<
>

Progreso, el club con un barrio detrás que es la sensación del Campeonato Uruguayo 2024

Con un juego solidario e intenso, el equipo de La Teja pudo rápidamente plantearse objetivos más ambiciosos tras obtener un gran colchón de puntos en la tabla del descenso. ESPN

La gran campaña del Club Atlético Progreso en el Campeonato Uruguayo 2024 de Primera división tiene sus bases en la intensidad del equipo, la generosidad del plantel y el empuje del barrio de La Teja.

“Todos empujamos”, “Somos una familia”, “Lo mejor es el grupo”, repiten los futbolistas del Gaucho del Pantanoso que el pasado 29 de noviembre confirmaban el regreso a la A y que en las primeras diez fechas del Torneo Apertura cosecharon siete victorias (ante Miramar Misiones, Rampla Juniors, Cerro, Racing, Deportivo Maldonado, Boston River y Liverpool) y tres empates (Nacional, Danubio y River Plate).

Al ser consultado sobre los secretos de la gran campaña que los invita a soñar más que en preocuparse por mantener la categoría, su entrenador Carlos Canobbio comentó en ESPN: “Trabajo y convencimiento; los jugadores creen mucho en lo que entrenamos y en los análisis, y se entregan al máximo todos los días. La lucha es lo que nos caracteriza y es lo que nunca podemos dejar de hacer”.

“Y siempre remarco que tanto el cuerpo técnico como los jugadores y los funcionarios que quizás no se ven estamos todos alineados. Es algo que trabajamos mucho como cuerpo técnico: el tenerlos a todos con la energía positiva y tirando para el mismo lado cada uno cumpliendo su rol. Viene saliendo bien y esperamos seguir por este camino”, subrayó.

En Progreso se alinean por el club y por el barrio; si una pelota se va, el Jona sale corriendo del Parque Abraham Paladino a buscarla. Al final del partido, un vecino también le avisa que una pelota quedó abajo de un auto mientras un hincha espera la salida de los jugadores para que firmen su camiseta, en especial Alex Silva, capitán del equipo.

Sabemos que el barrio se mueve muchísimo cuando juega en Progreso, toda la gente se merece esto por el trabajo que hacen entre semana para venir y pagar una entrada, y ver al equipo. En el club somos un grupo de trabajo; no es que somos jugadores, cuerpo técnico, utilería y sanidad cada uno por su lado, no, somos todos un grupo. Eso, sumado al barrio, que es un barrio humilde, trabajador, obrero, es lo que nos caracteriza hoy como grupo. Sabemos que somos nosotros y también nuestras familias”, destaca Silva en ESPN.

Progreso se apoya en su barrio, y La Teja disfruta y respalda al club. No sólo cuando hay partido, también cuando hay hambre y entonces se organizan ollas solidarias. O cuando hay que remodelar el estadio, y así la forma son jornadas organizadas por hinchas que llevan pinceles, brochas, rodillos y pintura, y el estadio queda coqueto con su rojo y amarillo, no con el gris de otros escenarios que se intenta argumentar desde la eficiencia y productividad.

El club invita a cada uno con sus particularidades, con sus banderas, como la que pide ‘No te rindas’ con la foto de Tabaré Vázquez, ex presidente del club y de la República Oriental del Uruguay. También está el trapo donde Walter y Kevin dejan patente que son Amigos de Luis Ríos, y la bandera de Ana, Rosana, Germán, Mirta y Tomi. Y está Raúl, el Chelo, el Pelado Santi, Las mujeres detrás del arco; y aquel que se queja (con razón) que no haya un semáforo o puente, y entonces sea cada vez más difícil cruzar la Ruta 1 para llegar al estadio, y es que cada vez hay más vehículos y más velocidad.

“¡Vamos que estamos todos, Gaucho!”, se grita ante un tiro libre en contra. También están en la tribuna del Paladino los familiares de Ignacio Lemmo, juegue o no el número 10.

