Mientras Alemania celebra, es hora de hacer un repaso de la Copa Mundial. Seguro, hay Balones, Botines y Guantes de Oro, pero, ¿qué hay de los logros más cuestionables? Iain Macintosh fue el encargado de hacer una recopilación de "lo peor".
Peor arbitraje
Durante un tiempo, parecía que ningún árbitro competiría con la calamitosa noche de apertura de Yuichi Nishimura en Brasil contra Croacia, pero luego apareció Carlos Velasco Carballo en el partido de cuartos de final de los locales vs. Colombia. La resistencia del español a tomar medidas contra la creciente ola de violencia por parte de ambos equipos inevitablemente se tradujo en una lesión. Neymar pagó el precio, pero bien podría haber sido James Rodríguez. Carballo les falló a los jugadores.
Peor decisión de carrera
Como una persona que llega a una fiesta cuando los últimos invitados están por irse, Diego Costa realmente debe trabajar en su timing. El nuevo recluta del Chelsea abandonó el barco al dejar a Brasil por España y resulta difícil entender en qué diablos estaba pensando. Mientras Brasil jugaba con hombres como Fred y Jo, Costa optó por trabajar letárgicamente en la punta de un cansado equipo español. Y fue abucheado sin misericordia durante cada minuto.
Peor jugada de pelota parada
A los 28 años, ésta probablemente haya sido la última oportunidad de Wayne Rooney de crear un recuerdo inolvidable en la Copa Mundial. Ciertamente lo logró. Su tiro de esquina contra Italia fue una delicia para los conocedores de la calamidad, una especie de globo diestro que inmediatamente quedó fuera de juego y luego continuó subiendo, tal como todas las esperanzas y los sueños de Inglaterra, flotando a la deriva en el cielo nocturno antes de perderse para siempre.
Peor error de arquero
Iker Casillas sin duda sufrió el peor torneo entre los arqueros, pero nadie pudo igualar a Igor Akinfeev y su enorme metida de pata. Un remate bastante poco amenazante del surcoreano Lee Keun-ho fue dirigido directamente al ruso, pero Akinfeev de alguna manera se las ingenió para tocar el balón y hacerlo entrar por encima de su propia cabeza. En muchos sentidos, fue bastante impresionante, aunque Fabio Capello seguramente no estará de acuerdo.
Peor tarjeta roja
Pepe, de 31 años, debería ser lo suficientemente grande como para saber que hay ocasiones en las que puedes salirte con la tuya con un cabezazo disimulado, pero nunca cuando estás parado justo enfrente del árbitro. Sí, Thomas Müller hizo una gran actuación tras el contacto, pero la idiotez de Pepe fue imperdonable. Salió ofuscado y Portugal, que ya andaba a los tumbos, acabó por derrumbarse.
Peor elección de agresión
Alex Song tenía muchas maneras de atacar a Mario Mandzukic, si realmente tenía la intención de hacerlo. Podría haberle dado un puñetazo, podría haberlo tacleado, podría haberle dado una buena patada en el trasero. En cambio, a plena vista de los árbitros, optó por tratar de apuñalar al delantero croata entre los omóplatos con el codo. Fue original, pero muy estúpido.
Peor partido
Lo curioso es que, durante 13 minutos, el choque entre Irán y Nigeria fue, en realidad, bastante entretenido. Y luego, como si alguien hubiera cerrado la canilla del entretenimiento, el juego se desinfló y no pudo ser reanimado. Irán se replegó al resguardo de su arco y Nigeria se olvidó de cómo conectar sus pases. Pasó el tiempo, las estaciones cambiaron, los niños crecieron y las montañas se estrellaron contra el mar. Y entonces, gracias a Dios, todo llegó a su fin.
Peor elección de un aperitivo
Entre los innumerables momentos de humor derivados de la nefasta mordida de Luis Suárez a Giorgio Chiellini, lo más destacado tuvo que ver con su disculpa insistiendo en que había sido "sólo un pequeño mordisco". Había sido así, por supuesto, pero el hecho de haya sido cualquier tipo de mordedura era realmente el punto en el que valía la pena concentrarse. ¿Qué clase de adulto muerde a los demás? En serio. ¿Quién hace eso?
Peor excusa
"Me golpeé la cara contra el jugador dejando un pequeño moretón en mi mejilla y un fuerte dolor en mis dientes". ¡Oh Dios mío, Luis! ¡Tus pobres dientes! Realmente, ¿eso es lo mejor que se les ocurrió decir a Suárez y su séquito? El equivalente a: "¿Yo estaba balanceando el brazo y él chocó contra mi puño?" No. No, no fue así. La historia, obviamente, no terminó allí.
Peor disculpa
"La verdad es", dijo Suárez, con un mal comienzo, "que mi colega Giorgio Chiellini sufrió el resultado físico de una mordedura en la colisión que sufrió conmigo". Sí, Luis. Eso sucede cuando muerdes a otra persona.
Peor tiro al arco errado
No se consiguen muchas posibilidades claras de gol en una final de la Copa Mundial y desde luego no se consiguen muchas tan buenas como la que Gonzalo Higuaín desperdició en el primer tiempo en el Maracaná. Un momento nada característico de Toni Kroos en el que descuidó el arco y dejó al delantero del Napoli uno-a-uno con Manuel Neuer y con tiempo para considerar sus opciones. Tal vez ese fue el problema. Arrastrar la pelota con el arco abierto no era la opción correcta.
Peor monstruo
James Rodríguez sigue vivo, pero el público necesita saber qué era esa cosa verde gigante que estaba en su brazo. No puede haber sido un insecto; era del tamaño de la bicicleta de un niño. Tenía músculos visiblemente abultados, por amor de Dios. ¿Qué come? ¿Puede hablar? La negativa de la FIFA para solicitar una investigación completa es otra razón por la que la organización debería ser disuelta de inmediato.
Peor resultado
El poeta brasileño, Nelson Rodrigues, describió una vez a la derrota por 2-1 de la Copa Mundial de su país ante Uruguay en el año 1950 como el "Hiroshima" de su país, que, además de ser una comparación de mal gusto, también lo pintó en una especie de rincón creativo. Si una derrota 2-1 equivale a eso, ¿a qué equivaldría una derrota por 7-1? ¿Qué tipo de fuerza hace que anotes cuatro goles en seis minutos en una semifinal de la Copa del Mundo?