Atlas y Tijuana dividen honores

GUADALAJARA (Omar Fares/ESPN.com) -- Más de 30 mil aficionados asistieron al estadio 'Jalisco' con las ilusiones al tope. Había razones de sobra. El debut del Atlas en el Torneo de Clausura 2014 en su casa, con un dueño diferente al que había tenido en sus 97 años de historia, y sobre todo la expectativa por el regreso de Tomás Boy al banquillo rojinegro.

En medio de ese contexto Atlas pisó su campo para recibir a Xolos de Tijuana que también se presentaba con nuevo técnico en la figura del venezolano César Farías.

El empate 0-0 refleja lo sucedido en la cancha, en una noche en el Jalisco en la que la esperanza no agoniza, pero sí quedaron sembradas las dudas.

DE MÁS A MENOS

Atlas comenzó intenso y con entusiasmo, posiblemente empujado por el aliento de sus seguidores rojinegros. Transcurría apenas el minuto 4 cuando la llamada Fiel Rojinegra tuvo su primera emoción con el arribo de Jair Barraza pisando el área por el sector izquierdo. El delantero disparó con potencia y Cirilo Saucedo rechazó de puños.

Conforme avanzaba el tiempo, los rojinegros perdían la posesión del balón y el dominio. Su medio campo estaba fracturado con un boliviano José Luis Chávez, quien se mostraba impreciso, lo mismo que su compañero el chileno Rodrigo Millar, y de esta forma había que recurrir al pelotazo en busca de encontrar a Edson Rivera y Jair Barraza.

De lado de Xolos, el venezolano Farías conservaba la calma y no exigía a su grupo adelantar con intensidad.

Pero Atlas encontró un contragolpe cuando Arturo González escapó rumbo al área, y cuando Gandolfi supo que ya no lo alcanzaría lo jaló en el área para provocar el penalti.

Al 29, Edson Rivera se paró ante el manchón del penal para ejecutar. Pero el delantero anunció su disparo que salió suave de su pie derecho, tanto que Cirilo Saucedo adivinó la trayectoria y rechazó, pero el balón ya no le llegó otra vez a Rivera, quien dejó escapar la única oportunidad que se le presentó.

Si el primer tiempo se estancó en el letargo, en la segunda parte no mejoraron las condiciones.

Así el juego se enfrascó en el esfuerzo, transpiración y nula creatividad para romper con la monotonía que pese a todo no mermó en el ánimo de los seguidores rojinegros que no dejaron de apoyar a su equipo y que mantienen la esperanza en la tercera etapa de Tomás Boy como técnico rojinegro.

Por lo pronto, el comienzo no arrojó el resultado soñado.