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Proyectamos un Griffrey saludable

¿Habría Ken Griffey Jr. superado a Hank Aaron si se hubiese mantenido como saludable? AP Photo/Michael Schumann

Aunque Barry Bonds es el jugador que eventualmente logró romper el record de cuadrangulares de por vida de Hank Aaron, él no era el jugador de su generación que se suponía que lograra dicha hazaña. En cambio, era Ken Griffey Jr., quien se esperaba que se convirtiera en el próximo rey del cuadrangular, el sucesor de Aaron.

Griffrey, quien fue un colaborador valioso desde su primera temporada en MLB a los 19 años, tuvo un inicio auspicioso en las mayores y no decepcionó en su primera década en las grandes Ligas, convirtiéndose eventualmente en el jugador que más se asociaba con los Marineros de Seattle.

Luego de la temporada 1999, Griffey Jr. ya era el líder de cuadrangulares de todos los tiempos a los 29 años con 398, 19 jonrones por encima del que le seguía en la lista en ese momento, Jimmie Foxx (Alex Rodríguez sobrepasaría ese total luego). Con la cercanía de un gran contrato y un enorme deseo de jugar cerca de su casa, los Rojos hicieron un cambio de cinco jugadores que envió a "The Kid" a su ciudad natal donde pasó la mayor parte de su infancia.

Y es en ese punto donde la historia de Griffey tomó un giro desafortunado. Luego de un primer año sólido en Cincy, con 40 jonrones y su 11ª aparición consecutiva en un Juego de Estrellas, la carrera de Griffey pasó a definirse por sus lesiones. Apenas pudo pasar la marca de 130 partidos por temporada en tres ocasiones con los Rojos, lo que provocó que Griffey perdiera rapidamente el ritmo que lo llevaría alcanzar a Aaron. Y en 11 temporadas luego del gran cambio, Griffey totalizó apenas 232 jonrones adicionales mientras tuvo unos números considerados normales, .262/.355/.493.

No hubiese requerido demasiada historia para que las cosas fueran diferentes. El sistema de proyecciones ZiPS, hasta el punto del cambio de Griffey a Cincinnati, reconoce que su asalto a los libros de records era legítimo. Incluso proyectando sus 30 años como una década de declive y menos partidos jugados cada año, el ZiPS vio un mejor futuro para él que lo que en última instancia ocurrió.

A pesar de colocar a Griffey por debajo de los 130 partidos por año hasta el 2005, ZiPS tenía a Griffey superando a Aaron en su temporada final (ZiPS no veía a Bonds terminando con 762 en ese momento). Griffey probablemente habría cojeado hasta el plato, pero eso es lo que usualmente sucede con los records de por vida; Aaron conectó sus jonrones finales como bateador designado con un OPS de .684 para los Cerveceros, al igual que los últimos bambinazos de Ruth durante su triste epílogo con los Bravos de Boston.

El ZiPS ademas pone a Griffey con 3,218 hits en vez de los 2,781 que logró, añadiendo a otro miembro al club de los 3,000 hits. Y la proyección del ZiPS de 2,078 remolcadas lo ubicaría tercero en la historia de MLB en vez del lugar No. 15 que finalmente consiguió Griffey.

Aunque Griffey seguirá siendo recordado como uno de los más grandes jugadores de su generación y debe entrar al Salón de la Fama, hay un pedazo extra de su grandeza que nunca pudimos ver debido a las lesiones - y el desdén de la historia por los finales de cuentos de hadas.