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Fútbol en segundo plano

BUENOS AIRES -- Cuando ocurren hechos como los de París, lo demás es secundario. Todo queda en segundo plano.

Faltaban un par de horas para el Argentina-Brasil postergado por lluvia y era imposible abstrarse de lo que sucedía en la noche francesa. Resultaba inevitable pegarse a los canales de noticias extranjeros para conocer la real dimensión del horror. Mientras en los alrededores del Monumental se vivía una fiesta, en París reinaba el caos, la barbarie y la consternación.

Después de los fuegos artificiales y un minuto de silencio que muchos no respetaron, seguramente desinformados sobre los atentados, llegó el momento del fútbol.

Argentina salió a llevarse puesto a Brasil, a dejar atrás la pobre producción de la primera doble fecha de Eliminatorias sudamericanas camino a Rusia 2018. Los de Martino apostaron por la presión alta, con más profundidad que tenencia lateral. Lavezzi volvió a dejar claro que rinde mucho más jugando de extremo que de mediocampista por izquierda.

Di María mostró una versión angelada. Con la 10 del ausente Messi, estuvo inspirado para pisarla y encarar. A los 5 enganchó de derecha al medio y su remate se fue cruzado. También probó la resistencia de Alisson con un corner cerrado a los 17 y un tiro libre a los 25.

Precisamente en los pies de Fideo nació el 1º gol de la Albiceleste en tres partidos. Fue una conexión francesa. El jugador de PSG gambeteó a un rival y abrió a la derecha con Higuaín. El nacido en Brest mandó el centro bajo y Lavezzi, compañero de equipo de Di María, definió entrando por el medio.

Si bien el equipo de Dunga había logrado hacer pie luego de esos primeros 10 minutos de ahogo, tuvo la primera aproximación al arco de Romero recién a los 41, con un cabezazo alto de David Luiz. En su debut en Eliminatorias, Neymar parece haber sentido esa disputa de pelota con Roncaglia a los 10 minutos que lo dejó tan dolorido.

En el complemento se repitió el libreto. Argentina entró enchufado y pudo haber estirado la diferencia con una doble chance de Banega. El primer remate lo tapó Dani Alves y el segundo dio en la base del poste. La visita era confusión. Una clara imagen de ello fue la cara que le puso el poco participativo Ricardo Oliveira a Dani Alves por un mal pase, en su última acción en cancha. Entraba Douglas Costa y generaba respeto.

Neymar también sufrió un choque con Mascherano, su compañero en Barcelona. Pero minutos después, empezó a mostrar parte de su talento. Probó con un derechazo desde afuera que se fue ancho. Y a los 13, metió un cambio de frente bárbaro para Dani Alves. El lateral derecho envío un centro con clase, Douglas Costa apareció llamativamente solo para cabecear al travesaño y Lucas Lima aprovechó el rebote.

Brasil se agrandó con el empate. De repente, Argentina pasó de tener un clásico muy ganable, a sentir miedo de perderlo. Entraron Gaitán, Lamela y Dybala, pero no llegaron a aportar tanta frescura. El dueño de caso quiso ganarlo como sea y abusó del choque y la alta velocidad, con Rojo, Otamendi y Funes Mori queriendo ser los salvadores en el área rival. Hubo aplausos a la entrega en el final del partido.

La diezmada Argentina no pudo aprovechar una gran oportunidad para llevarse el clásico, ganar confianza y empezar a acallar los murmullos alrededor de Martino. A la salida del estadio, los hinchas mostraban cierta inquietud por la cosecha de 2 puntos sobre 9 en juego y por la visita del martes a Barranquilla.

Aunque falta muchísimo por jugar y mejorar, no faltarán los títulos catástrofe por este arranque en las Eliminatorias. Ojalá algún día entendamos que el drama y las verdaderas preocupaciones pasan por otro lado.