El enganche formado en otros clubes y otros barrios afirmó: “Progreso en Uruguay es mi casa, si bien no me formé acá y no soy del barrio, en todas las etapas que tuve en el club me ha ido bien y cuando surgió la posibilidad de volver no lo dudé. Vienen estando los mismos, tanto los kinesiólogos como los utileros, que son los que siempre están. Pasaron cinco años y fue como que me fui sólo dos días; mi familia se siente bien cuando viene acá, se han hecho hinchas del equipo y lo han seguido por más que yo no estaba”.

“Vamos que es un fútbol de armonía”

Además de observar detalles importantes en los rivales, el entrenador Canobbio remarca el valor de lo propio, logra unir al grupo y que en cancha se recuerde el trabajo de la semana y el respaldo de los funcionarios del club que, con un barrio detrás, junto y movilizado, amenaza ser una excepción cada vez más grande en un fútbol de sociedades anónimas y apoyo (inversiones) por promesa de retribución económica futura.

Todo logra traducirse en un juego intenso, ambicioso y solidario. Sin incorporaciones rimbombantes al ascender a Primera, Progreso mantuvo la base y el trabajo.

“Los compañeros dejan todo en cada entrenamiento. Las claves son el trabajo en equipo, el sacrificio, la humildad, la unión. Somos una familia y eso se traslada mucho al campo de juego. Todos empujamos: los que jugamos desde el inicio, los que lo hacen desde el banco y el resto de los compañeros”, afirma el capitán Silva.

Lemmo apunta: “El grupo está contento, tranquilo y convencido de lo que viene haciendo, no es casualidad, es fruto del trabajo de la semana. ¿Las principales virtudes? La entrega, la intensidad y la solidaridad: sabemos que todos tenemos que defender y todos tenemos que atacar”.

El equipo puede iniciar con un 4-4-2 o un 5-3-2, pero siempre respetando su idea: buscar ser protagonistas, hacerse del balón y atacar con mucha movilidad, e intentar recuperar la pelota ahogando y presionando donde el técnico lo indique.

Los defensas no sólo pueden aportar en ofensiva, están obligados a hacerlo: “Carlos (Canobbio) nos da la libertad para poder atacar, siempre intentando no descuidar la defensa, pero él quiere ir a buscar el arco rival y nos da la libertad para que nos soltemos, y si tenemos que romper hacia adelante, lo hacemos”, afirma Joel Poiso.

El defensa, nacido en 2004 y con remera por dentro del short como viejas épocas, ha sido lateral y stopper por derecha en este equipo, y se ha soltado y superado líneas cuando la jugada lo invita y los compañeros en ataque lo necesitan.

Y así al revés con los delanteros: “Carlos nos pide que estemos bien parados, que seamos los primeros defensores. Es un club de barrio que acompaña y se hace sentir, a nosotros nos llena de orgullo que los hinchas siempre estén ahí cantando, llueva, haga frío o tremendo sol. Eso nos motiva mucho para salir a ganar”, manifestó El Peluche Franco López, quien con el Gato Gastón Colman conforma la dupla ofensiva.

“Hay que campeonar en las esquinas”

Las atajadas de Nahuel Suárez, respaldado por su colega y compañero Matías Castro, los saques de Poiso, Alex Piegas, Martín Marta o Facu Silvera, las coberturas de Adrián Colombino y Gonzalo Andrada, las corridas de Viera y Sequeira, los goles de Silva, López y Colman, y el inmenso aporte de tantos más en cancha o entrenamientos.

Con el detalle de anunciar oficialmente el equipo titular con una placa donde puede aparecer alguien que no juegue desde el inicio (puede ser suplente o incluso no futbolista, porque se entiende que de verdad todos aportan), Progreso busca, como su himno lo dice, campeonar en las esquinas y sale a ganar en cada partido del Uruguayo 2024. El Gaucho va y La Teja lo acompaña.

Himno del Club Atlético Progreso:

Vamos con los gauchos todavía

Vamos que es un fútbol de armonía

Evolucionemos impulsando la verdad

Para que el deporte se conjugue en lo mundial

Hay que campeonar en las esquinas

Donde cada sueño se ilumina

En todas las canchas estos gauchos lograrán

Integrar la historia futbolera y popular