Barcelona deja media Liga en Málaga

Getty Images

MÁLAGA (Jordi Blanco, corresponsal) -- Rodeado de una pasión absoluta y una euforia desmedida por el empate del Real Madrid en el derbi que le abría la puerta del liderato, el Barcelona perdió por 2-0 cuando solo podía ganar y se dejó media Liga en Andalucía, derrumbado por un Málaga que le desnudó de mala manera en una noche trágica.

Sandro Ramírez, futbolista a quien el club azulgrana despreció al acabar la pasada temporada concediéndole la baja, le apuñaló en un contragolpe de manual antes de llegarse al descanso de un partido de pesadilla para el campeón, incómodo de entrada y descentrado después. Y así de principio a fin.

Incapaz de hacer valer su superioridad futbolística ante la seriedad con que Michel planteó el partido, se demostró que si a la ausencia de Rakitic se sumaba la reserva de Iniesta, el Barça descendía demasiados peldaños.

Una falta de velocidad preocupante y poco acompañamiento, nulo, de la segunda línea le dejó señalado en la primera mitad, cuando con el 0-0 dominó sin ton ni son y dando a entender que no estaba en disposición de dar ese golpe necesario.

Pudo marcar en un pase magnífico de Messi a André Gomes... Pero la lentitud exasperante del portugués evitó ese 0-1 que habría sido, quizá, un punto de inflexión para el partido. Se salvó el Málaga y, aumentando su presión en un centro del campo donde Denis fue otro fantasma, dejó colgado y sin soluciones a un rival en el que a Messi no acompañaba la electricidad de Neymar ni la movilidad de Suárez.

Y eso que Kameni, siempre soberbio ante el equipo azulgrana, le salvó un gol cantado a Suárez...

Pero fue al contrario. En un pase profundo, Sandro marcó... Y se encendió La Rosaleda. El 1-0 provocó estupor y no hizo más que aumentar las dudas en un campeón sin solución de continuidad, que aún sostenía la esperanza sin sospechar lo que vendría después.

SIN SOLUCIONES

Luis Enrique entendió que estaba en un momento decisivo y metió a Iniesta y Sergi Roberto para revolucionar al equipo... Pero el equipo no le respondió. Ni de lejos.

Michel, que había perdido los seis partidos precedentes como entrenador frente al Barça, acabó por convertirse en el mejor aliado de 'su Real Madrid' a través de una estrategia que se demostró perfecta. Bien cerrado en defensa, salía a la contra con una verticalidad mayúscula y ponía de los nervios a un rival cada vez más descentrado.

Tal es así que Neymar se fue a la caseta antes de tiempo por una entrada fuera de lugar y del choque, cada vez más, se fue convirtiendo en una pesadilla para el grupo de Luis Enrique, estrellándose una y otra vez contra su propia incapacidad.

Con la España futbolística mordiéndose las uñas el Barcelona se lanzaba con todo y rozando remates de gol antes de volver chocar contra Kameni se dirigió a un final entre apoteósico y trágico... Que desembocó en el 2-0 alucinante de Jony, en otra contra que cerró el partido.

Y quien sabe si incluso la Liga...