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Abreu, un pelotero especial

Si juega 150 partidos este año, Abreu superaría a Willie Mays AP Photo

ANAHEIM -- Lou Gehrig, Willie Mays, Ty Cobb, Honus Wagner y Barry Bonds.

Esos son los principales nombres de referencias utilizados hoy en día cuando se repasan las estadísticas acumuladas por Bobby Abreu en su carrera de 15 temporadas en las Grandes Ligas.

El jugador de 37 años y que el domingo conectó el doblete número 534 de su carrera para empatar con el legendario Gehrig -- el hombre de hierro del béisbol -- en la posición número 32 de todos los tiempos en batazos de dos bases, ciertamente ha puesto números en las mayores que deben encaminarle tras su retiro al Salón de la Fama. Sería el segundo venezolano en la historia en recibir la exaltación a Cooperstown.

Sólo resulta que pocas veces el fanático y la prensa en general han logrado darse cuenta de ello.

"Bobby es el tipo de jugador que en la manera que pasan los años y alcanza esos hitos estadísticos uno comienza a apreciar el gran jugador que es y la gran carrera que ha tenido", opinó el dirigente de los Angelinos, Mike Scioscia.

Y es que Abreu es uno de sólo cuatro jugadores en la historia de las Grandes Ligas con al menos 250 jonrones, 500 dobletes y 350 bases robadas. En ese renglón solo lo acompañan Barry Bonds, Rickey Henderson y Craig Biggio.

Pero las cosas no terminan ahí. Abreu está a 22 jonrones de alcanzar el cuadrangular 300 de su carrera y a 23 bases robadas de su estafa número 400. Cuando lo logre será a penas el tercer pelotero en la historia del juego en combinar esas mínimas cifras en esos renglones para unirse a la pareja de padre e hijo compuesta por Bobby y Barry Bonds.

Mientras, si este año logra jugar en al menos 150 partidos romperá una marca de todos los tiempos en las mayores que comparte con Mays por lograr es mínima cantidad de juegos en 14 temporadas corridas. Y si llega a robar al menos 20 bases este año, aumentará a 13 los años consecutivos en los que ha logrado eso.

Abreu, un dos veces participante del Juego de Estrellas, ganador de un Guante de Oro en el 2005 y de un Bate de Plate en el 2006, ha bateado al menos 20 jonrones, 20 bases robadas y 40 dobles en cinco ocasiones en su carrera. Ningún pelotero en la historia del juego ha completado esa trifecta en más de tres ocasiones. Es además el quinto jugador en la historia con al menor cinco temporadas en las que remolcó al menos 100 carreras y se robó al menos 30 bases. Los otros en lograrlo fueron Honus Wagner, Hugh Duffy, Ty Cobb y Barry Bonds.

"Cuando tu nombre es puesto en el contexto de todos esos grandes jugadores de la historia, se logra la perspectiva para comprender cuán grande ha sido", precisó Scioscia al seguir hablando del pelotero que desde el 2001 al presente es el tercer jugador que más veces ha llegado a base con 2,817 ocasiones y solo está detrás de Albert Pujols y Ichiro Suzuki, de San Luis y Seattle respectivamente, en ese renglón estadístico, y es el pelotero activo con más bases por bolas recibidas y el sexto con más bases robadas con 1,373 y 379, respectivamente.

Nada mal para un hombre que cuando niño solo soñaba con jugar pelota, el deporte que le ayudaba a vivir una vida alegre a pesar que la vida a veces era muy difícil.

"A veces en la casa no había para comer mucho", reflexionó Abreu al repasar rápidamente hasta donde ha llegado desde su crianza en Aragua, Venezuela, donde fue uno de cuatro varones y seis hijos en total nacidos a una humilde pareja de un padre dedicado a la obra de construcción y una madre ama de casa.

"Vengo de un barrio humilde, donde fui criado como tiene que ser. Y siempre jugábamos a la pelota en la calle y todos lados".

Muchos años después de eso, Abreu luce encaminado a ser el segundo venezolano en llegar a Cooperstown, aunque claro está, su primer chance será una vez cumpla cinco años de retirado, cosa que aún no tiene en su mente y su dirigente considera no está cerca de ser.

Alcanzar esa designación, claro está, convertirá a Abre en un ídolo eterno en ese país suramericano y caribeño que vive y respira béisbol.

"Cuando yo comencé a jugar este juego, y todavía hoy, jamás pensé ni me pasa por la mente el 'Hall of Fame'. Por lo pronto lo único que hago es jugar y seguir acumulando números. Ya llegará el momento en el que dejé de jugar y me sentaré a mirar lo que se haya realizado en la carrera. Y claro, sería un orgullo inmenso para mí y mi Venezuela llegar al Salón de la Fama. Sería especial estar en ese recinto junto a Aparicio El Grande. Es una gloria en el país", destacó Abreu.

Sin dudas él también lo será, y lo es, aunque muchos de sus excelentes logros son bien apreciados en el contexto de las comparaciones.

Pero por ser humilde como es, Abreu no tiene reparos en necesitar estos días de los nombres Gehrig, Mays, Cobb o Bonds para poder ser contextualizado como un excepcional pelotero.

"Ser mencionado alrededor de leyendas del juegos, de nombres de los cuales todo el mundo habla, para mí eso es respeto. "Uno sale a jugar, a hacer un trabajo, y uno nunca piensa que su nombre va a estar alrededor de una persona como Lou Gehrig, el Hombre de Hierro; una leyenda. Un héroe del juego. Una persona como la cual todo el mundo quería ser y ahora mismo yo estoy en esa misma categoría. Es algo que valoro. Porque significa que fui como él en el sentido que jugué duro todos los días no importando nada más de lo que estuviera sucediendo".

Por esa misma razón, Scioscia considera que a Abreu todavía le queda juego.

"El todavía corre bien, mantiene buena velocidad con el bate y es muy inteligente en la caja. Todavía está jugando a un alto nivel. Claro uno no tiene una bola de cristal para saber cuánto tiempo más jugará pero creo que mientras las herramientas estén a un buen nivel podrá seguir jugando", dijo Scioscia.

Así de seguro alcanzará varias otras marcas que le garantizarán su entrada a Cooperstown, su eterna gloria en Venezuela y el reconocimiento individual como un pelotero especial.