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Matera, la ciudad perdida de Italia donde juega un futbolista uruguayo

El defensa Antonio Sepe juega en el equipo que da nombre a una ciudad que se conoció como “la vergüenza de Italia”. ESPN

En una ciudad perdida y que llegó a ser llamada “la vergüenza de Italia”, un futbolista uruguayo levanta la bandera del país defendiendo al club del pueblo en la Serie D.

El defensa Antonio Sepe vive y juega en Matera, primera ciudad de la región de Basilicata, en el sur del país, donde viven alrededor de 70 mil habitantes.

Hasta allí fue ESPN para encontrarse con el uruguayo y con una historia increíble de una ciudad que se despliega sobre las rocas de las colinas de Civita en plena región de Basilicata.

Lo curioso del caso es que la pequeña comuna está levantada sobre la piedra y, con más de 9 mil años de historia, es una de las ciudades del mundo más antiguas.

La historia dice que en los años 50 Matera había entrado en un estado de degradación total con enfermedades, suciedad y descuidos que provocaron la sanción de una ley por la cual se obligó a los habitantes a salir de las cuevas y habitar en una urbe construida a pocos kilómetros.

Ante esto, la histórica Matera se convirtió en una ciudad fantasma y fue en ese momento que recibió el mote de “la vergüenza de Italia”. Tres décadas más tarde se permitió refinanciar los barrios abandonados y la ciudad revivió para convertirse en uno de los destinos turísticos más elegidos. De hecho, en 1993 la Unesco la proclamó como patrimonio histórico de la humanidad.

El defensa uruguayo Antonio Sepe lleva 10 años jugando en el fútbol italiano con un largo recorrido por varias instituciones regionales y del ascenso.

“Son 10 años que llevo en Italia. Mi familia, por parte de mis padres, son italianos, así que el hablar italiano, la cultura italiana, me la transmitieron desde chiquito en Uruguay”, afirmó el jugador a ESPN.

Sobre cómo es jugar y vivir en Matera expresó: “de día es muy linda, de noche, con las luces prendidas, es divina, y cuando cae nieve es un pesebre”, concluyó diciendo Sepe.