido oportunidad de hablar, pero lo haré. No hay mejor espejo donde mirarse. Hizo un trabajo extraordinario y ejemplar a todos los niveles. Tenemos el listón muy alto, somos conscientes de ello", dio Lopetegui en una rueda de prensa.

El entrenador vasco fue presentado este jueves por la tarde como seleccionador para los próximos dos años, "lo que dure la clasificación para el campeonato Mundial de Rusia 2018", según especificó el aún presidente de la Federación Española de Futbol, Ángel María Villar, quien pocas horas antes había anunciado su decisión de dejar al combinado nacional en manos del ex-entrenador del Porto.

La decisión de Villar causó cierta sorpresa en un sector del futbol español, particularmente entre los directivos que abiertamente habían expresado su apoyo a Joaquín Caparrós, empezando por Pepe Castro, presidente del Sevilla, que aún con los hechos ya consumados insistía en una entrevista radiofónica en que el entrenador andaluz “era el ideal” para ocupar el cargo. Pero en la Federación tenían clara su apuesta por un entrenador que diera cierto aire de renovación y que a la vez diera continuidad al trabajo de Luis Aragonés y Vicente del Bosque, artífices de la que empieza a ser llamada ‘Edad de Oro’ del futbol español. Alguien que conociera a fondo los mecanismos de la Federación que lleva 28 años en las manos de Villar.

El entrenador vasco, que en un mes cumplirá los 50 años, llega al puesto soñado en un momento de cierta inestabilidad en el futbol español; dos días después de que Ángel María Villar anunciara sus intenciones de presentar candidatura a la presidencia de la UEFA en las elecciones de septiembre, lo que dejaría en el aire el liderazgo en la Federación -- organismo que, por cierto, ni siquiera tiene una fecha definida para celebrar elecciones y es probable que no puedan llevarse a cabo hasta principios de 2017 pues mientras Villar confirmaba lo que era un secreto a voces, el Consejo Superior de Deportes rechazaba por segunda ocasión el reglamento electoral del organismo al considerar que no se habían realizado las enmiendas solicitadas.

La selección, mientras tanto, se encuentra en una etapa de accidentada transición tras una bochornosa eliminación en la fase de grupos en el Mundial de 2014 y no haber pasado de los octavos de final en la Eurocopa celebrada en Francia el mes pasado. Con un equipo que genera más dudas que certeza hay voces que piden una “revolución total” en el seno de la Roja, mientras otras quieren exactamente lo opuesto, que se conserve el modelo con que se conquistaron dos Euros y un Mundial en un periodo de ocho años.

Pues ni lo uno, ni lo otro. Lopetegui dará continuidad a aquellos aspectos que sean de utilidad en la fase de clasificación que para España inicia el próximo 5 de septiembre con el encuentro ante Liechtenstein y renovará lo que considere "necesario" de acuerdo a la "exigencia de los partidos".

"Vamos a tratar de aprovechar lo bueno que durante muchos años ha hecho el futbol español; no vamos a desperdiciar las cosas maravillosas que nos han dado esos jugadores. Estamos orgullosos del pasado, pero miramos al presente y al futuro", dijo.

El técnico, quien guió a la Sub-21 hasta coronarse Campeona de Europa en 2013, dispondrá de poco tiempo para dicho análisis y menos aún para preparar el encuentro. Deberá entregar su primera convocatoria el próximo 22 de agosto y sólo tendrá un partido de preparación antes de iniciar el camino rumbo a Rusia 2018, cuando visite a Bélgica el 1 de septiembre.

El técnico evitó entrar en temas espinosos, como la posible ausencia en la convocatoria de Iker Casillas, y quien fuera contratado por el Porto el verano pasado por expreso deseo del vasco. Tampoco hizo distinciones entre los veteranos y ‘futuribles’ y evitó, sobre todo, comprometerse con cualquiera de sus antiguos pupilos, que una vez iniciado el cambio generacional por Del Bosque se han ido ganando un hueco en la selección -- Thiago Alcántara, David De Gea, Marc Bartra, Isco, Dani Carvajal, Koke, por nombrar a algunos.

"La base de la selección está más o menos clara. Hay muchos jugadores aún en plenitud pero aparecerán nuevas opciones. Es cierto que el conocimiento de muchísimos de ellos (de categorías inferiores) nos ayuda, pero si no se gana la posibilidad de estar aquí sirve de poco.

Decidiremos que es mejor para afrontar estos partidos y tendremos en cuenta estados de forma de los jugadores y rivales. No vamos a hacer una revolución; vamos a hacer una evolución en todo caso", señaló.