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Tras brillar en la NFL, los pasadores móviles se enfrentan a la adversidad

Robert Griffin III ha sido enviado a la banca esta temporada por los Washington Redskins. AP Photo

BRISTOL -- En el 2012, una revolución de mariscales de campo parecía algo inminente en la NFL.

Russell Wilson (Seattle Seahawks), Robert Griffin III (Washington Redskins), Colin Kaepernick (San Francisco 49ers) y Cam Newton (Carolina Panthers) --dos novatos y dos jugadores de segundo año-- redefinían la posición con su movilidad.

Ellos tomaron por asalto la liga casi de inmediato, y ganaron el premio al Novato del Año (Newton, Griffin), selecciones al Pro Bowl (Newton, Griffin, Wilson) y boletos a la postemporada (los cuatro). Nos preguntábamos qué tan alto podría estar el techo, para los mariscales de campo multidimensionales e impactantes que nos sorprendían con sus habilidades.

Dos años después, la realidad se hizo presente. Ahora, todos ellos están aprendiendo el otro lado de la moneda por ser mariscales franquicia, una posición que requiere una coraza dura y una habilidad nata para salir adelante pese a las incesantes críticas y defensivas que cambian constantemente.

"Están aprendiendo que todo es parte de un proceso", declaró Warren Moon, mariscal de campo del Salón de la Fama y que actualmente es analista de radio para los Seahawks. "Todos ellos tuvieron éxito de inicio, pero ahora hay que darles mérito también a los coordinadores defensivos. Ellos les han quitado cosas a estos jugadores con las cuales brillaban bastante".

Sería fácil agrupar a Wilson, Kaepernick, Griffin y Newton simplemente por el color de su piel. Además de Geno Smith (New York Jets), quien recientemente recuperó su puesto como titular, y Teddy Bridgewater (Minnesota Vikings), ellos son los únicos mariscales de campo afroamericanos que son titulares en la liga. Pero su factor común (y podrían incluir a Andrew Luck, de los Indianapolis Colts-y quien parece inmune a estos problemas) tiene más que ver con el impacto colectivo que tuvieron en este juego a tan corta edad. Mientras otros pasadores de su generación han tenido problemas al inicio o no pudieron tener el mismo impacto (como Ryan Tannehill, de los Miami Dolphins, y Andy Dalton, de los Cincinnati Bengals), este cuartero actuó a niveles que los convirtieron en celebridades instantáneas.

Este año, el cuarteto ha sido definido por imágenes distintas: Wilson parado frente a la prensa a mediados de octubre, un año después de ganar el Super Bowl, tratando de desestimar los rumores acerca de una controversia en el vestidor basada en él y preguntas acerca de un mediocre inicio de campaña; los ojos de Kaepernick que se asomaban por su casco luego de caer una vez más ante los Seahawks; Newton fallando demasiados pases para un equipo con récord 3-8-1, que hasta un gerente general de la NFC dijo que "quizás está a un par de años de terminar su carrera".

Y luego, tenemos a Griffin. De todos estos elementos, él fue indiscutiblemente el más elogiado, el ganador del Trofeo Heisman que les costó a los Redskins una buena cantidad de selecciones del draft. Él, por lo pronto, sostendrá una tabla en el futuro inmediato, tras ser enviado a la banca por el entrenador en jefe Jay Gruden. Se dice que Washington todavía cree en Griffin a futuro. Pero la verdadera pregunta es si los Redskins podrán resucitar la carrera de un hombre que se peleó abiertamente con su primer entrenador (Mike Shanahan) y que está retrocediendo a gran velocidad.

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Aunque estos jugadores han tenido que lidiar con distintas circunstancias, lo único que han encontrado en común los cuatro es la carga de las intensas expectativas.

"Este es un problema real, y todos somos culpables de eso. Nosotros, en la prensa, le dijimos a todo el país lo grandes que serían esos mariscales de campo, pero Andrew Luck tuvo la humildad y la presencia para poder lidiar con eso, ya que creció con este ambiente", indicó Trent Dilfer, analista de ESPN, refiriéndose a Oliver Luck, padre de Andrew, quien jugó cuatro temporadas en la NFL. "Siempre he dicho que es más difícil lidiar con el éxito que con el fracaso. Y están viendo eso con algunos de estos jugadores".

