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Dustin Johnson dominó en la tercera vuelta del Masters

Dustin Johnson, durante la tercera ronda del Masters EFE

Digan si no escucharon esto muchas veces: Dustin Johnson está en posición de ganar un Major. Y ahora sigamos como si no hubiera pasado…

En una exhibición de golf de alto nivel, Dustin Johnson hizo una vuelta sin errores y quedó en las puertas de probarse el saco verde de Maestro en Augusta. Un águila y 5 birdies le dieron un score de 65 golpes (-7), para un total de 200 golpes (65, 70 y 65) y 16 bajo el par. Ventaja de 4 golpes sobre el mexicano Abraham Ancer, el australiano Cameron Smith y el coreano Sungjae Im.

Pero ya ha pasado y lo escuchamos muchas veces, ¿no es cierto? Si alguien viniera de marte sin saber quién es Dustin Johnson, viera su swing de golf y como le pega a la pelota, seguramente diría que ya debería tener muchos Majors en su haber y, sobre todo, muchos Masters. Difícil encontrar una cancha que se adapte mejor a su juego que Augusta National. Sin embargo, este oriundo de Carolina de Sur, de 36 años, que está primero en al ranking mundial y acumula nada menos que 22 victorias en el PGA Tour, solo tiene un Major en su vitrina, la copa del US Open que ganó en 2016 en Oakmont. Muchas asignaturas pendientes.

Johnson revela muy poco en sus entrevistas con los medios. Varios se preguntan si es por su forma de ser o porque no tiene mucho para decir.

Demasiadas veces estuvo cerca de ganar, sentado en el asiento del conductor en torneos mayores y, al llegar al domingo, de una u otra forma se ha diluido.

Mucho se ha escrito sobre los jugadores que se agrandan en los escenarios más importantes. Bobby Jones, Ben Hogan, Jack Nicklaus, Tiger Woods y Brooks Koepka quizá sean son los mejores ejemplos de aquellos que encontraron la manera de combinar un extraordinario talento para jugar al golf, muchísimo trabajo y dedicación, con mentes privilegiadas que supieron cómo dominar sus cuerpos y sacar lo mejor de ellos cuando más lo necesitaron. Todos ellos han logrado hacer el tiro preciso en el momento justo. No sería divertido enumerarlos porque todos los conocemos, los hemos visto muchas veces. Quizá el más emblemático de la era moderna sea el chip de Tiger Woods desde afuera del green en el hoyo 16, aquí en Augusta, que entró en la última fracción de vuelta. Hay cientos de esos tiros memorables en momentos cruciales, y son siempre del mismo grupo de jugadores extraordinarios.

Johnson arrancó esa costumbre de arruinar el último día sus ventajas en los Majors en el US Open de 2010 en Pebble Beach, con una vuelta final de 82 golpes. Ese mismo año cometió un error reglamentario insólito para regalarle el triunfo a Martin Kaymer en el PGA Championship en Whistling Straits. También falló el domingo en el British Open en 2011 que ganó Darren Clark, en Royal St. Georges. Pero quizá el peor de todos esos errores fue en 2015, cuando hizo tres putts desde tres metros en el hoyo final en Chambers Bay para regalarle el US Open a Jordan Spieth. ¡Que cruel es golf!

A estas alturas, hasta aquellos que no son sus fans quieren que gane finalmente el Masters. Ojalá así sea y este domingo a la tarde lo veamos luciendo el saco verde. Nunca estuvo tan cerca.

Atrás de Johnson, a una distancia de 4 golpes, que a priori parece indescontable, hay un joven mexicano de apellido Ancer y de nombre Abraham. Este jugador, que compite por primera vez en Augusta, en este Masters tan distinto, empezó el día empatado en el primer puesto en -9. Su score parcial de hoy fue 69 (-3), gran vuelta que lo pone en un total de 204 golpes (-12). Decía Ancer al terminar su vuelta: “Hoy fue el día que mejor le pegué a la pelota. Esta cancha me gusta y se adapta bien a mi juego. Me hace sentir cómodo y me divierte. No sé qué pasará mañana pero ya valió la pena”. Con este score Ancer empata el segundo puesto.

Rory McIlroy pareció, en una buena parte de la tercera ronda, ese jugador capaz de hacer milagros. Con birdies en los hoyos 2, 8, 9 y 12, se puso -8. Teniendo por delante los dos par 5 de la vuelta, el 13 y el 15, a disposición para bajarlos y anotar un número interesante en el tablero, Rory volvió mostrar esa versión diluida que a sus fanáticos les gusta tan poco. Insólitamente, y a pesar de su gran distancia, se las ingenió para hacer bogey en el 13 y par en el 15. El birdie del hoyo 16 tuvo sabor a consuelo y dejó esa fea sensación de aquello que pudo haber sido y no fue. La pregunta que todos se hacen a esta altura es si llegará alguna vez el día en que Rory McIlroy complete aquí, en Augusta, el tan esperado Grand Slam. Final abierto para el norirlandés.

Finalmente el sábado temprano, el aficionado argentino de 18 años, Abel Gallegos, completó las dos vueltas de clasificación en el Masters. Con un total de 160 golpes (+16) quedó afuera del fin de semana. Fueron días de ensueño según decía al terminar: “Fue un experiencia indescriptible. Este lugar es una belleza y disfrute de cada momento y de cada golpe. No jugué mi mejor golf, pero la idea era venir a aprender y a divertirme, y me llevo los mejores recuerdos de esta semana. No cambiaría nada”.

Tiger Woods quedó lejos de la punta. Su golf perdió la precisión que mostró en la primera vuelta. Quizá el haber jugado 25 hoyos en un solo día el sábado, por no haber terminado la segunda ronda por falta de luz el viernes, hicieron mella en su espalda. Esa incomodidad, que era evidente, afectó claramente su juego. Tiger hizo par de cancha (72) y con un total de -5 empata el puesto 20. Ofrecer un buen espectáculo para

Todo listo para la última ronda de la edición 84 de Masters en Augusta. El primero en la historia que no se juega en los primaverales días de abril. Los primeros jugadores en salir lo harán a las 7.50 y se espera que el torneo termine no más tarde de la 3 de la tarde, hora local. Una cancha algo más seca pero todavía muy atacable puede ofrecer un buen espectáculo. ¡Que así sea!