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Luces y sombras del 'Tornado'

En la última pelea de Margarito, Pacquiao lo demolió Getty Images

LOS ÁNGELES -- Antonio Margarito tiene mucho que demostrar este sábado en el Madison Square Garden de Nueva York. Hay muchas dudas sobre la calidad de este veterano boxeador mexicano. La presión está sobre sus hombros.

Para un atleta que pasó del cielo al infierno en un periodo muy corto de tiempo, su mirada no deja ver dudas, ni titubeos. Es más, su perfil de malo como el de Tony Montana en Scarface (su película favorita), no se muestra con sus amigos y equipo de trabajo.

Son las 13:40 horas en Tijuana, el calor es abrumador y Tony llega al gimnasio Mojac, en Tijuana, con música en sus oídos, los clásicos lentes negros, el grupo que siempre lo acompaña (su entrenador, su preparador físico, los sparrings) y una sonrisa en el rostro.

Y a pesar de todas las dudas que se han generado por aquella ocasión en donde se le encontró una sustancia en el vendaje para hacerlo más duro, cosa que le costó un año de suspensión, Tony se mantiene sereno y sabe que sólo ganando contundentemente el sábado a Miguel Cotto, todas las críticas se apagarán y nacerá una nueva ola de ovaciones para el "Tornado de Tijuana".

Pero la gran pregunta, además de la que le hacen todo el tiempo los periodistas (¿Usaste un vendaje ilegal contra Cotto en la primera pelea?), es ¿Qué Margarito subirá al ring el sábado: el que masacró a Cotto en 2008, o el que fue liquidado por Pacquiao en 2010?

Tony afirma que volverá a noquear al puertorriqueño, no tiene duda de ello, pero la gente que sabe de boxeo no piensa lo mismo y lo primero que cuestionan es qué tanto le puede perturbar la operación en el ojo derecho, afectado por la paliza que Manny le propinó la última vez que Margarito se subió a un ring.

Otros cuestionan su calidad como boxeador, aunque por naturaleza es un fajador al estilo mexicano, que se sube a morirse al encorado, pero ¿será suficiente para ganarle a Cotto?

Margarito no habla de derrota, esa palabra no está en este libreto, todas sus líneas tienen que ver con la victoria. No evade hablar de nada, todas las preguntas las responde sin flaquear, pero las palabras no se convierten en golpes y mucho menos le ayudarán a resistir el upper al lado derecho de su rostro que Miguel Cotto le tiene preparado.

Lo veo confiado, tal vez demasiado cándido de sí mismo, tal vez debería asumir un poco más ese personaje mítico de Hollywood y con una frase dejar ver que lo toma más en serio de lo que demuestra.

"There's a bad guy comin' through! Better get outta his way"! ("Ahí viene el chico malo, es mejor quitarse de su camino", es una de las mejores frases de Tony Montana en Scarface).

Sin embargo, aunque se ve sereno y concentrado en el trabajo que realizó en dos meses de entrenamiento –según Margarito está en la mejor condición de su carrera—la empresa no es nada sencilla y le costará mucho vencer a un Cotto lleno de sed de venganza y ganas de demostrar su calidad frente a su público en Nueva York.

Físicamente se ve impresionante, de gran velocidad y poder, el peso no es problema, pues anda en el rango necesario para dar las 153 libras el viernes. Lo que también preocupa es el ritmo –tiene más de un año que no pelea—y todo se puede combinar el sábado.

Margarito debe tener cuidado y no desesperarse, buscar el nocaut al principio puede ser peligroso. Debe ser inteligente y disminuir a Cotto con golpes en el cuerpo, para dejar hacia el final de la batalla los impactos que pueden tirar al puertorriqueño.

Si el plan que Roberto García le preparó al "Tornado de Tijuana" lo siguen al pie de la letra, estaremos hablando del resurgimiento de un gran boxeador.