<
>

Leicester City: la increíble historia de los foxes

Mientras de fondo suena la melodía del himno de la Champions, en Inglaterra deciden que la Cenicienta es sólo una película de Disney. Si, el Leicester City es el inminente campeón de la Premier. El Leicester de la permanencia, de la nómina corta y de las noches de pizza. De las maneras creativas de motivación de Claudio Ranieri. La idea, en principio, era regalarle al King Power Stadium una temporada más en la Primera. Unos 40 puntos que aseguraran que habría Premier. Para eso firmó el DT italiano, pero no fue ese su compromiso.

La tarea fue conseguida a falta de dos jornadas para que finalizara la primera vuelta. Si pudieron concretarlo, y llegar como líderes podría -y pudo- convencerlos de que el título llegaría. Lo que hizo el italiano fue convertir un equipo de parte baja de tabla en uno de nombres propios. De Vardy, Mahrez, Kanté y compañía. Uno basado en trabajo colectivo, pero en donde pudieran brillar en lo individual. Que a falta de Vardy, por ejemplo, mantuvieran su independencia ofensiva y los triunfos. Así lo hicieron. Así lo mantienen.

Si, y el "Mauricio, keep calm" funcionó. El Tottenham no pudo contra la presión de la historia mítica de los clientes de Peter Pizzería, de Leicester City Square. Los Spurs empataron ante el West Brom y pusieron la liga a tiro para los Foxes. Esos que no sólo amasaron, literalmente, su cena tras su primera vez con la portería a cero contra el Crystal Palace, sino que aprendieron a mirar a los ojos a sus rivales. Aprendieron a levantar la cabeza y a sentirse no sólo pertenecientes a la élite, sino merecedores del título. Son atrevidos, elemento heredado de la era del despedido Nigel Pearson.

Ranieri logró, además, un equipo equilibrado, que pudiera marcar y defender, tarea que le llevó las primeras jornadas. No, no es un equipo con posesión, de hecho se ubica entre los últimos 3 en ese renglón en la Liga... y tampoco tienen alta efectividad en sus pases. Pero cuando recuperan el balón rápidamente alimentan a los "foxes" Vardy y Mahrez. Así Jamie se erigió como el goleador de la Premier, el chico de moda de la selección inglesa. Un jugador que hace unos años ganaba 40 euros a la semana por jugar al fútbol amateur y tuvo que trabajar en una fábrica para poder vivir. Uno que marcó durante 11 jornadas consecutivas. El del récord. También de un Riyad que ha despuntado tras llegar hace casi dos años al club que pagó 300 mil libras por él, lo mismo que cobra Rooney en una semana.

Esta es la increíble historia del Leicester City. La de un equipo que apostó a su fe. Que siguió creyendo incluso cuando las apuestas pagaban en su contra, unos 1,350 euros por cada apostado si llegaban líderes a navidad. Pero se aferraron a la estadística que les favorecía, a esa pequeña porción de que sólo dos equipos perdieron la Premier tras llegar de primeros al "Boxing day". En Old Trafford, este domingo, podrían coronarse sin Vardy, suspendido, en el césped. Este domingo estarán listos para escribir la historia. Porque los cuentos... esos son para niños y lo de la Premier, del Leicester, es una verdadera hombrada.