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Kobe se queda solo en L.A.

El nuevo contrato hizo a Kobe Bryant el mejor pagado en la NBA... Justin Ford/USA TODAY Sports

Kobe Bryant se va a dormir por la noche y sueña con lo que más anhela, con la obtención de su sexto anillo, del sexto título de su carrera que finalmente lo igualaría en ese rubro con Michael Jordan y le permitiría retirarse del deporte en paz. Ese sueño debe ser similar a aquella secuencia del final de Titanic, cuando la viejita se imagina de regreso en el barco con sus personas favoritas siendo testigos de su momento soñado.

En este caso, Kobe está de regreso en la cancha listo para bañarse de gloria.

"Bienvenidos al séptimo juego de las Finales de la NBA por ABC... Los Angeles Lakers de Kobe Bryant se enfrentan a los Cleveland Cavaliers de LeBron James". Diez segundos por jugar, partido empatado a 93, Kobe tiene la pelota en sus manos mientras LeBron lo marca.

9...8...7, Pau Gasol hace una pantalla para él mientras Derek Fisher y Robert Horry lo esperan en las esquinas para tirar. Shaquille O´Neal está en la zona pintada esperando, ¿pero acaso creen que se la va a pasar a él? ¡Ja!

6...5...4. James vence a la pantalla de Gasol y vuelve a ponerse enfrente suyo, pero Kobe amaga y se lo saca de encima por apenas un segundo, el tiempo suficiente para lanzar un tiro con salto.

3...2...1...swish. ¡Los Lakers son campeones! ¡Kobe es el héroe! Jerry Buss, Jack Nicholson y Phil Jackson aplauden de pie como parte del público y Kobe, feliz de que ellos estén allí, les ofrece un guiño de aprobación, de misión cumplida antes de despertar.

En ese momento, al despertar y darse cuenta de que todo había sido solo un sueño, Kobe se acuerda de que Pau Gasol dejó a los Lakers para jugar con los Chicago Bulls la temporada que viene, de que la época dorada del conjunto angelino le ha dado paso a una de irrelevancia, y que el fallecimiento de Jerry Buss fue el principio del declive de un equipo que ahora mira desde abajo en la tabla de posiciones a los Clippers. Sí, los Clippers.

Kobe será el jugador mejor pagado de la NBA con un salario de 23,5 millones de dólares durante la temporada 2014-15, pero no hay cantidad de dinero en el mundo que pueda disimular que Carmelo Anthony, LeBron James ni su amigo y aliado Gasol quisieron jugar a su lado en una franquicia legendaria y una ciudad ideal.

Kobe Bryant solía sentirse invencible, capaz de ganar un título solito y sin ayuda de nadie, pero ahora él es más vulnerable que nunca contemplando un equipo que todavía no ha contratado a un nuevo entrenador y que contará con un novato como Julius Randle, un base ordinario como Jeremy Lin y con otro base cuyos mejores días ya son parte del pasado como Steve Nash (quien cumplirá 41 años en febrero y jugó apenas 15 partidos la temporada pasada) mientras ¨Swaggy P¨ lo acompaña en la alineación titular con su novia y cantante Iggy Azalea entre el público. Sin embargo, Azalea no es Phil Jackson y no le llega a los tobillos a Jack Nicholson.

La vida real en la NBA no es ningún sueño para Kobe Bryant, sino que se parece más a una pesadilla en pleno día.

Su 'consuelo' fue la incorporación de Carlos Boozer, quien básicamente reemplaza a Gasol y es la diferencia entre 30 y 35 victorias para los Lakers en la durísima Conferencia Oeste, donde necesitas entre 47 y 50 para clasificar a los playoffs.

El orgullo de Kobe jamás le permitirá admitirlo, después de todo él declaró públicamente que el gerente general Mitch Kupchak fue 'bastante eficaz' con su respuesta y sus refuerzos adquiridos ante la partida de Gasol y la incorporación fallida de Carmelo , ¿pero acaso los 23 millones de dólares eran necesarios?

Él sabe que su legado es parte vital de su carrera y también sabe mejor que nadie que la historia dirá que él fue el mejor jugador de su generación, el más joven en llegar a 30,000 puntos anotados en su carrera, que ganó cinco títulos entre el 2000 y el 2010, que a diferencia de otras leyendas de la NBA jugó con un mismo equipo durante toda su carrera. A nadie le va a importar o impresionar que su sueldo fue el más alto a los 35 años de edad.

Aceptar menos dinero quizás hubiese permitido la llegada de piezas complementarias de calidad como Chandler Parsons o Luol Deng, lo que hubiese motivado a Carmelo o a LeBron a optar por jugar en Los Ángeles o a que Gasol no se vaya a Chicago. Quizás sí, quizás no, pero el salario estratosférico de Kobe nunca permitió que esa situación hipotética tenga el potencial de convertirse en realidad.

Lo más probable y lo más triste de todo es que un jugador trascendental como Kobe no se podrá retirar como Michael Jordan lo hizo por segunda vez en 1998, anotando la canasta ganadora en las Finales, sino que este será similar al retiro definitivo de MJ con los Washington Wizards en el 2003. O sea, una marca de 37-45 en la temporada regular y ningún momento mágico para la posteridad.

Kobe es un guerrero orgulloso y jamás bajará los brazos en la cancha, pero ese mismo orgullo es el que lo llevó a quedarse solo, sin ayuda alguna en un oasis de mediocridad colectiva y con un cuerpo que lo traicionó con dos lesiones graves en los últimos 12 meses.

Los San Antonio Spurs ganaron el título la temporada pasada con un núcleo de jugadores que realmente creían en el lema de ¨todos para uno y uno para todos¨, mientras que los Lakers hoy en día son ¨Todos para Kobe y cuatro más¨ pero cuando se trata de Kobe Bean Bryant lo peor que uno puede hacer es subestimarlo.

Los momentos finales de su carrera están transcurriendo frente a nuestros ojos y las probabilidades de un tiro ganador milagroso para la parte final de la trayectoria de Kobe son cada vez menores, aunque en Los Ángeles a veces hasta los sueños más improbables se hacen realidad.

3...2..1...swish.