Los ex jugadores como Dilfer se han acostumbrado a dos patrones familiares cuando se trata de desarrollar mariscales de campo. Los elementos jóvenes jugaron de inmediato en su año de novato y aguantaron (Peyton Manning) o tomaron asiento y esperaron su turno (Aaron Rodgers, Philip Rivers). Hasta que esta generación llegó a escena, era raro ver a un pasador que pudiera jugar de inmediato y brillar. Y, de repente, tuvimos al grupo que hizo ver esta tarea como algo demasiado simple.

Echando un vistazo al pasado, muchas fuerzas impredecibles se alinearon para crear la expectativa que rodeó a Wilson, Kaepernick, Griffin y Newton. Cada jugador corrió con la fortuna de tener un entrenador en jefe que vio las oportunidades únicas que presentaba la movilidad de su mariscal. Cada jugador también tenía gran ritmo. Las defensivas no estaban familiarizadas con la read-option, y cada uno de estos mariscales de campo sacó provecho de eso.

Newton, la primera selección global del draft 2011, ganó más de 700 yardas por tierra en cada una de sus primeras dos temporadas. Griffin produjo 815 yardas por tierra en el 2012 como novato, usando incluso la triple opción en ocasiones. Kaepernick sumó 181 yardas por tierra en un juego de playoffs contra los Green Bay Packers en el 2013, mientras que Wilson ha sido el segundo mejor corredor de Seattle en cada una de sus tres campañas. Ellos aportaron grandes jugadas, pero ahora esa misma movilidad quizás sea un impedimento.

Aunque es obvio cómo los mariscales de campo con habilidad para correr pueden amenazar a las defensivas, lo que es ignorado a menudo es cómo esa destreza puede dificultar su desarrollo como pasadores. Entre más use sus pies un mariscal para hacer jugadas, será menor la cantidad de oportunidades que tenga para afinar los detalles de cómo lanzar el balón dentro de la bolsa. Las cualidades que hacen peligrosos a Tom Brady y Rodgers --tales como advertir cuándo colapsará la bolsa y cómo usan sus ojos para mover a los profundos-- solamente llegan con repeticiones constantes.

"En la NFL, pasar es una decisión mientras que el arrancar y correr es un instinto", expresó George Whitfield, gurú de mariscales de campo, quien entrenó a Luck, Newton y Johnny Manziel (Cleveland Browns), antes de que fueran reclutados en el draft. "Si lanzo el balón 300 o 400 veces por año en la universidad, eso requiere una decisión por la que me debo hacer responsable".

Dilfer agregó: "Cuando has sido el tipo más alto y duro en la preparatoria, quizá puedes tomar la mitad de las repeticiones que te tocan y convertirlas en jugadas atléticas Puedo entenderlo cuando intentas ganar juegos a ese nivel. Cuando intentas jugar la posición de pasador en la NFL, debes hacerlo con disciplina. Como señala Steve Young, correr debe ser la última opción para un mariscal. Pero, para algunos elementos, eso ya se convirtió en la segunda opción".

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Cuando se trata de evaluar problemas, el consenso entre la mayoría de las fuentes entrevistadas para esta historia es que Wilson y Kaepernick caen dentro de una categoría (todavía prometedores), mientras que Newton y Griffin caen dentro de otra (interrogantes y dudas).

Griffin está en la peor situación desde que se rompió los ligamentos en su rodilla derecha, durante la derrota en playoffs ante Seattle en su año de novato --además de dislocarse el tobillo izquierdo a comienzos de esta temporada-- él no ha mostrado la movilidad electrizante que lo hizo tan peligroso en su primer año. Sin esa explosividad, ha tenido que depender más en su habilidad pasadora, que se ha deteriorado tanto al punto que Griffin ha sido capturado 20 veces y ha cometido cinco entregas de balón (tres intercepciones) en cinco inicios esta campaña.

