La historia de Boca está marcada por varios futbolistas uruguayos que dejaron su huella. Cada uno con sus características y con una condición que identifica a los habitantes de esta tierra: su entrega total a la causa, a la camiseta y al escudo que defienden.
Esa es una de las razones por las cuales los futbolistas uruguayos logran meterse en el corazón de la gente que, desde tiempos lejanos, los premia al grito de ¡uruguayo! ¡uruguayo!, cada vez que anotan un gol.
Como en todo país futbolero, los clásicos son un partido aparte. El Boca-River es uno de los más apasionantes del mundo y allí hay un grupo de jugadores uruguayos que tuvieron el privilegio de marcar goles ante su eterno rival que quedaron grabados a fuego en la gente.
Estos son los goles inolvidables de los uruguayos de Boca en el superclásico ante River.
Severino Varela
En la década del 40 el uruguayo Severino Varela dejó su huella en Boca Juniors. El delantero fue decisivo en los dos primeros torneos donde defendió la azul y oro, y sobre todo, en los clásicos ante River donde marcó 5 goles. El 26 de setiembre de 1943 su gol se transformó en leyenda. Su compinche Sosa desbordó y tiró el centro al área. Severino se tiró en palomita y marcó el gol que pasó a la historia como el de la “boina fantasma”. ¿Motivos? Severino era famoso por jugar con una boina negra. Su idolatría llegó al grado tal que cuando culminó su contrato, Boca le ofreció un dineral para renovar, pero no aceptó y volvió a Montevideo. Sin embargo, en 1949, en un Boca plagado de problemas, Severino se ofreció para jugar gratis y dar una mano. En una época donde no existía el merchandising, la boina de Varela fue un producto de marketing tremendo.
Hugo Romeo Guerra
El 29 de setiembre de 1996, el Boca de Carlos Bilardo se enfrentó a River Plate en un partido emocionante por el torneo Apertura. El juego estaba igualado 2 a 2 cuando Hugo Romeo Guerra, en su tercer partido con la camiseta de Boca, decretó el milagro. La pelota llovió al área de los millonarios y Guerra alcanzó a cabecear la pelota con la nuca. El tanto quedó para siempre grabado en la memoria de la gente como el “nucazo” del uruguayo.
Uruguayos x2
En el año 1997 dos uruguayos fueron protagonistas del superclásico disputado en el Monumental. Gabriel Cedrés, que había pasado de River a Boca, llegó al partido disputado en Núñez en medio de una polémica. Días antes había declarado en una nota para El Gráfico: “me saqué las plumas”. A los cinco minutos de aquel partido, el Manteca Sergio Martínez habilitó a Cedrés que se tiró en palomita y conectó de cabeza para decretar el gol de apertura en el marcador. A los 17, Martínez pescó un rebote en el área y anotó el segundo gol de Boca. El partido terminó 3 a 3 y lo curioso del caso fue que Cedrés y Martínez fueron expulsados por el árbitro Javier Castrilli.
En el año 2015, Boca Juniors se impuso 1-0 a River Plate en el Monumental con gol de Nicolás Lodeiro. El volante uruguayo no fue considerado en la formación titular, pero debió entrar al campo a los 30 segundos de iniciado el partido tras la lesión de Fernando Gago. El gol llegó a los 18 minutos cuando el arquero millonario, Marcelo Barovero, interceptó un ataque de Carlos Tevez sin poder evitar que el rebote le quedara a Lodeiro que anotó con remate de zurda. El triunfo le permitió a Boca quedar como líder del torneo argentino.
El volante uruguayo anotó ante River Plate en el superclásico de la Superliga 2017/2018 disputado en el estadio Monumental. El juego estaba igualado 1 a 1 cuando, a los 27 minutos del segundo tiempo, Pablo Pérez habilitó a Nández que se mostraba por derecha. El volante uruguayo atacó la pelota y se tiró para pegarle de aire y marcar el celebrado tanto del triunfo xeneize.
El volante de la Selección de Uruguay, que desembarcó en Boca tras surgir en Artesano de Nueva Helvecia, marcó su primer gol como profesional el 31 de enero del 2015, en la goleada 5-0 de Boca sobre River en el clásico de verano jugado en Mendoza.