MELBOURNE -- Andy Murray sumó su sexto éxito seguido en el Abierto de Australia, tras vencer en semis a Tomas Berdych por 6-7 (6), 6-0, 6-3 y 7-5, pero esta vez la sonrisa fue compartida. "Estoy feliz por Mauresmo por haber ganado este partido", destacó el británico.
Las críticas quedaron en el pasado. Los primeros compases bajo el dedo acusador de cierta parte de la prensa británica y hasta de un exjugador fueron sepultados de manera definitivamente en Melbourne.
"¿Reinvidación? No sé si eso, pero sí estoy muy feliz por ella por haber ganado este partido", explicó Murray en conferencia de prensa, consultado sobre su sentimiento por la victoria de la mano de Amelie Mauresmo. "Mucha gente también nos criticaba el año pasado. No se pueden cambiar las cosas durante los torneos", agregó.
El duelo ante Berdych, cabe destacar, tuvo un condimento especial, dado que el checo trabaja junto al venezolano Daniel Vallverdú, quien estuvo seis años en el grupo de trabajo del británico. Y ahí también focalizó Murray para resaltar la labor de la francesa.
"Me preguntaban [el otro día] todo acerca de mi excoach, que ahora está con Berdych, y nadie estaba interesado en lo que estaba haciendo con Amelie o la forma en que estaba jugando", señaló el escocés, quien a fines de 2013 se operó en la espalda y el año pasado llegó a salir del Top 10.
Murray, vale decir, también analizó su victoria ante Berdych, que le permitirá regresar al N°4 del mundo. "Al principio me sentí como un paso atrás. Estaba un poco vacilante y acostumbrándome a su bola, que venía muy dura y plana. Hacia el final del primer set empecé a entrar más, a ser más agresivo", marcó.
"Todos entran con un plan de juego, pero si el rival hace algo completamente diferente a lo esperado hay que cambiar la táctica. Hoy sentí que hice grandes ajustes durante el partido. Eso fue de lo que más gustó, porque después del primer set modifiqué la forma de jugar y el encuentro se volvió a mi favor", finalizó.