Los problemas de Griffin llegaron a un punto bajo el mes pasado, cuando se vio titubeante en tres derrotas consecutivas y desató la ira de Gruden tras caer 27-7 contra los Tampa Bay Buccaneers el 16 de noviembre. Gruden dijo que Griffin tenía algunos "problemas de fundamentos" y señaló que el mariscal "dio tres pasos hacia atrás cuando debía haber dado cinco hacia adelante" además de que "leyó de forma errónea sus opciones un par de ocasiones".

Un gerente general de la NFC dijo: "Hace un par de años, decíamos que si tu pasador corría, era bueno. Pero ahora, no estoy tan seguro que sea buena idea. Cuando veo a RGIII, veo a un jugador que se aferra al balón demasiado, porque no sabe lo que está viendo. No es el mismo".

Los expertos que han observado a Newton, quien se sometió a cirugía del tobillo en la temporada baja y que perdió al receptor abierto veterano Steve Smith (cortado) y al tackle izquierdo Jordan Gross (retiro), vieron a un mariscales mariscal que también ha sufrido por todo el castigo que ha absorbido en cuatro temporadas. Él actualmente tiene el índice total de pasador más bajo de su carrera (47.7) con 13 touchdowns y 11 intercepciones.

"Le he dicho a algunos amigos que parece que juega bajo los efectos de las conmociones", afirmó Whitfield. "Lo han golpeado tanto, que incluso cuando tiene tiempo para lanzar, no sabe qué hacer. Luce perdido".

La movilidad de Newton ha sufrido también. Incluso pese a que se perdió el primer partido de la temporada, lleva ritmo para la mayor cantidad de capturas en su carrera y la cifra más baja en yardas terrestres por juego. Un coordinador defensivo expresó: "Cam siempre ha sido mejor cuando se mueve. Ya no lo hace tanto, y nunca fue un gran pasador. Ahora que Steve Smith no está, ya no puede lanzar con tanta profundidad, así que tiene que conectar con sus receptores en espacios reducidos. Su problema es que lanza un pase de 6 yardas con la misma velocidad que un pase de 60 yardas".

La opinión general acerca de Kaepernick es que tampoco adquirió el toque necesario para dar el siguiente paso en su desarrollo. Ese hecho fue muy notable en la derrota 19-3 ante Seattle el Día de Acción de Gracias. Kaepernick lanzó para únicamente 121 yardas y lanzó dos intercepciones a Richard Sherman, esquinero de los Seahawks, en parte porque no pudo lanzar el balón a un espacio reducido para que su receptor hiciera una jugada.

Kaepernick tampoco ha elevado su juego a niveles que uno podría esperar, pese a que los 49ers añadieron a los veteranos Stevie Johnson y Brandon Lloyd a un grupo que ya tenía a Anquan Boldin, Michael Crabtree y al ala cerrada Vernon Davis.

"Parecía que este año Greg Roman (coordinador ofensivo de los 49ers) abriría la ofensiva y demostraría lo que Kap puede hacer", apuntó Donovan McNabb, ex pasador de la NFL y actual analista de Fox. "Y lo que hizo fue quitar lo que mejor les funcionaba (el ataque terrestre y los engaños de carrera). Es como si hubieran querido demostrar qué tanto ha crecido Kaepernick, y él tuvo problemas con eso".

Dilfer agregó, "Comienzo a pensar que Kap terminará siendo una versión más física de Randall Cunningham. Él es muy bueno para plantar sus pies y lanzar con ritmo, y la reacción secundaria (correr). Lo que no ha desarrollado es lo que hay entre esas dos áreas. Son muchas cosas que se necesitan para jugar como mariscal de campo, tales como manipular las defensivas, desplazarse dentro de la bolsa de protección, seguir progresiones. Él no es bueno con eso".

