Argentina no pudo con Brasil y sigue sin ganar en las eliminatorias

BUENOS AIRES -- El seleccionado argentino mejoró en parte la imagen que había mostrado en el principio de las Eliminatorias hacia Rusia 2018, pero no consiguió pasar del empate 1-1 ante Brasil el viernes por la noche en el estadio Monumental y apenas suma dos puntos transcurridas tres fechas del camino hacia el próximo Mundial.

Las ausencias de Lionel Messi, Sergio Agüero y Carlos Tevez por lesión no resultaron determinantes por el buen primer tiempo desplegado por Argentina, aunque sus presencias bien pudieron ser importantes en un segundo período en el que Brasil, con poco, redujo la diferencia entre ambos equipos que hubo en el primero en favor de los anfitriones.

Ezequiel Lavezzi, a los 33 minutos de la primera etapa, adelantó en el marcador a un seleccionado albiceleste que hizo méritos suficientes para irse en ventaja al descanso de un partido que fue postergado el último jueves por una intensa tormenta que anegó el campo de juego del Monumental.

Sin embargo, en el segundo episodio un par de pinceladas de Neymar levantaron a un Brasil que llegó al empate a los 12 minutos gracias a una conquista de Lucas Lima y que terminó con diez hombres por la expulsión de David Luiz, a los 43 de la segunda parte.

Un primer tiempo casi perfecto desplegó Argentina en el estadio Monumental, pero no desde la ejecución de un fútbol vistoso sino desde la practicidad, lejos de un firuleteo tan encantador como muchas veces intrascendente y cerca de una propuesta de trámite intenso, donde la concentración fue factor fundamental.

Con la delicada situación en las Eliminatorias a cuestas más la baja de piezas fundamentales, a Argentina no le quedó otra opción que salir a ser protagonista en el Monumental y así lo hizo desde el minuto inicial, ahogando la salida del adversario, tapando el primer pase y, sobre todo, con una buena marca de Facundo Roncaglia sobre la estrella brasileña, Neymar.

Ante la ausencia de figuras, se calzó el saco de conductor el rosarino Angel Di María, quien lejos de escaparle al juego como en ocasiones anteriores se acercó a sus compañeros para hacerse eje, intentó elaborar un juego vertical y desde una gran acción individual suya se generó la acción que terminó con una merecida apertura del marcador para el equipo de Gerardo Martino.

Previamente, Roncaglia había exigido a Alisson al minuto de juego y Gonzalo Higuaín se lo había perdido inmediatamente después. También Di María, a los 4, llegó con claridad al área brasileña, que tembló también a los 20 con un centro atrás de Lavezzi y luego de un desborde de Roncaglia.

Hasta que, a los 33, Di María se sacó de encima a Lucas Lima en la mitad de la cancha y habilitó a Higuaín con un preciso pase en profundidad. El Pipita corrió y esperó, lo suficiente, para encontrar un compañero en el centro del área, y hacia allí fue Lavezzi, quien capturó el envió rasante del goleador de Napoli para estampar el 1-0.

Justicia en el marcador, ante un Brasil que mostró más casi nada que poco, que recién llegó hasta Sergio Romero luego de encontrarse en desventaja y que tuvo a su creador, Neymar, bien controlado.

Y hacia el arco de Allison fue otra vez Argentina en el inicio del segundo tiempo, con Nicolás Otamendi tomando la lanza, combinando con Higuaín y cediendo para Banega, que no consiguió convertir en los dos intentos que tuvo, aunque en el segundo impactó el balón en la base del palo izquierdo y recorrió toda la línea antes del despeje de David Luiz.

Pero hasta allí llegó el elenco albiceleste, porque la aparición de Neymar, y una dosis de fortuna, bastó para que Brasil llegara al empate.

La jugada de la igualdad la clarificó Neymar con un cambio de frente propio de los jugadores distintos, que Dani Alves recibió en el vértice izquierdo del área penal. El lateral de Barcelona vio a Douglas Costa ingresar por detrás de Roncaglia y allí apuntó, y el recién ingresado brasileño cabeceó al travesaño, aunque el rebote le quedó a Lucas Lima, que batió a Romero con un zurdazo.

A partir de allí Argentina se desdibujó, entró en un terreno de fricción, mientras que Brasil creció sin hacer demasiados méritos y el juego se modificó definitivamente. A los 40, un cabezazo de Marcos Rojo pudo salvar el partido para Argentina, pero la pelota se fue besando el palo derecho de Alisson.

El último subcampeón del mundo y de Sudamérica hizo méritos para ganar, presentó un plan de juego acorde al partido y lo ejecutó durante buena parte del mismo, pero el resultado otra vez le fue esquivo y no le quedará más remedio que intentar obtener su primer éxito en este camino hacia el Mundial en la difícil tarde del martes en Barranquilla, ante el seleccionado de Colombia que dirige José Pekerman.