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Estrella: "Nunca me voy a olvidar este día. Sentí ganas de llorar"

Estrella, con 33 años, disputó su primer Grand Slam y sintió emoción con el aliento de los dominicanos Getty Images

PARÍS -- El dominicano Víctor Estrella Burgos disputó, a los 33 años, en Roland Garros, su primer partido en un Grand Slam, encuentro que, pese a la derrota, le dejó una sonrisa de satisfacción dibujada en la cara.

"Nunca me voy a olvidar este día. Cuando entré a la cancha por primera vez, sentí ganas de llorar. Muchos dominicanos vinieron a verme", expresó.

"Existen muchos jugadores en República Dominicana; jugamos muy bien cuando tenemos 18, 20 años", dijo Estrella. "Pero luego, sólo piensan en ir a la universidad", agregó.

"No me arrugo. Soy optimista por naturaleza", explicó en rueda de prensa, después de que el polaco Jerzy Janowicz le venciera en cuatro sets. "Empezó muy fuerte, no pude tocar en la bola en todo el primer set", explicó Burgos, que a pesar de la contundencia del marcador en la primera manga siempre confió en la victoria. "Da igual que juegue contra Federer o Nadal, yo siempre pienso que voy a ganar", sentenció.

Sobre esa "actitud positiva", apuntó, construyó una carrera atípica que ahora, a la edad en la que muchos profesionales comienzan a pensar en la retirada, le lleva a competir en los mejores escenarios del circuito.

"Tengo hambre. Con 20 años no veía el tenis como una profesión. Entonces jamás pensé que podría jugar en Roland Garros o en Wimbeldon, pero ahora me siento fuerte, estoy en el mejor momento de mi carrera", subrayó.

Profesional desde 2006, no fue hasta hace un par de temporadas que la trayectoria del dominicano, admirador del suizo Roger Federer, tomó vuelo. "Hasta entonces me mantenía entre los 200 primeros del mundo, sin subir ni bajar, sin nada que diese el empujón definitivo", apuntó.

La lesión de codo que sufrió en 2012 tras una eliminatoria de Copa Davis ante México fue el punto de inflexión. "Pasé ochos meses parado, incluso pensé en el retiro, pero volví más entero, más maduro, más dispuesto. Con más ganas", recuerda.

Desde entonces se fue haciendo más agresivo y completo hasta desembocar en una cadena de victorias que lo trajo a Roland Garros y en dos semanas lo llevará a Wimbledon, torneo para el que ya está clasificado. "Desde el año pasado sentía que lo podía lograr", apuntó Burgos, primer jugador en la historia de su país en figurar entre los mejores 100 del mundo.

Entrenador profesional de tenis desde 1998 hasta 2006, labor que en ese periodo solo interrumpía para jugar eliminatorias de Copa Davis con su país, Estrella Burgos (Santiago, 1980) empieza ahora a ganar dinero como jugador profesional.

"Es la primera vez que participo patrocinado en un campeonato", dijo, mientras mostraba a los periodistas el logotipo de la cadena hotelera que le patrocina, "y la primera vez que consigo ahorrar dinero".

El tenista, que viaja sin entrenador para economizar gastos, admitió que su máximo deseo es terminar la gira entre los 100 primeros del mundo y conseguir la clasificación para el Abierto de Australia.

Algo, dijo, que jamás se le pasó por la cabeza cuando con ocho años su padre le buscó trabajo como recogepelotas en uno de los clubes de tenis de su ciudad, del que ahora es miembro honorífico. "Lo hizo para mantenerme ocupado, porque entonces siempre estaba peleándome con mis hermanos, era hiperactivo", recordó entre risas el tenista.

Su éxito levantó interés por este deporte en República Dominica, "donde casi nadie lo practica" y donde Burgos espera que cada vez se sumen más jóvenes. "Pero no sólo en mi país, también en el todo el Caribe y América Central", agregó.

A punto de cumplir 34 años, se definió como un caso a parte dentro del mundo del tenis. "Soy un caso especial" dijo el segundo dominicano en jugar un Grand Slam, tras lo hecho por Manuel Morales, también en Roland Garros, cuando cayó en primera rueda en 1956.