A diferencia de sus colegas, Wilson no ha mostrado el mismo nivel de escrutinio dentro del campo. Ayudar a que los Seahawks ganaran el Super Bowl XLVIII sobre Denver solamente aportó al legado que ha crecido desde que llegó a la franquicia como selección de tercera ronda en el draft del 2012. Incluso pese a jugar de forma inconsistente a principios del año, un cazatalentos de la AFC dijo, "Puede verse que él sigue en la dirección correcta. Los demás siguen estando más cerca de la misma versión que eran como novatos".

De todas formas, Wilson se topó con una controversia en octubre. Luego que Seattle canjeó al explosivo receptor Percy Harvin a los Jets, un reporte señaló que algunos de los compañeros no creían en Wilson. ESPN reportó que el vestidor de los Seahawks se estaba fracturando en dos partes: aquellos que querían a Wilson y aquellos que no. De repente, la historia de Wilson pasó a ser una de un tipo adorable y con muchos logros a una donde era una estrella mimada, cómodo con la gerencia, sobre-expuesto con los patrocinios y carente de credibilidad.

Cuando Moon habló con Wilson inmediatamente después que salieron a la luz dichas historias, él pudo captar la decepción de Wilson, incluso cuando éste intentaba bromear. Moon le había advertido a Wilson lo que podría ocurrir si no hacía un esfuerzo consciente para pasar un tiempo considerable con sus compañeros.

"Cuando llegó a la liga le dije que debía ceder un poco de su tiempo y conocer a sus compañeros", señaló Moon. "Veía que él era muy estricto con su horario --desde ir a un hospital infantil en sus días libres, hasta la preparación de los juegos, y él estaba casado todavía en ese entonces---, así que siempre estaba ocupado. La mayoría no entiende todo lo que un pasador hace durante la semana, pero de todas formas quieren saber quién es".

La situación de Wilson parece resuelta. Harvin ya no está en la ecuación, y los Seahawks permanecen comprometidos con el sistema de control de balón que les hizo ganar un campeonato. En muchas formas, Seattle sigue empleando la misma fórmula que ha beneficiado a Kaepernick, Griffin y Newton. No es coincidencia que estos tres jugaron en su mejor nivel cuando contaban con ataques por tierra dominantes y, en el caso de Kaepernick y Newton, defensivas de élite.

Será difícil para estos jugadores el mejorar durante la temporada, cuando el enfoque está en rivales específicos y planes de juego, pero no en reparar fallas de fundamentos. En el caso de Griffin y Newton, el reto de corregir sus defectos podría ser mayor. Incluso con la oportunidad de trabajar en sus estilos durante la temporada baja, ellos podrían estar limitados por el desgaste de sus cuerpos.

Dilfer señala: "Cuando un equipo hace que su mariscal corra demasiado, hablan de que una carrera potencialmente de 14 años terminará en seis, ocho años. Porque una vez que ese jugador llegue al punto de que prefiera ser un pasador dentro de la bolsa, su cuerpo comenzará a desgastarse. Serás tan bueno como tu cuerpo te lo permita".

Griffin y Newton también enfrentan situaciones contractuales inciertas con sus equipos, que ya invirtieron bastante con ellos.

Ya que Kaepernick ha recibido un nuevo contrato y que Wilson muy probablemente recibirá una jugosa extensión en un futuro no muy lejano, esas no serán las preguntas que deben enfrentar. Pero ellos deben ser capaces de identificarse con sus colegas multidimensionales esta campaña. Ellos nos han emocionado con sus talentos y potencial en un periodo corto. Ahora, ellos están aprendiendo los aspectos menos agradables de su posición.

Los días de preguntarse qué tan grandes pueden ser todos ellos parecen llegar a su fin. Ahora, es cuestión de quién es el mejor preparado para lidiar con la vida después de la luna de miel.

"Ser un pasador en la NFL es muy parecido a un virus", sentenció Whitfield. "Debes evolucionar constantemente a lo que sigue. No puedes salir y decir, 'Hice esto el año pasado, así que debo ser capaz de seguir haciéndolo'. Vean a Eli Manning. Él ganó dos veces el Super Bowl y sigue teniendo problemas. Todos ellos están aprendiendo que estar en la liga significa encontrar una forma para mutar en algo [mejor] de lo que eras antes".