ESPN Los Angeles
Gonzalo Aguirregomezcorta 8y

Scola y Kobe, la química entre rivales coetáneos

LOS ÁNGELES -- Durante el encuentro que Los Angeles Lakers perdieron ante Toronto Raptors se pudieron observar dos momentos distendidos entre Kobe Bryant y Luis Scola.

Primero el saludo antes del salto inicial, donde el estadounidense mostró más calidez con el pívot argentino que con otros de sus compañeros. El otro instante sucedió en una de las ocasiones en las que los canadienses fueron a la línea. Los comentarios de Kobe sacaron una extensa sonrisa al internacional argentino y se pudo observar una química especial entre ambos.

Han sido muchos los años que los dos jugadores han coincidido sobre las duelas tanto en la NBA como en compromisos internacionales. Coetáneos y veteranos, han construido una relación desde la rivalidad que no sólo se refleja en respeto y cordialidad, sino en cierta camaradería durante los juegos. De ahí a la amistad lejos de las canchas hay un trecho.

"Se puede crear una relación de respeto en la cual si le veo le saludo y charlamos brevemente. Al final son ocho o nueve años jugando en contra. La gran mayoría de los jugadores que empezaron con él ya no están, al final uno se va sintiendo más cómodo con los jugadores con los que jugó más veces y conoce más. Obviamente no me va a llamar por teléfono ni nada por el estilo", argumentó Scola después de anotar 11 puntos y agarrar cinco rebotes.

En la NBA se han enfrentado en 23 ocasiones (14-9 a favor de Kobe) mientras que a nivel internacional destacan dos juegos en los que Estados Unidos se impuso a Argentina con los dos en liza. Primero fue la final del FIBA Américas de Las Vegas en 2007 que sirvió para clasificar a los Juegos Olímpicos de Pekín del año siguiente. Los estadounidenses se impusieron en la cita preolímpica por 31 puntos de diferencia y mientras Scola fue el máximo anotador de los suyos (23 puntos), Kobe fue el el máximo asistente (ocho últimos pases). Ya en la cita asiática, ambos planteles volvieron a verse las caras en las semifinales, donde EEUU se impuso por 20 puntos en su camino hacia el oro. Scola alcanzó 28 unidades y 11 rebotes, mientras que Kobe no pasó de los 12 puntos.

"El recuerdo que él deja es el más alto posible. Adentro y afuera de la cancha. Su nivel de competitividad, de juego, de preparación, de trabajo y todo eso es inigualable y deja una marca muy grande", agregó el argentino, quien podría estar viviendo los últimos coletazos de una rivalidad longeva si finalmente Kobe se retira al finalizar esta temporada.

"Cualquier jugador que entra en más de 35 años, siempre cabe la posibilidad de que sea su último año o el último partido. Obviamente estás más cerca del final que del principio. No sé que idea tiene él. Solo tengo relación de jugar contra él. Si se retira, fue un orgullo muy grande haber jugado contra él, haber podido competir contra él. Tanto en la NBA como a nivel internacional. Y si no se retira le seguiremos sufriendo un par de años más", apuntó.

Con 35 años de edad y mientras vive su novena temporada en la NBA, Scola confesó estar viviendo un momento dulce. Después de haber pasado por tres ciudades estadounidenses (Houston, Phoenix e Indianapolis) ahora está viviendo la aventura canadienses con mucho agrado. Se siente cómodo en una ciudad que le ofrece estabilidad y bienestar y donde le gustaría permanecer más tiempo. En lo que va de temporada, el pívot ha jugado de titular en los 14 partidos. Durante los dos últimos años tan sólo formó parte del quinteto inicial en 18 ocasiones.

"Es más o menos lo mismo. Estoy jugando las misma cantidad de minutos. Lo importante es ganar, poder ayudar al equipo, ser importante. Me pone más contento terminar muchos partidos que empezar algunos", señaló antes de valorar el haberle ganado el puesto a Patrick Patterson.

"No me sorprendió. Alguno de los dos tenía que ser titular y fui yo", sostuvo.

En este punto de su carrera, a Scola a veces le da tiempo a detenerse y reflexionar sobre lo que está siendo su carrera. Cuando eso sucede, aparece en él la sensación de sentirse afortunado y satisfecho por vivir una vida soñada.

"Obviamente tuve la chance de jugar 10 años en Europa, jugué muchos años la Euroliga, tuve la NBA. Casi 20 años en la selección. Juegos Olímpicos, Mundiales, montón de experiencias. Obviamente sería imposible no estar satisfecho con esas cosas que me tocaron vivir. Estoy muy satisfecho. Siempre hay un toque de suerte y mucho de trabajo. La suerte prácticamente igual para todos. Al final a la hora del balance la suerte está ahí en las mismas cantidades para todo el mundo. Hay que tener un poco de talento también y la capacidad para trabajar y aprovechar las oportunidades", sentenció.

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