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Porras de Pumas y Cruz Azul ya están en el Azul

MÉXICO - Con la impresión de extender el color de sus paredes hacia todas las calles aledañas, el Estadio Azul vio marcado su sendero por decenas de grupos de seguridad, camiones, formaciones con escudos y corrales.

La razón del peso en el dispositivo de seguridad se manifestó rápidamente. Las porras y barras de Pumas llegaron al inmueble previo al choque contra Cruz Azul, y la intensidad subió al momento.

Cuatro camiones de transporte público arribaron por el Eje 6 Sur hacia las puertas del Azul, pero el verdadero reto policiaco llegó unos metros más hacia la entrada principal del estadio, donde un hombre acompañado por sus hijos tuvo que ser sometido --con poco éxito-- por un puñado de oficiales.

El niño intentaba sujetar a su padre mientras los elementos de seguridad se esforzaban en separarlo y retirarlo de la calle que acompaña los principales accesos del Azul. La razón quedó inconclusa pero lograron forzar su salida, mientras el menor trataba de alcanzarlo entre una docena de uniformados.

La preocupación se percibió entre varios aficionados que se preguntan cuánto daño puede ocasionar un grupo radical si así lo decide, dado que un solo hombre pudo evadir durante al menos un minuto, el control policiaco.

La tensión descansa sobre los cuestionamientos a la capacidad de reacción de las fuerzas del orden.